Cada vez es más difícil para algunos films conseguir ser estrenados en nuestro país. En su edición digital noticine.com informa que el director madrileño Carlos Serrano Azcona (1969) ha podido estrenar en México este fin de semana su ópera prima, titulada “El árbol”, aunque con solo 3 copias. “El árbol” se estrenó mundialmente en el Festival de Rotterdam (Holanda) su película hispano-mexicana, coproducida por el español Jaime Rosales (“La soledad”, “Tiro en la cabeza”, “Las horas del día”) y el mexicano Carlos Reygadas (“Batalla en el cielo”), y mientras el film sigue comercialmente inédito en España ante el desinterés total de los distribuidores, al menos sí que podrá verse desde este viernes en México, aunque sea sólo con tres copias. Serrano Azcona ha comentado a Notimex que lamenta que en España sea más difícil estrenar este tipo de films.
“El árbol” es la crónica de un hombre solo, víctima de la vida y de sí mismo. Se trata de Santiago (interpretado por el pintor mexicano Bosco Sodi), un latinoamericano desarraigado en Madrid, al que su mujer ha dejado y que tampoco puede ver a sus hijos por una orden judicial de alejamiento de su hogar. Tras perder el trabajo y ser rechazado por la familia de su esposa, Santiago deambula desesperado por las calles de Madrid.
Serrano empezó a trabajar en el guión hace más de una década, y mientras se perfeccionaba técnicamente al lado entre otros de Reygadas, reescribió una versión tras otra. A Sodi lo conoció por su amistad precisamente con el cineasta mexicano, quien se lo presentó en Cannes en 2004. Cuando finalmente pudo filmar “El árbol”, volvió a contactar con él. Tanto su personaje como el resto de los de la cinta no han sido interpretados por actores profesionales. Carlos serrano tiene claro que su cine como el de sus “padrinos” es no convencional, pero confía en que logre interesar por la temática humana que presenta, ya que en el mundo existen millones de personas en una situación que consideran sin salida, o sólo con dos únicas oportunidades, la muerte o un cambio a través de la espiritualidad. “(…)Por eso, el público verá en la historia a un cura, casi al final, como pretextando que en la religión podría encontrar el rumbo que ha perdido”, explica Serrano Azcona.
Licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, el madrileño fue montador con Carlos Reygadas e hizo varios cortometrajes, entre ellos “En el parque” o “En casa”, antes de esta ópera prima en largo (no tanto, 70 minutos…). “El árbol formó parte de Cine en Construcción, se vio además de en Rotterdam y San Sebastián en Buenos Aires, Moscú, Valdivia, Guadalajara y Munich, entre otros.
Vía: noticine.com
Yo tuve la desfortuna de pagar la entrada para ver este engendro de película en el festival de San Sebastián, y es que es lo que tienen los festivales, que nunca sabes lo que te vas a encontrar.
Como curiosidad diré que el día que “disfruté” de la película coincidí en el Kursaal 2 con toda la audiencia joven encargada de votar el premio de la juventud. Pues bien, ésta se organizó durante el transcurso de la misma para ovacionar, vitorear y lanzar “bravos” al final de la cinta, irónicamente claro. El señor director, cuyo nombre no recuerdo y no pienso volver a mirar el artículo para recordarlo, salió hinchado al escenario dando las gracias antes semejante ovación. Supongo que más tarde se daría cuenta que la puntuación de ceros y unos que ese mismo público le otorgó suponía que los vítores no eran más que ironía clara y declarada.
El film mayormente nos cuenta la historia de la nuca del personaje, porque es esto lo que vemos durante toda la película al seguir al personaje principal en sus largos paseos…hasta llegar a un final ridículo y absurdo.
Viendo semejante engendro sólo me podía preguntar cómo coño este hombrecillo había conseguido producir este película, hasta que leí los títulos de crédito: ¡Rosales! No podía ser otro…
Francamente, si ha conseguido estrenar con tres copias en México he de decir, al contrario del pesimismo del artículo, que es un magnífico éxito teniendo en cuenta el bodrio experimental del que estamos hablando.
Y mira que yo veo y pago por todo lo que se produce en España sin excepción y lo defiendo, pero es que esto no hay por donde cogerlo. Puedo entender que esté presente en festivales, no en vano no son más que ferias de muestras y es sano y saludable ofrecer todos los géneros, estilos y experimentos. Otra cosa bien distinta es pretender que estas “cosas” puedan tener una salida comercial, y es que el público no busca ir al cine para desear morirse allí mismo si no termina pronto la peli que están viendo.
Saludos veloces
Cuando puse la película en casa y fui viéndola pensé que se estaban riendo de mi. Como se pude hacer una película de nada, de ver como una persona (actor) camina por la calle o está durmiendo en un banco. Con el dinero y el esfuerzo que se necesita para las películas y que en este caos se rian de los espectadores de esta manera. No hay derecho!!