Estoy cansado de repetir que la grandeza de este blog sería imposible sin las miles de personas que lo visitan a diario y a las centenas de comentarios que publicáis cada semana como réplica en nuestros artículos. Y, entre ellos, hay uno que me ha parecido excelente, está dando mucho que hablar el tema del Festival de San Sebastián, y os lo dejo a continuación para que lo podáis consultar todos.
Este comentario es obra de Manohla Dargis, y sólo espero contar con más opiniones suyas porque estoy completamente de acuerdo en todo lo que dice.
“Los problemas del Festival de San Sebastián son muchos y vienen de largo.
1. El primer problema gordo, gordísimo, es su situación en el calendario. Está atrapado entre el megafestival de Toronto (que se lo come en cuanto a estrenos mundiales que no van a Venecia), el propio festival de Venecia, que le supera en presupuesto en bastantes millones. No hay que perder de vista que solo mes y medio antes que Donosti está Locarno, que ha sabido jugar muy bien las pocas bazas que dejan los tres grandes y megamercado de Toronto.
2. Presupuesto. San Sebastián hace ver que juega en la liga de los grandes cuando no es cierto. Su presupuesto es bastate menor, muy evidente, a los tres grandes. Locarno tiene 12 millones de euros, que en comparación con el nivel de vida de Suiza queda en una cifra muy similar a los 8-9 millones de Donosti. Sin embargo los suizos de Locarno (cuyos invitados internacionales tienen que aterrizar en el aeropuerto de Milán e ir en tren hasta Locarno!!) han sabido rentabilizar muy bien sus debilidades en cuanto a fechas y presupuesto con unas líneas editoriales y programáticas muy claras y definidas.
En este sentido, las cuatro instituciones que financian el Festival, han demostrado su miopía por no haber dotado de un presupuesto màs adecuado al Zinemaldi para, al menos, convertirlo en una gran plataforma del cine español y latino, que tampoco lo es aunque se repita muchas veces (No hay más que ver donde estrenan las pelis latinas buenas).
3. Programación. Los festivales grandes tienen como premisa en sus secciones programar películas en estreno mundial. Desde un punto de vista cinéfilo esto daría igual, porque lo importante es que una película se vea. No lo es desde un punto de vista industrial y comunicativo. Las películas generan expectación y esa es la baza que moviliza tanto a los medios como al resto de la industria (distribuidores, exhibidores, etc). Ante el aprisionamiento entre Venecia y Toronto, Donosti optó por acordar con el Festival de Toronto la presentación de películas en Donosti como estreno europeo y que sirvieran de enganche a prensa europa que no se desplaza hasta Toronto por sus altos costes. Esta estrategia podía tener sentido hace 10 o 15 años pero ya no. La comunicación es instatánea (Cannes ya está moviendo ficha en este sentido), se saben las reacciones, se publica todo de forma inmediata. Entonces, qué sentido tiene programar lo ya proyectado, analizado y difundido semana y media antes?
Se dice con razón que Donosti es un festival de público (Cannes no lo es en absoluto, Venecia muy poco; Locarno sí, con casi 200.000 espectadores) y sus 190.000 espectadores sirve para justificar de cara a los políticos la existencia del evento. En este sentido una de sus grandes distorsiones programáticas es la Sección Perlas, inexistente en cualquier otro festival de su categoría. No es la función de un festival de su nivel ser la plataforma publicitaria para el preestreno de los grandes títulos del año descubiertos y estrenados a nivel mundial en otros festivales. Eso garantiza público e invitados internacionales..y desgraciadamente, prensa. Esa sección sobra, falsifica el festival aunque vista su endeblez programática tal vez sería demasiado evidente su debilidad.
Me sorprende mucho que con 65 años de historia, uno de los más antiguos del mundo, siga teniendo la endeblez y la falta de difusión ante la industria internacional. Sé que es fácil hablar desde fuera sin conocer el complicadísimo y difícil mundo de los festivales de cine, pero creo que Donosti debería aclarar sus líneas programáticas, definir qué prioridades tiene en el mundo audiovisual, su relación con la industria del cine español, latinoamericano e internacional, etc.
4.Medios. Thierry Frémaux lo tiene muy claro. Acaba de decir que Cannes existe por los medios. Sin medios de comunicación (importantes) no existes y por eso cuidan tanto a la prensa. En este sentido Donosti tiene a sus pies a todos los medios de comunicación españoles….y hasta ahora a buena parte de los latinoamericanos. Ir a un festival es muy caro. Se ha jugado la baza, como se hace en muchos festivales, de pagar parte de los días de estancia a la prensa más importante pero aún así, sigue siendo muy caro. Por tanto, ¿tiene sentido gastar dinero en ir a un festival que programa lo que ya tienes referenciado y acabes viéndolo de una forma u otra en cines, plataformas o pirateado sin el plus adicional de la novedad y la primicia?
Donosti tiene muy poca prensa internacional. De la generalista no va nadie (Ni Liberation, ni Le Monde, ni The Guardian, ni FZ, ni prensa italiana… ni na). De la especializada hay cierta cobertura: hay un acuerdo con Variety que cubre bastante bien lo relativo a industria y a la programación. Screen también está pero creo que THR no manda nadie a SS. Este déficit mediático internacional está en relación con la programación. Recuerdo cuando fue el estreno mundial de “Melinda y Melinda” en 2004 se hizo eco hasta The New York Times. Hoy por hoy, Donosti sale más en los medios internacionales por su excelente cocina que por su festival de cine…que tiene 65 años!
5.Programadores…Son los mejores? Quién y como se eligen? Por cuanto tiempo? Con que trayectoria y currículum? Etc, etc.”
Debido a un artículo publicado en este blog me he visto obligado de redactar una contra-replica enumerando las virtudes del Zinemaldia:
1-El Festival Internacional de San Sebastián se ha convertido por derecho propio en el cuarto festival competitivo despues de Cannes,Venecia y Berlín.Quiza sea el hermano pequeño de estas pero destaca en otros frentes potenciado por sus vínculos con América-Latina y Europa.
2-Los festivales de categoría A apuestan por nombres de renombre mientras que el Zinemaldia arriesga y plantea nuevos directores y cineastas.
3-El certamen donostiarra es un fiel reflejo del buen momento del cine Latinoamericano y español.
4-Tanto en Europa y Latinoamérica la repercusión mediática es considerable y visibiliza no solo a nuestro país sino a la bella ciudad donostiarra.
He querido dejar otro punto de vista de como muchos vemos en la actualidad el Zinemaldi.Todo esto desde mi cariño y respeto a vuestro blog.
PDT:El Festival Internacional de Toronto no es considerado competitivo!
Interesante artículo, gracias. Pero una ligera corrección: sí The Hollywood Reporter manda a gente a San Sebastián, dos críticos (Neil Young y yo), y Pamela Rolfe, un periodista qué escribe sobre la industria. Un saludo
Jonathan, qué cobertura habéis hecho en San Sebastián? Te sigo y creo que no hay un solo artículo tuyo. De Pamela uno.
Llegarán 😉 … Sí estamos pero es totalmente cierto, falta más prensa internacional en San Sebastián.
A ver Bullock, sigues repitiendo los falsos lugares comunes donostiarras. San Sebastián no es el cuarto festival en importancia. Y todavía resulta menos afortunada la expresión de “se ha convertido”, porque de hecho la dinámica actual es que Locarno cada vez le saca más distancia.
Igualmente es hilarante eso de que San Sebastián arriesga, cuando su sección oficial es en su mayoría muy convencional. Si no tiene más directores famosetes es porque prefieren otras citas.
Por otro lado, el mejor cine latinoamericano raramente se proyecta aquí como estreno. “No intenso agora”, “Arábia” o “Cocote” venían de otros festivales, y el film más reputado de año, “Zama” ni siquiera se ha pasado aquí. Salvo Ripstein, ningún otro director latinoamericano de postín estrena en Donosti. Es más, Locarno suele tener mejores estrenos latinoamericanos; es así de triste.
Estoy muy de acuerdo con el post y con las puntualizaciones de Genjuro. Sobre todo en lo de la apuesta por cineastas menos conocidos: está claro que son los más conocidos de los que quedan “libres”. De hecho el problema es ese. Muchos autores de prestigio prefieren ir a Locarno porque ahí no se considera negativo que una peli sea “rara” o “difícil” (la prensa del festival suizo utilizaría más términos como “original” o “desafiante”), mientras que el público de San Sebastián no las acoge de tan buen grado. Y por eso se terminan quedando los restos de otros festivales.
Y aunque Toronto no sea competitivo, si proyectas las mismas pelis que ellos, que ya han sido cubiertas por la prensa, no puedes ser primicia. Es más, si se piensa bien, todavía es más triste que sin ser competitivo le robe las pelis a SS. Este año hasta con algún estreno español.
Para tener portadas les quedan los premios Donostia y las pelis de los Goya (aunque como comento, este año alguna no era ya estreno mundial).
Sin embargo, no soy tan crítico con el festival. Considero que es una buenísima actividad cultural para la ciudad que les acerca el cine del año. Es un evento magnífico, pero solo para los locales. Internacionalmente se ha quedado atrás.
Solo una puntuación sobre el post original. No veo malo que se relacione más San Sebastián con su cocina que con su festival de cine. Este dato no dice mucho porque creo que aunque fuese el primer festival del mundo posiblemente siguiese siendo así. Esto no dice nada en contra del festival de cine, sino que habla muy a favor de la gastronomía donostiarra.
Vaya titular ridículo el de este post con la comparativa, qué tendrá que ver los cojones con comer trigo.
Por cierto, periodista de The Guardian, había. Pero da igual, oigan, publiquemos sin contrastar…
Aquí lo que ocurre es que, más allá de los problemas del Festival de San Sebastian que existen, eso es evidente, parece que hay un ánimo año tras año en desacreditarlo. Y desde este blog pues se sigue esa tradición. No lo cubren, ni lo viven, ni informan de primera mano…, pero le dan repercusión a un comentario personal negativo al festival.
Solo los que han estado en San Sebastian saben lo especial que este festival es. No conozco a nadie que haya pasado un par de días en el Zinemaldi y no le haya generado un mínimo de adicción. Pero oigan, continúen machacando.
Y sí, la gastronomía en esa zona y región es muy mediática y famosa, ¡afortunadamente! Los acreditados y público del festival nos ponemos las botas.
Salidos veloces
Saludos veloces
Elsupersonico, hemos estado los dos años anteriores en San Sebastián y no he visto la magia que tú dices, más cuando hay que hacer colas de una hora para ver cada película 😉
Yo es el tercer año que acudo y suscribo el texto del artículo, que deja claro que es totalmente compatible que deje satisfecho al espectador (de hecho yo vengo por puro placer) con que sea un relativo fracaso como festival A.
Quizás el festival de Europa con mejor programación para el espectador sea la Viennale, pero claro, no es festival A, sino que recopila lo mejor del año ya visto en otras citas. Donosti está un poco a medias de ambos modelos, y tras la potenciación de la sección Zabaltegi, está claro que brilla mucho más como recopilatorio que como festival A.
Vale, ¿Alguien más a leído el texto pensando que era un análisis de la verdadera Manohla Dargis? estaba flipando y pensando “para que luego digan que no es internacional” jajaja.
A ver la sección Perlas no falsea nada, algo similar existe tanto en Locarno como en Karlovy Vary, y supongo que en todos los clase A que no son los tres grandes, una selección de películas ya estrenadas a las que se le concede el premio del público. En Locarno suele ganarlo películas más amables como Un funeral de muerte, El caso Fritz Bauer, Yo, Daniel Blake o, este año, La Gran Enfermedad del Amor.
Es un contrapunto lógico a una sección oficial, enriquece la oferta, no hay ningún motivo real para pensar que quitando Perlas suba el prestigio del festival.
No es comparable lo de Locarno con Donosti. El festival suizo tiene tres secciones que son estrenos mundiales o internacionales en su mayoría, el concurso internacional, Cineastas del Presente y Signos de Vida, y la calidad de su selección suele ir mucho más allá de la sección principal (sin ir más lejos este año proyectaron en Festivalscope media docena de títulos de Cineastas del Presente y el nivel medio del mismo me pareció superior al que te sueles encontrar en la competición principal donostiarra). San Sebastián tiene dos secciones, la oficial que en su mayoría son estrenos únicamente europeos, y nuevos directores, cuyo nivel es realmente pobre.
En el lado de la recopilación, Locarno sólo tiene la Piazza Grande, que busca un cine más amable para el público local (de hecho se proyecta al aire libre) y que a menudo ni viene de las otras grandes citas europeas. Mientras tanto Donosti tiene Perlas, Zabaltegi y Horizontes Latinos, que repescan títulos principalmente de los otros festivales A (incluido Locarno).
Donosti tiene sus virtudes, sobretodo para el espectador de a pié, pero la percepción que hay en España del mismo está muy fuera de la realidad, alimentada por el chauvinismo de los medios.
Redacción:
Si no habéis visto la “magia” hacéroslo mirar, será la envidia. Las colas solo reflejan que es un festival que tiene TODO vendido y el público se vuelca. Muchos miles y miles de personas al día.
Claramente solo buscais contribuir al descrédito, vaya usted a saber por qué. Deporte nacional, ése que a veces criticáis cuando el evento o la película sí os gusta.
¡Pero qué sabréis vosotros de información rigurosa!
Saludos veloces
No he visto ni un post en este “blog del cine español” (me descojono) donde se haya reseñado la acogida de las pelis “españolas” en San Sebastian.
Se ha preferido publicar un comentario personal crítico con el festival en genera. Curiosa coherencia.
Pero bueno, nada nuevo bajo el sol por estos lares.
Saludos veloces
Es curioso que bajo el franquismo el Festival brillara mucho más. Supongo que luego se han juntado muchos factores para explicar su decadencia: competencia de otros festivales, falta de presupuesto y directores y programadores no muy atinados.
San Sebastián es un lugar excelente para ver cine, pero ahora es poco más que un festival de preestrenos. Su relevancia internacional es mínima, y la gente que trabaja en el medio sabe que la parte industrial es ínfima.
Si no hacemos reseñas de San Sebastián es porque este año no hemos ido al Festival. Este año no teníamos presupuesto. San Sebastián es una de las ciudades más caras de España y el precio del alojamiento está por las nubes.
Genjuro, no creo que Locarno se pueda comparar para nada con SS. Ellos se caracterizan por un cine experimental y extremo dirigido a un sector de la crítica y público muy reducido. SS podrá criticarse todo lo que se quiera, y es cierto que Toronto le ha hecho mucho daño, pero los nombres que atrae son mucho más grandes que los que atrae Locarno. De hecho acabo de echar un vistazo a los títulos fuera de concurso que se han proyectado en los últimos años y son el último Bourne, Atomic Blonde…el blockbuster que se estrene esa semana. Luego entran los gustos de cada uno…
Carlos, no estoy de acuerdo. Locarno ha sabido encontrar su leit motiv y ahora mismo está varios peldaños por encima de Sanse en todos los ámbitos, reputación incluido. Sanse se ha convertido en un evento cultural más que Festival de cine. Para valorar un festival no debemos basarnos en las películas que se proyectan en nosécuántas secciones y especiales -es fácil traer pelis que ya han pasado por otros sitios- sino en las premiers. Y Sanse, al contrario de Locarno, no tiene (bueno, sí, Handia este año).
Eso sí, merece la pena un artículo como este detallando las virtudes del festival, que las tiene (y no pocas). Para empezar, a nivel organizativo es una maravilla.
Podemos debatir la importancia de las figuras que van a Donosti (que Locarno también pasea a sus estrellas), pero la clave es ¿a quién le importa? A nivel internacional es irrelevante quien va o deja de ir al festival, porque son títulos en su gran mayoría ya estrenados. Si es por nombres o estrellas, el London Film Festival le da muchas vueltas, por ejemplo.
¿Qué estrellas pasea Locarno, Lav Diaz y Abel Ferrara? El hecho de que la crítica más dura tenga al festival en un pedestal no implica que tenga mayor repercusión comercial o a nivel de público general. Pero bueno, cada uno tenemos nuestra opinión. Por cierto, ¿alguno vistéis la ceremonia de clausura en televisión? Yo solo pillé cuando Malkovich anunció la Concha y me pareció oir abucheos? Lo poco que he visto de The Room más que gracia me sugiere una persona con problemas mentales, así que la idea de The disaster artist me parece un poco problemática…
¿Y Pororoca, para mi la mejor película del certamen? ¿y la última película del maestro Suwa, protagonizada por el maestro Jean Pierre Leud, la preciosa “Le lion est mort ce soir”? Y aunque fue fallida ¿el estreno de la última película del director de “Miss Violence”? y ¿”Sollers Point” un fabuloso estreno de cine independiente USA, que todos los medios están reseñando, y que acaba de conseguir distribución en USA?
¿Y la sección Nuevos Directores?
Pero menos mirarse al ombligo. Yo voy como público y realmente para mi es un disfrute total, pero el público no es lo que da caché a un festival. Tampoco los medios, aunque efectivamente hace falta más presencia de medios internacionales, pero solo hace pasarse por Variety, Hollywood Reporter, The Guardian, The playlist etc… para saber que estuvieron allí.
Lo que de verdad marca un festival es la industria y realmente ahí San Sebastián lo está haciendo muy bien.
Pero vamos a tirar de tópicos, decir que es una porquería y destruir en vez de construir, que es lo que se lleva en este país.