Tras un llamativo debut en 2012 con Insensibles, Juan Carlos Medina regresa a la pantalla grande con la adaptación cinematográfica de la novela Dan Leno and the Limehouse Golem, un relato gótico escrito por Peter Ackroyd.
En The Limehouse Golem se narra el horrible destino de una joven actriz, Elizabeth Cree (Olivia Cooke), quien se enfrenta a ser ejecutada en la horca acusada de asesinar a su esposo, John Cree (Sam Reid). La muerte de Lizzie parece inevitable, hasta que el inspector John Kildare (Bill Nighy) se hace cargo del caso del Golem, un asesino en serie nefasto y calculador, que mata inocentes sin ninguna conexión por todo el distrito de Limehouse.
El film nos sumerge con efectividad en los suburbios londinenses de la época victoriana, con unos interiores muy bien cuidados y un trabajo de fotografía e iluminación destacables; este amplio uso del plano interior nos lleva a introducirnos aún más en la gran obra teatral que es toda la película y que desde un inicio conduce Dan Leno (personaje interpretado muy convincentemente por Douglas Both).
El desarrollo del relato está bien ejecutado, sin giros de guion “tramposos” (habituales en este tipo de narraciones gótico-policiales) y con un plantel de actores absolutamente solventes y metidos de lleno en sus personajes. No faltan los guiños en la banda sonora, perfectamente escogida y en la que los conocedores de la música de la época encontrarán más de unareferenciaa la trama.
Tal vez las mayores pegas de la cinta las encontremos en la longitud del metraje – algo excesiva para la historia que se pretende narrar – y en la configuración del guion. Y es que, si bien la historia que proporciona Ackroyd es efectiva como novela, el libreto diseñado por Jane Goldman peca de simple en ciertos momentos a pesar del esfuerzo del equipo artístico por sacarle brillo. La tensión del film está en ocasiones mal distribuida, lo que puede llevar a perder el interés hacia el final del primer tercio; por suerte, la segunda mitad de la cinta recupera el tono y lo acelera, tal vez excesivamente en los minutos finales: sin entrar en el spoiler, un mayor análisis de los auténticos motivos de nuestro asesino en serie hubiese aportado un final más brillante.
En resumen, The Limehouse Golem se trata de un film más que aceptable y sin estridencias, donde los defectos pesan menos que la solvencia de la historia. Una película que cumple lo que promete y que no defraudará, especialmente a los amantes del género.
NOTA: 6’5
Laura Enríquez Madero