Ya hemos lamentado anteriormente cómo el cartelismo cinematográfico dejó hace tiempo de ser considerado un arte en nuestro país. El último ejemplo lo tenemos con el inane póster oficial de Morir, al que ya podemos coronar como el más soso del año.
Por suerte, la película cuenta con otros importantes estímulos, ya que supone el nuevo largometraje dirigido por Fernando Franco tras la notable Herida y está protagonizado por dos monstruos de la interpretación como Marián Álvarez y Andrés Gertrúdix.
Morir formará parte de la Sección Oficial de San Sebastián (fuera de concurso) y se estrenará en cines el próximo 29 de septiembre, de la mano de Golem.
¿De qué va Morir?
Las vidas de Luis y Marta se ven abruptamente paralizadas. Las mentiras, la culpa y el miedo ponen a prueba la estabilidad y el amor de la pareja.
La imagen quizá sea sosa, pero me parece que la antítesis entre título e imagen es uno de los juegos más inteligentes que hemos visto en un cartel últimamente. Me parece que por una vez han pensado un poco más que sencillamente “un cartel bonito”, si bien es cierto que podrían haber profundizado un poco más en esta idea.
Bastante ramplón
Hostias aikugur sí que has hilado fino… te refieres al hecho de que los personajes no aparecen muertos?
Bueno, Anton, no es eso. Más bien parecen enamorados disfrutando de la vida. Parece la foto opuesta a algo que se llama “Morir”.
aikugur, como bien dices podrían haber aplicado ese concepto con un diseño más creativo.
Me recuerda en concepto al de “Amar” de Esteban Crespo. Ojalá les vaya mejor pero no pinta bien que una película tan atractiva, a priori, no entre en Competición en San Sebastián.
Qué nos gusta un oráculo!
Se confunde sosería con sobriedad. Una propuesta elegante y lejos de cualquier cartel efectista.
para insulso el artículo…
El cartel me parece precioso. Es cierto el contraste entre el título de la película y la cara sonriente de los protagonistas de la fotografía, es muy desconcertante y curioso
A mi tambien me gusta mucho el poster. Pero las criticas deberan ser excepcionales para que la gente acuda en masa a ver una peli con ese argumento. Tiene que ser dura de narices