Los debuts son siempre algo mágico para un director: es el momento en el que puede transmitirle por primera vez al mundo esas ideas que hacía seguramente mucho tiempo le rondaban por la cabeza. Esta ha sido la gran oportunidad de Marga Melià, la primera directora de Baleares, lo cual es todo un honor para esta joven cineasta.
“Bittersweet days” narra una historia sencilla situada en Barcelona sobre una joven que mantiene una relación a distancia con su novio mientras crea una relación de amistad muy especial con su compañero de piso y que empieza a tener dudas sobre lo que realmente quiere.
La sencillez de un argumento no debe ser problema alguno para que una película funcione. En este sentido véase “Requisitos para ser una persona normal” de Leticia Dolera: una película sencilla pero llena de alma y de buenas interpretaciones. Además, su forma de narrar desprendía un original aire indie que le otorgaba personalidad a la película, que la hacía distinta y ante todo especial. Esto es lo que le ha podido faltar a “Bittersweet days”. Estamos ante una obra simpática, fresca y bastante entretenida con un buen ritmo (cosa que no siempre es fácil) pero le falta alma, ese elemento que hace que una película quede en nuestra mente, ya sea en su totalidad o bien por escenas concretas.
“Bittersweet days” contiene momentos tiernos como también cómicos que son correctos aunque carentes de cierta fuerza. Estamos ante un film comedido que por momentos sabe a poco pero que dejará a todos con una sonrisa al salir de las salas. Un gran acierto de la directora fue la elección de la banda sonora que logra aportar mucha frescura y cierta personalidad a su conjunto. Sin embargo, nos quedamos con las ganas de que se arriesgue más en cuanto a su tono, sus intenciones y sobre todo diálogos más profundos y perspicaces. Aún así “Bittersweet days” es una película entretenida que se deja ver y que logra transmitir buenas vibraciones.
Gabriela Rubio
Nota: 5,5
