Después de publicar una breve crítica de la “hitchcockliana” película de Rodrigo Cortés “Enterrado”, recibí varios comentarios vuestros de que preferíais en algunos aspectos su obra anterior “Concursante”, con lo cual movido por la curiosidad alquile la citada cinta para su visionado.
La historia, escrita también por su director, gira en torno a Martín Circo Martín (magistralmente interpretado por Leonardo Sbaraglia), un joven profesor asociado de historia de la economía, que logra ganar el mayor premio en un programa de televisión, siendo este de 3 millones de euros, pero no en metálico, sino desgraciadamente en bienes de alto “standing”.
La idea principal de la película me gustó mucho y la considero de gran interés informativo para cualquier persona que esté pensando en pedir un crédito bancario, ya que describe de forma muy gráfica y clara el funcionamiento de los grandes “amos” de nuestros días, que no son otros que los bancos. También describe con un buen ejemplo la estafa, o mejor dicho la trampa de los premios “publicitarios” que podemos llegar a ganar en cualquier concurso, y sobre todo de cómo el gobierno saca “tajada” de todo ello.
Técnicamente la producción está bien realizada e interpretada, aunque bajo mi punto de vista, creo que el director abusa demasiado de efectos digitales en un montaje innovador, pero más idóneo para una campaña de publicidad que para un largometraje.
El film estrenado el 12 de diciembre de 2006, ganador del premio de la crítica del festival de Cine de Málaga 2007 y de las Biznagas de Plata al Premio de la Crítica y de la mejor fotografía “Premio Fotofilm Deluxe”, recaudó en las salas comerciales de nuestro país 274.994,34 € con unos 53.552 espectadores.
Me despido, con la intención de ver el cortometraje de Rodrigo Cortés “15 días” y de contaros qué me ha parecido, aunque visto lo visto hasta ahora, creo que no me decepcionará.
Antonio David Peña Alcarria
La película es interesante pero ‘Enterrado’ me parece más sólida narrativamente y mejor realizada visualmente. ‘Concursante’ adolecía, como dices, de un efectismo innecesario y que para mí era muy molesto.