CRÍTICA DE “EL BAR”, EL MEJOR ÁLEX DE LA IGLESIA NOS SIRVE UN MAGNÍFICO CÓCTEL DE MIEDO, EGOÍSMO E HIPOCRESÍA

¿Seguimos siendo los mismos cuándo nos encontramos ante una situación límite en la que el miedo se apodera de nosotros? Álex de la Iglesia nos plantea esta situación en su nueva película “El bar” que, como bien indica su título, la trama comienza en un bar en Madrid donde unos desconocidos entran en él sin saber que en un segundo todo cambiará y que una mañana cualquiera se convertirá en su peor pesadilla.

Álex de la Iglesia incluye en sus películas una buena dosis de locura y algunos incluso se atreven a tacharlas de sinsentido. Sin embargo, toda locura alberga verdad. Y esa mezcla (de locura y verdad) es lo que hace que una película cobre vida y sea eficaz. Este es el caso de “El bar”, una deliciosa locura que comienza con un punto de partida excelente. Parece que en un primer momento estamos en el juego del Cluedo: ¿Qué está pasando? ¿Se encuentra el culpable entre los presentes? ¿Hay alguien que sabe algo más que lo otros? La tensión creada por el director triunfa y uno no puede evitar sentirse incómodo en su butaca, ansioso por saber qué es lo que sucede.

Quizás la película desvele demasiado pronto el pastel y se hubiera agradecido un giro algo más original. Aún así, ello no supone un obstáculo para que el espectador siga interesado en saber cómo va a seguir la historia. De hecho, Álex de la Iglesia no permanece en la superficie centrándose solamente en explicar una historia curiosa, sino que ha sido muy meticuloso a la hora de construir a sus personajes. Hay una escena en la que el miedo, el egoísmo y la hipocresía son reflejadas de manera brillante y sin grandes recursos. Un cara a cara entre los personajes manifestando sus penas, sus desgracias pero sin escuchar a los demás. Un grito de ayuda pero sin estar dispuestos a ayudar a los demás. Así es cómo se hace cine. Bravo, Álex.

Todos los actores están esplendidos en cada uno de sus papeles. Cabe destacar a un Secun de la Rosa que nunca decepciona y que perfectamente domina tanto el drama y la comedia, como también una Terele Pávez cuya interpretación deja embobado al espectador. “El bar” nos ofrece a unos sorprendentes Mario Casas y Blanca Suárez como siempre los habíamos querido ver. Álex de la Iglesia saca lo mejor de ellos y parece ser cierto que detrás de unos buenos actores hay un gran director. Da gusto ver cómo Álex logra sacar lo mejor de sus actores. Las estrellas del reparto son sin duda Carmen Machi y un Jaime Ordoñez que brilla con luz propia con un personaje que produce auténticos escalofríos.

Uno de los peros que hay que ponerle a “El bar” es su última parte en la que Álex elige un camino que se desmarca totalmente del tono inicial tan brillante de la película. No es un mal camino, pero tampoco el mejor (incluso no podemos evitar penar en algún momento en Tomb Raider”). El director también llega a abusar demasiado de su actor estrella, Jaime Ordoñez, llegando a cansar al final y sin causar ese impacto inicial del personaje.

“El bar” es una buena película, que no sólo plantea una situación terrorífica que inquietará a todo espectador, sino que también realiza un retrato del ser humano. Un retrato del que no sale nada favorecido. La hipocresía y el egoísmo son los grandes protagonistas que estarán presentes de principio a fin. Atentos a la escena final. Brillante.

Gabriela Rubio
Nota: 8