El miércoles celebrábamos informábamos de la dimisión de Antonio Resines como presidente de la Academia de Cine por divergencias con la Junta Directiva.
Hoy, según informa el diario Público, hemos sabido que Resines fundó una sociedad mercantil, con sede en la Academia de Cine, dos semanas antes de la entrega de los Premios Goya. Esta maniobra inédita en la historia de la entidad -jamás una sociedad había organizado y gestionado los fondos de la gala- sería legal, según palabras del propio Resines, pero, según sugiere Público, desde la Academia algunos entienden que podría no ser así, ya que podría vulnerar la ley 12/1991, que regula las agrupaciones de interés económico.
Parte de la Junta reprobaría el hecho de crear esta sociedad sin consulta previa ni ser deliberado mediante asamblea. También se ha sabido que las entidades colaboradoras para los Goya recibieron mediante una carta la indicación de no realizar su aportación económica en las cuentas de la Academia, sino en las de esta empresa privada creada por Resines, de nombre Premios Goya 2016 AIE.
Mañana se dirimirán estas cuestiones en la junta. Mientras, la reputada figurinista Yvone Blake ha tomado el mando como presidenta en funciones de la Academia de Cine. En las próximas elecciones se sabrá si ocupa el cargo definitivamente, siendo probable que se repita un vacío en la presentación de candidatos.
¡Vaya tela!
¿No hay alguna foto de Resines como si estuviera muy muy muy sorprendido?
En este este artículo se habla sobre el papel de las AIE en la producción de películas
http://www.audiovisual451.com/las-agrupaciones-de-interes-economico-la-llave-de-la-produccion-del-cine-espanol-en-2015/
El artículo de Público es bastante injusto con Resines ya que da a entender cosas que no son, acusándolo de crear “una empresa privada”, cuando lo que hizo la Academia fue una AIE de la que el 99% de la titularidad es de la propia Academia y un 1% de Resines. Y esto es así porque la ley obliga a que una AIE tenga dos socios.
En la Academia nadie acusa de malversación ni de nada parecido a Resines. El problema no es tanto que se creara una AIE para obtener más fondos para la Academia (que ese era el único y loable objetivo del Presidente) como la manera en que se hizo y la falta de información hacia la Junta y la Asamblea a la hora de tomar la decisión. Personalmente soy crítico con esta manera de proceder por parte del Presidente, pero es extremadamente injusto acusar a Resines de nada más.
Y recordar que el Presidente de la Academia NO tiene salario.
Totalmente de acuerdo con el comentario de Tono. La cosa va por ahí: no ha gustado su proceder (como es lógico) pero no creo que haya dudas respecto a temas de malversación y demás. Aun así me parece que la actuación no es correcta, aunque el problema de la Academia va más allá. Se necesita gente con mentalidad de este siglo.