Este viernes 3 de junio se estrena en cines la película ‘Acantilado’, dirigida por Helena Taberna e inspirada en la novela de Lucía Etxebarría ‘El contenido del silencio’. Tras salir a la luz la noticia de un suicidio colectivo vinculado al mundo de las sectas, Gabriel (Daniel Grao), personaje protagonista del filme, viajará a la isla de Gran Canaria en la búsqueda de su hermana (Ingrid García Jonsson) desaparecida.
Hemos tenido el placer de entrevistar a su protagonista, Daniel Grao, visto este año también en ‘Julieta’ (Pedro Almodóvar), que nos ha contado las singularidades de su hermético personaje, así como secretos del rodaje como la no inclusión de una dura escena junto a Juana Acosta, coprotagonista del filme. Os dejamos con sus palabras.
Daniel, ¿en qué te sientes identificado con tu personaje Gabriel (personaje de ‘Acantilado’)? ¿Qué dificultades has tenido a la hora de meterte en el papel?
Cuando él cree realmente que a su hermana quizás no la va a encontrar con vida, en varios momentos de la historia yo me emocionaba más desde Daniel y es allí donde tuvimos un tira y afloja con Helena, ya que ella me recordaba que no era yo, que era Gabriel y no Daniel. En ese aspecto, a lo mejor tenía más facilidad para vincularme a la cuestión emocional pero a ella le interesaba describir un personaje más hermético, más frío y con dificultades en vivir y en ser comunicativo desde lo emocional. Precisamente estaba plasmando a una persona con esa dificultad, más fría, más sufridora por no poder sacarlo. Quizás eso es lo que nos distingue.
Con respecto a lo que me he podido sentir más identificado, yo creo que al final uno tiene algo de todos sus personajes o todos sus personajes tienen algo de uno porque los partes de ti y los haces o con tu propia experiencia o con lo que te imaginas o hayas visto. Además, creo que en mayor o menor medida todos ocultamos, no nos enfrentamos absolutamente a todas nuestras zonas oscuras a pecho descubierto, sino que muchas veces las vamos dejando para más tarde y a lo mejor es la propia vida la que te tiene que poner contra las cuerdas para que al final te enfrentes a ese tema. Y luego hay cosas universales que todos podemos sentir, como la culpa; como si pudieras haber hecho algo antes en esa relación, antes de que se alejara ya definitivamente.
¿Y crees que Gabriel en algún momento de la película en la búsqueda de su hermana se encuentra a sí mismo?
Este viaje geográfico es un viaje interior y al final, sin que él lo sepa, va a suponer un encuentro consigo mismo y empezará a plantearse consciente o inconscientemente que esa vida aparentemente sólida en realidad se está apoyando en una base muy endeble. Este tipo que podríamos definir al principio de la película como exitoso y con estabilidad en realidad está en una base muy débil, muy frágil. Es fiscal, y a pesar de que le ha costado llegar hasta ahí, no lo celebra apenas. Es alguien tan mental que no quiere, evita arrastrarse emocionalmente por las cosas, y ahí ya hay una pincelada de ese carácter.
En esta película, o incluso en otras, ¿en qué parte influye el director a la hora de meterte en el personaje?
Personalmente, me gusta que haya una dirección, es decir, me parece muy bien una libertad, pero una libertad después de haber sentado las bases de forma muy clara el director y yo. Dentro de esa estructura, el poder moverme libre sería lo ideal, pero te tengo que confesar que me va la caña como actor, no en el trato pero sí que haya una exigencia, porque cuando la hay por parte del director y quiere sutilidad y no le gusta el trazo grueso sino hacer un trabajo por capas, me gusta ese tipo de trabajo. Siempre es positivo que haya una demanda de ir añadiendo aspectos a mi personaje porque desde mi punto de vista el trabajo es infinito, por lo que siempre hay algo más que se puede pedir , o de otra manera. Me gustan los directores exigentes.
¿Qué escena de ‘Acantilado’ te ha costado más?
La escena que más me ha costado no está en la película (Risas). Contestando también a la anterior pregunta, el director al final acaba de hacer la película en la sala de montaje y entonces muchas veces te pide distintas versiones o distintas posibilidades pero luego va a elegir en la sala de montaje la película que finalmente quiere. Nosotros tuvimos una escena, hay parte que sí aparece que es cuando yo creo que mi hermana definitivamente está muerta y entro en casa y hay un desmorone, que es la primera vez por parte de Gabriel, mi personaje, y es cuando contacta realmente con qué le está pasando. Luego eso seguía y el primer contacto sexual que tenían nuestros personajes, el de Juana y el mío, era en esa situación tan a contrapelo pero tan real porque, de alguna manera, habitaba la muerte y el sexo en ese mismo suelo del salón de una forma bastante animal, pero romántica porque la situación era la que era. Era desde el dolor de la pérdida y desde intentar reconfortarnos como una especie de confusión y que los cuerpos de pronto van solos. Luego Helena decidió que era demasiado turbio y prefirió no ponerlo, cosa que nos dolió porque fue difícil mezclar esas dos energías.
Y, aparte de esa escena inédita, ¿que momentos del rodaje te han marcado especialmente?
Recuerdo lo que me ayudó: el lugar, el paisaje. Te transportaba directamente. Mirar por esos acantilados reales ayudaba muchísimo al trabajo. Lo atmosférico de la película de alguna manera estaba ahí ya en el paisaje y en la climatología. Hacía frío, y había mucho viento lo cual le da un toque visual a la película que le da mucha fuerza.
¿Cuál ha sido el papel más complicado a lo largo de tu carrera?
Mas que complicado, el personaje con el que más me expongo, más me abro emocionalmente es en teatro y es con “La piedra oscura”. El viaje emocional por el que pasa Rafael Rodríguez Rapún, mi personaje, lo que yo tengo que asumir en esa hora y diez minutos de función son cosas muy graves que tienen que ver con la propia vida y la pérdida de ésta y asumir eso en escena cada noche es un viaje emocional que considero de los más potentes que he vivido. Luego, a nivel más técnico, un personaje más alejado de mí ha sido la composición de Mario Conde, ya que tuve que construir a este personaje trabajando esos andares, esa forma de mirar y era alguien muy alejado a mí.
Háblanos de tus futuros proyectos.
De momento estrenar “Julieta” en muchos países. Se acaba de estrenar en Francia y en Italia y nos queda paseo por el mundo. En septiembre está prevista la emisión de la miniserie “La sonata del silencio” en televisión española. Volvemos por tercera vez a Madrid también en septiembre al teatro Galileo con “La piedra oscura”. Y he sabido estos días que seguramente empiece a rodar “La catedral del mar” entre Barcelona y Madrid en septiembre.
¿Cuál es la última película española que hayas visto y recomendarías a nuestros lectores?
Recomendaría “Kiki, el amor se hace”. Es una película muy gamberra y muy fresca para este verano.
¿Por qué la gente debería ir a ver “Acantilado” y “Julieta”?
“Acantilado”, porque es una película poco común. Las películas que están en mayor peligro de extinción en nuestro cine son esta clase de películas, las de autor ,como “Acantilado”, que queda un poco en medio entre la película “indie” de cuatro colegas que se juntan y hacen una gamberrada y la llevan adelante y entre una superproducción tipo “Palmeras en la nieve”.
En cuanto a “Julieta”, creo que otros asuntos que no tienen que ver con la película pueden haberla enturbiado y eso no debería haber sido un motivo para perderse una película tan especial en la filmografía de Almodóvar como es “Julieta”.
Autora: Gabriela Rubio
A mi precisamente Grao me parece de las mejores interpretaciones de Julieta, junto a Jenner que es de una frescura alarmante, la joven Parés que es muy creible y en esa escena de reencuentro Julieta/su madre, Susi Sànchez està excelsa (igual que Cuesta en la ùltima parte).