“HAY MUCHAS PAREJAS QUE VIVEN SIN AMBICIÓN Y EN UNA ZONA DE CONFORT”. ENTREVISTA ALAIN HERNÁNDEZ, PROTAGONISTA DE ‘EL REY TUERTO’

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El actor catalán Alain Hernández se marcó en 2015 un “Antonio de la Torre”, irrumpiendo en su madurez en la escena nacional por la puerta grande y convirtiéndose en uno de los actores con mayor proyección en nuestro cine.
Con motivo del estreno este viernes de ‘El rey tuerto’, hemos tenido el placer de entrevistarle y hablar sobre su aplaudida encarnación de David, un policía antidisturbios de pensamiento cafre que verá su vida tambalearse ante el abandono de su mujer.

Os dejamos con nuestra entrevista a Alain Hernández:

Alain, te hacemos la misma pregunta que le hicimos a Miki Esparbé: ¿cómo ha sido la separación de tu interpretación en los escenarios de la obra teatral a la del largometraje?

La única dificultad era adaptar la técnica de interpretación de cine, es decir, estar pendiente de las marcas, de foco, tiro de cámara… La interpretación implicaba recuperar aquél primer tono de la obra de teatro en la sala FlyHard, que es donde empezamos. Se trata de una sala de 40 butacas donde las interpretaciones eran muy contenidas y la respiración la oía hasta el de la fila de detrás. Con el tiempo, con todas las funciones que hicimos en teatros importantes, evidentemente se va haciendo más grande la interpretación porque tienes que llegar a la fila 15, lo que implica que se pierdan algunos matices que había en la primeras funciones. Así que, había que recuperar un poco eso a la hora de rodar la película.
Nos sorprendimos mucho al ver los planos cortos por las reacciones de cómo escuchas a los otros compañeros y de ver cómo te salen reacciones y gestos de los que no eres consciente en teatro. Es guay.
No hubo gran dificultad por mi parte al adaptarlo al cine, aunque sí hay complicación a la hora de repetir y repetir las escenas hasta que encuentras la toma buena por falta de luz o por haberse uno equivocado en algo. Esa sí es probablemente la mayor dificultad.

Has pasado de una superproducción (Palmeras en la Nieve) como Jacobo, a una película de autor, ¿qué diferencias has encontrado?

No hay comparación posible. Es como si te pones a jugar a futbol y luego al dominó. Cada juego tiene sus reglas, cada juego tiene su atractivo, sus cosas; y juegas igual de intenso a una cosa y a otra pero tienes que adaptarte sin dejar de jugar a tope. Yo he interpretado con la misma intensidad a Jacobo y a David. La diferencia es que llevas ropa distinta y tienes intenciones diferentes, pero “Palmeras en la nieve” era todo un espectáculo desde que llegabas al set hasta que te ibas, tanto a nivel de vestuario, de decorados, de todo… Era como entrar en un parque temático cada día.
En “El rey tuerto” he disfrutado muchísimo en cuanto a tener esa química que no he tenido en ningún sitio con los compañeros con los que llevas dos años haciendo la obra de teatro. De esta manera, estás jugando de tal forma que ya solo con que te mires un momento a los ojos, sabes qué proceso está teniendo el otro. El tener tan por la mano, dominar tanto los textos y las secuencias y movimientos te da un plus de facilidad que no tienes en ninguna película. Ninguna te ofrece la posibilidad de ensayar durante dos años.
Evidentemente, en “Palmeras en la nieve” sí hubo ensayos con Fer -el director-, los compañeros… pero era mucho más nuevo todo, se vive diferente. También había mucha química con los compañeros, también por la buena amistad que hicimos entre todos nosotros: Mario Casas, Berta Vázquez… No es cuestión de comparar nada, simplemente de diferenciar una película de la otra, las cuales disfruté mucho.

Con respecto a David, tu personaje, ¿crees que su pensamiento representa a una parte importante de la sociedad? ¿Te has encontrado con algún David en tu vida?

No creo que a nivel personal puedas identificar al personaje con una persona en concreto, sino mas bien a nivel de pareja: creo que hay muchos Davids y Lidias. No se plantean muchas cosas, van viviendo el día a día; él tiene su trabajo, ella tiene sus trabajos, sus cursillos, hacen sus vacaciones al año… No son ambiciosos en ningún momento a la hora de vivir, van viviendo bien o lo que ellos creen que es bien. Están cómodos, es esa forma de confort, la cual hemos podido ver en muchas parejas. Pero luego miras hacia atrás y vas viendo que siempre vas haciendo lo mismo. David y Lidia son el reflejo de muchas parejas en la sociedad que no se plantean grandes cosas. Y en cuanto les desmontas eso, llega el caos. A priori están juntos, pero no saben hasta qué punto se necesitan el uno al otro.
Pasa mucho con la violencia machista: a la que la mujer deja al hombre, a éste se le desmonta todo y él es capaz de matarla. Y a priori nadie pensaba que era capaz de eso. Esa locura transitoria de ese tipo de hombre que cree que lo tiene todo controlado, que no necesita a la mujer… En el caso de la película, David, un personaje tan cazurro, cerrado, al verse sin su mujer, enloquece y quiere cambiar para recuperarla.

Dices que es un personaje cazurro, cerrado, y me pregunto si has llegado a comprenderlo, incluso a quererle…

A mi personaje lo quiero mucho. Me da mucha lástima. Me parece muy tierno, demasiado frágil para lo que aparenta ser y por eso empatizo con él. El secreto del éxito del personaje es poder rascar un poco y al ver esa fragilidad, vulnerabilidad del personaje y como hace cambiar al espectador ese cliché, ese estereotipo que presenta en un principio, eso es maravilloso. Al inicio lo repulsas, pero luego al ver la evolución, el viaje que hace, cada vez lo quieres un poco más. Otras veces te vuelves a apartar de él, luego lo quieres abrazar…

¿Qué futuros proyectos tienes?

Estrenaremos“73 minutos” de José Pozo y en febrero de 2017 estrenamos “Plan de fuga” de Iñaki Dorronsoro con Luis Tosar y Javi Gutiérrez. En televisión, la segunda temporada de “Cites”, cuyo personaje va a sorprender mucho. También hay un par de proyectos de cine y televisión que no puedo comentar mucho pero que tiene muy buena pinta.

¿Qué última película española que hayas visto recomendarías?

“Toro”. Más allá de las cosas estéticas y licencias que se ha permitido del guión que a mi no me acaban de convencer creo que es una apuesta muy valiente, una apuesta por el cine de acción que en España no hemos podido ver y que hay que aplaudir. Sobretodo valorar el trabajo de Mario y de Luis.

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Gabriela Rubio

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