Después de ayudar a su amigo Alejandro Amenábar en la realización de sus tres primeros cortos: La Cabeza (1991), Himenóptero (1992) y Luna (1995), al que conoció en sus estudios universitarios en Madrid, se decidió a coger la cámara y debutar como director con el corto “Allanamiento de morada” (1998) en el que aparecen Eduardo Noriega (otro colaborador de Amenábar) y Pepón Nieto. Ese mismo año, con 26 años, ganó el primer premio del Certamen Nacional de Cortometrajes del Festival de Cine de Alcalá , dotado con un millón de pesetas. Al año siguiente realizó su taquillera ópera prima “Nadie conoce a nadie” repitiendo con Eduardo Noriega como actor principal.
El guión escrito por él mismo parece que se basa en la vida del propio autor cuando tuvo que trabajar de vendedor a a domicilio.
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