Me ha consolado ver que una película como No crezcas o morirás encuentre distribución en nuestro país. Y con esto no me refiero a la calidad de la película. En concreto me consuela porque aún hay distribuidores que se arriesgan a estrenar películas de género fantástico o de terror que no vengan producidas por grandes productoras de Hollywood, y lo que en la década pasada esa corriente llegó a tener cierto tirón entre los amantes del género (entre los que me incluyo), ahora mismo parece como si se hubiera extinguido por completo. Recuerdo, en su momento, el estreno de películas como May, Dog Soldiers, Dark Water, Ringu…cintas que, en la actualidad, no habrían encontrado un distribuidor que se interesara por ellas ni por asomo, pues, ahora, la solución mas fácil, es editarla directamente en DVD (menos es nada, eso sí), y a veces ni eso (como ocurrió con el terror extremo francés con cintas como Martyrs, Fronteires o Al’interieuer, que no han visto ni una mísera edición en nuestro país). Por eso, me ha hecho ilusión que una película de este género como No crezcas o morirás (Dont Grew Up) encuentre su estreno en cines…a pesar de lo decepcionante que pueda ser el resultado, como es el caso.
En una isla perdida en medio del Atlántico, un grupo de adolescentes que vive en un orfanato aislado se da cuenta de que su vigilante ha desaparecido. Liam, Pearl, May, Bastian, Shawn y Thomas disfrutan de una noche de libertad, hasta que abandonan el centro . Al llegar a la ciudad descubren el cáos. Una extraña enfermedad ha afectado a los adultos que viven en la isla convirtiéndoles en zombies asesinos que acaban con todo a su alrededor, incluso con sus propios hijos.
No crezcas o morirás parte de un buen punto de partida. Su primera media hora consigue atrapar al espectador ante una presentación de la situación muy conseguida. Primero, por que en su inicio consigue presentar a los personajes de un plumazo a través de videoconferencias (y que son sus títulos de crédito, sin ir mas lejos…es como si no perdiera el tiempo), segundo, por que consigue plantear el discurso de la película desde su inicio (y con algún flashback intenso) en un centro de menores donde los adultos no aparecen por ninguna parte (además de que la sintonía entre los jóvenes resulta eficaz) y tercero, por que cuando arranca el conflicto de los adultos zombies, consigue impactar con un tono áspero y violento que, desde luego, permite al espectador integrarse en el relato con interés e intensidad por ver cómo se desarrollará. Y he aquí el problema, que no desarrolla más. Pasada su primera y estupenda media hora inicial, la película es un viaje a ninguna parte donde sus protagonistas buscan un destino de lo más predecible sin que exista ni un atisbo de la amenaza presentada, ni que profundice en el resto de los personajes. El interés va decayendo paulatinamente sin remisión, ya que el espectador se percata de que sus guionistas y creadores, poco más pueden ofrecer, mostrando una historia de amor insulsa y juvenil (mas propia de Crepúsculo que de otra cosa) que ocupa casi medio metraje. Es como si sus guionistas se olvidaran de todo lo precedente para mostrar una historia bien distinta, marcando un tono de una profundidad y existencialismo que no existe y peor aún, no interesa. El ritmo del relato nunca vuelve a recuperarse, creando una sensación de aburrimiento e incluso de sopor que no la beneficia en absoluto, sobre todo, porque no tiene nada más que contar que no sabíamos en su primera media hora.
Desde luego, el film técnicamente cumple de forma sobrada, y las interpretaciones de los jóvenes cumplen los requisitos correctos, pero esa radicalidad de tonos juega en su contra. Lo que parece un filme coral (es mas, uno así lo cree tras la presentación) termina por despacharlo tras su primera media hora para convertirlo en un largometraje íntimo que no juega en la misma base que estábamos presenciando. Es lo mas cercano a un pequeño engaño, pues además de que nos la presentan como un film de supervivencia y de un virus zombie, al final se convierte en una historia romántica camuflada como si fuera un drama profundo…y de profundo, creedme, que tiene muy poco.
Así, No crezcas o morirás es una pequeña decepción. Me da rabia, porque durante su primera media hora estaba disfrutando de un relato que parecía tener las cosas claras, mostrando un relato muy efectivo con unas presentaciones muy rotundas, pero si a partir de ahí no tienes nada más que ofrecer sin explotar las bases que has creado, y sin ni siquiera desarrollarlas, poco se puede hacer para cambiar mi opinión de decepción. Aún así, cosas de la vida que su director, el francés Thierry Poiraud ya se acercó al subgénero zombie con la mucho más conseguida Goal of the Dead que, curiosamente, ni se ha estrenado en España. Lo dicho, cosas de la vida, que aquí, un espectador, no entiende el estreno de esta No crezcas o Morirás y no de su anterior obra. Quién sabe si en un futuro se estrenará o se editará…quién sabe…
Nota El Blog de Cine Español: 4
Manu Monteagudo