Sin duda, el abrazo entre lágrimas del joven Miguel Herrán y Daniel Guzmán, pupilo y maestro, al descubrir ambos que el primero había ganado el Goya al mejor actor revelación, pasará a la historia de los Premios Goya y también las palabras de Herrán al recoger su premio:
“Has conseguido que un chaval sin ilusiones, sin ganas de estudiar, sin nada que le guste, descubra un mundo nuevo, quiera estudiar, quiera trabajar, y se agarre a esta vida nueva como sino hubiera otra. Me has dado una vida, Daniel. Gracias.”
Sé de primera mano, que el Goya que quería ganar con todas sus fuerzas Daniel Guzmán era el de mejor actriz revelación para su abuela, Antonia Guzmán. No pudo ser, pero le brindó su homenaje al recoger su premio a la mejor dirección novel del año con sus palabras: “Gracias a ti, abuela, me he levantado año tras año cuando estaba en el suelo y cuando nadie creía en esta película”.
Os dejo con el vídeo:
* No he encontrado la foto del abrazo por lo que la que encabeza este artículo me parece que también sirve para representar fielmente lo que Daniel Guzmán sintió al ver a Miguel Herrán recogiendo su Goya: 10 años de duro trabajo, de caer y volver a levantarse, y terminar una década, a cambio de nada, de la mejor manera posible. Ahora sólo falta que Warner apuesta por reestrenar la película en cines para que el público vuelva a tener la oportunidad de descubrir esta gran película.
Qué cuquis :’3