El nuevo spot de los Premios Goya, de nuevo protagonizado por Dani Rovira, está muy bien y, además, tiene sorpresa final, aunque ya os la he revelado en el titular de esta noticia.
Sólo faltan 10 días para la Gala de los Premios Goya 2016, anoche fue la cena de nominados, que se celebrará el 6 de febrero en el Madrid Marriot Auditórium Hotel y será retransmitida en directa por TVE teniendo por segundo año consecutivo como presentador a Dani Rovira, ¿será capaz de superar su debut como presentador?
jajajajjajaja. Me ha parecido muy gracioso. Todo va a salir bien!
bien, bien
Pé está bellísima
Rovira apuesta por la blancura y a mí este año me apetecería algo de mala lecha y de crítica. Y cuando digo crítica no me refiero a las mismas rabietas pesadísimas y chistes contra los mismos de siempre. Me refiero a autocrítica, que motivos hay de sobra y nunca va mal.
Por cierto, ya hay voces que se han quejado de las puyas de la gran Silvia Abril (Inma Cuesta).
Míentras no bailen….
Mira a la gala de los Goya le pido HOMOGENEIDAD , que no hagan un batiburrillo que la alargue con actuaciones como la de Poveda o Alex O’Dogherty (que ya lleva como mil años saliendo) el año pasado.
Emoción, si lo de ser gracioso no sale, no todo es el humor, y cuidar los detalles de los vídeos la gala que más me gusto en ese aspecto fue la del 2011.
Por cierto pronto estrenan web.
Coincido en lo de Poveda (dos canciones a santo de qué) y O´Doherty (acertó el primer año, pero ya sobra).
Lo de los vídeos también es esencial, tienen que ofrecer buenos montajes de cine y -para el momento premio- elegir fragmentos adecuados a cada nominación y categoría.
De paso, estaría bien que comprendieran que en el inmemoriam hay que saber distinguir entre lo emotivo (actores y directores) y lo protocolario (resto de oficios). Aunque vayan todos seguidos en un único montaje, no se les puede dar el mismo tratamiento de foto fija encadenada con un programa de la librería del ordenador. Creo que es obvio.
Y ya que estamos, podían inventar algo diferente para el “sketch estrella” del presentador, que no sea meterle en las películas nominadas. Es un recurso resultón, vale, pero llevan demasiados años con él. Podrían pensar algo nuevo y mejor.
Pero, sobre todo, que no bailen, por favor. Que no bailen más.
A mi el número musical inicial del año pasado me pareció bueno, épico, digno de la gala. Pero Poveda me sobró y lo de O’Dogherty fue uno de los peores momentos de la historia de los Goya. Tengo fe en qué este año, con el material que tienen cinematográfico, puedan sacar cosas adelante.
Por cierto, Juliette Binoche vendrá a la gala, según Isabel Coixet.
Yo no soy muy fan de Rovira, ojalá le dejen presentar el próximo año a Silvia Abril que es descacharrante, tiene una gran capacidad de improvisación y un ingenio que le falta a Dani (aparte de que éste en muchas intervenciones tiene un puntillo de soberbia que no me gusta nada).
Y si quieren acortar la gala que empiecen eliminando actuaciones absurdas y las categorías de actuación revelación, que diluyen la trascendencia de las demás y no tienen base ninguna. A la gala le sobra siempre entre 45 minutos y una hora…
Tienen que hacer un monólogo a lo Santiago Segura que imagino es que lo hizo Silvia Abril en los Feroz. Sale Dani al inicio después del arranque espectacular, se marca su monólogazo dando zascas a la propia industria y a algún que otro político y empieza el show. Si el guión es bueno la gala puede ser amena, divertida y entretenida. El problema de estas galas es que tienen que repartir muchísimos premios y llega un punto entre el inicio y el final que siempre decae porque pierde peso lo que pasa. Si sólo diesen categorías principales la gala sería tipo Feroz.
Todos los que están allí -desde el presentador, pasando por lectores de sobres, premiados, músicos, cantantes, regidor, cámaras,… hasta el público de la sala- deberían tener muy asumido que la gala de los Goya, más que una entrega de premios (que también), debe ser un puto spot de tres horas al servicio de la marca cine español.
Es decir, que cuando la Gala termine, el espectador, además de haberlo pasado bien con ella, debería tener ganas de ver las películas de las que se ha hablado allí. Las premiadas y las nominadas. Y en conjunto, quedarse con una impresión tipo “el cine español merece mi admiración, mi interés, mi dinero en taquilla”.
La última vez que eso pareció estar claro fue en la gala de los besos dirigida por Pilar Miró. En cuanto al conductor de la gala, Sardá y Buenafuente han sido para mí los mejores presentadores hasta la fecha.