NULA REPRESENTACIÓN ESPAÑOLA EN EL FESTIVAL DE BERLÍN. ANALIZAMOS POR QUÉ DE NUEVO ESPAÑA ESTÁ FUERA DE LA ESCENA INTERNACIONAL

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En los últimos años hemos lamentado la ausencia de nuestro país en la máxima competición cinematográfica internacional, con prácticamente nula representación en los “Clase A”, en contraste a la explosión del cine Latinoamericano.

Isabel Coixet logró hace un año la hazaña de inaugurar la Berlinale con su película ‘Nadie quiere la noche’. Fue la única presencia destacada durante todo el 2015 junto algunos logros de ‘La isla mínima’, que se hizo con el Premio del Público en los Premios de Cine Europeo.

Y este año la cosa no podía iniciar de peor modo, ya que en las selecciones para las distintas secciones de la edición del Festival de Cine de Berlín que se celebrará el próximo mes de febrero no hay presencia de un sólo título de producción española, en un año de grandes nombres en el certamen como los hermanos Coen, Terence Davies, Jeff Nichols, Mía Hansen-Love o Eugène Green.
Por ejemplo, países latinoamericanos o Portugal cuentan con varias películas en distintas secciones.

En un principio se rumoreó que podía estar ‘El Olivo’, el esperado nuevo trabajo de Icíar Bollaín con fecha de estreno para el 4 de marzo y rodeado de un extraño silencio (a estas alturas no existe ni un póster oficial), pero, a falta de algún anuncio de última hora, ninguna película española estará en Berlín.

Este año nuestras esperanzas están depositadas en Pedro Almodóvar, uno de los niños mimados de Cannes. En algún apartado del certamen galo podría estar Albert Serra por ‘La mort de Louis XIV’ u Oliver Laxe por ‘Las mimosas’. Sin embargo, son excepciones a una realidad: España está fuera de la escena internacional.

Analizamos en profundidad algunas de las posibles causas:

1. Estado cultural de España y la imagen que transmite. El lugar que ocupa en España la cultura y el cine en concreto dentro de las políticas culturales: si antes era poco, ahora es prácticamente nada.
Esto se percibe desde fuera. En general hay una inercia y desidia a la hora de reivindicar nuestro estatus cultural. Cuando le dieron a Ozon la Concha de Oro en San Sebastián hizo el mayor alegato de defensa del cine español y la cultura que se había escuchado hasta entonces, algo que no había hecho ningún director español.
Se transmite una imagen pobre de nuestro país que se añade a la situación política. Incluso países como Italia que podrían compartir una imagen similar, funciona por una inercia heredada de los años 50 y 60 y de los 70. Además, allí las películas autorales o la cultura francesa, por ejemplo, son algo cotidiano, mientras que en España nos hemos educado a base de 30 años de telebasura. En Rotterdam dedican una retrospectiva a Pere Portabella. ¿Va a salir en algún Telediario? ¿A alguien le importa? Y la guinda es el Goya de Honor a Ozores, ¿qué pueden pensar los de fuera al ver que se premia a un cine basura que conculca los derechos humanos, machistas, que denigran a la mujer o a los homosexuales?

2. Falta de medidas y de puentes. Los países latinos han creado organismos en exclusiva dedicados a la promoción y venta de su cine por los circuitos festivaleros y por el mundo, algo que Francia tiene desde siempre. Aquí una cosa semejante es ciencia ficción. En realidad es un lobby, que unido a las fabulosas políticas culturales, educativas y del cine hacen de Francia una potencia cultural brutal cuando su lengua está casi en decandencia.
En Italia tienen diversos acuerdos de producción, de intercambio cultural, y llevan décadas. Este año las partidas presupuestarias se han visto reforzadas. Al igual que sucede con Alemania, en parte gracias a la partición y a la economía.

3. El cine español en sí. La mayoría de las grandes producciones españolas no son aptas para festivales porque son o muy de aquí o copias de fórmulas extranjeras o ya vistas. Las producciones del “otro cine español” sí interesan y se ven en festivales, en secciones paralelas, quizá no con presencia continuada (el año pasado en Berlín estuvieron “Sueñan los androides” y “El complejo de dinero”; y hace dos años “La Plaga”), pero como son películas que no tienen apoyos, ni hay un lobby detrás ni hay soporte mediático, pasan desapercibidas y no trascienden (¿cuántos truños franceses hemos visto convertidos en moda y referencia?).
A nivel creativo, Latinoamérica está actualmente a otro escalón y estéticamente el cine de vanguardia va por derroteros diferentes a gran parte de nuestro cine.
Aún así creemos que el cine español sí interesa fuera, pero, ¿realmente hay películas que merezcan estar en los festivales? Si observamos lo que ha pasado por Cannes está de lo mejor que ha parido el cine español. En Venecia el último que estuvo fue Alex de la Iglesia con una magnífica película (‘Balada triste de trompeta’), ¿lo posterior era apto?

4. Los festivales en sí. También hay que considerar la propia lógica de los Festivales, así como las decisiones de nuestras películas. Es más fácil pillar cacho en Donosti que en Berlín, Cannes o Venecia, por lo que películas con aspiraciones como las recientes ‘La isla mínima’, ‘Magical Girl’ o ‘Loreak’ se suelen reservar para la cita donostiarra. Si Marshland hubiese ido a Venecia… ¿quién sabe?
Tampoco hay que sacralizar a Cannes, con una dinámica algo viejuna y llevando siempre a los mismos: de Italia a Moretti, Sorrentino (antes a Bellocchio, pero ahora va a Venecia). Por su parte, Berlín, tiene una dinámica pendiendo de los Oscars y Hollywood.

¿Qué crees que falla para que nuestro cine esté apartado de la máxima competición?

Colaboración: Antonio A.

23 thoughts on “NULA REPRESENTACIÓN ESPAÑOLA EN EL FESTIVAL DE BERLÍN. ANALIZAMOS POR QUÉ DE NUEVO ESPAÑA ESTÁ FUERA DE LA ESCENA INTERNACIONAL”

  1. Más o menos lo que habéis comentado.
    Las grandes producciones beben de formulas hollywoodienses poco aptas para los festivales. Y el cine más arriesgado el de los valores jóvenes que llegan con poco respaldo y, como mucho, se cuelan en Secciones Paralelas.
    Y, sobre todo, la promoción internacional. Poca gente conoce a autores de aquí, más allá de los consagrados. Y el hecho que los mayores valores se reserven a San Sebastián, con lo que se aseguran un tanto. Creo que filmes como “El artista y la modelo”, si bien no se habrían llevado mucha cosa, podrían haber aprovechado el nombre de su director para hacerse un hueco en Secciones Oficiales como la de Venecia. En fin, que sin Almodóvar y Coixet en sus buenos momentos, no vamos muy lejos. Aún así, tengo la esperanza que apuesten por autores como Carlos Vermut o Carlos Marquès-Marcet (por citar a algunos nombres de esta nueva hornada), que ya tienen películas que han pegado el pelotazo en España y se han movido en Secciones Paralelas de Festivales menores internacionales, para que futuras obras suyas jueguen en las grandes ligas.

  2. Hay muchas películas españolas recientes mejores que la ultima Palma de Oro, pero no hay un organismo que las impulse. Dicho esto, lo peor es que cada vez será menor la presencia y las películas ya que ni a los políticos ni a la sociedad le importa.

  3. Como he dicho antes, el estado del país (corrupción y crisis) no creo que influya, pero lo que sí es cierto es que España tiene un problema con la difusión de nuestra cultura más allá de los pirineos, y yo casi que diría más allá del propio Madrid. No puede ser que la derecha se empeñe en etiquetar como ‘español’ cosas casposas que en el mundo ‘civilizado’ se ven con estupefacción y que a la izquierda le de pavor usar el nombre propio del país. Si unos y otros van tirando piedras sobre lo que conseguimos, veo difícil que desde fuera sepan exactamente qué valorar.

    Y luego está la poca ayuda que dan marcas interacionales a la imagen de España en el exterior. Es sorprendente ver como poca gente en el extranjero sabe que Zara y otras tiendas o marcas son españolas, mientras que sí saben que IKEA es sueca, YSL francesa y la Vespa italiana, por poner ejemplos tontos. Creo que de las pocas marcas españolas que llevan algo identificatorio son Loewe y Custo, pero de lo demás, podrían ser portuguesas que no nos daríamos cuenta.

  4. Bueno anton.m, hay muchas películas de muchos países mejores que esa desafortunada última Palma de Oro.

    Y Ralph, tengo serias dudas de que películas como “El artista y la modelo” sean la respuesta.

  5. Gracias Oscar TA por elaborar un artículo con un tema que yo había propuesto en otro POST. Acepto la mayoría de las razones que das. No creo en la conspiración internacional anti-española y anti-cine español que ven algunos.
    Pero hay dos cosas que me parecen flagrantes, no de tu artículo, sino de la ausencia de nuestro cine en dichos festivales.
    Primero: Las fechas del Festival de Berlín no coinciden con prácticamente ningún evento cinematográfico de amplia repercusión en Europa (sí con festivales interesantes pero no masivos). Entiendo que en el Festival de Venecia al estar tan cerca de Donosti, cualquier productor español prefiera de cara a la taquilla estrenar en San Sebastián.
    En Cannes, imagino que exigen un nivel más alto (aunque hay ejemplos lamentables de que no).
    Pero BERLÍN, por favor, es casi un páramo en febrero, cualquier productor y director español que tenga película para los meses que van de enero a abril, soñaría con ir a Berlín, y no nos cogen.

    Segundo: No me refiero solo a la Sección Oficial, que parece siempre más complicado. Es que en Berlín hay un montón de secciones paralelas, en las que cabe de todo, como una especie de cajón de sastre, y…..NO HAY NADA de cine español!!!

    Hay algo que se me escapa, además de los argumentos que dais, que no entiendo. Porque mirad los nombres de muchos países y francamente no creo que en los presupuestos de sus Ministerios de Cultura estén tan generosos, muchos países son subdesarrollados, lo cual no quita, que sus propuestas sean interesantes, pero invertir en un lobby pro-festivales no creo que puedan hacerlo mucho.

  6. Creo que es más falta de organismo que se bata el cobre fuera que por películas. Pelis pequeñas rodadas como se puede tipo Techo y Comida podrían ir perfectamente de festivales a todo tipo de secciones pero si no se conocen y si nadie las envía pues… Sería interesante que hubiese un organismo que articulase películas tanto en castellano como las que se produzcan en gallego, euskera o catalán y se sean buenas pelis para moverlas fuera.
    Sí Ojalá La Isla Mínima hubiese ido a Venecia.

    A todo esto tampoco sé muy bien cómo funcionan los festivales. Presentan las pelis las productoras? Si no lo hacen ellas no lo puede hacer el organismo inexistente?

  7. A mi entender lo que los tres festivales grandes buscan es directores con una voz propia, vamos la definición de cine de autor de toda la vida. Si la nueva hornada de autores españoles (léase Vermut, Paula Ortiz etc.) no se han comido un rosco hasta ahora es porque los tótems sabelotodo que dirigen estos eventos han considerado que no ofrecen ni la calidad ni la personalidad necesaria para hacerles un mínimo hueco en programas que comprenden casi centenares de películas. Mientras esto se resuelva (si es que se resuelve) la vía rápida sería que los hermanos Almodóvar se dignaran en producir y apoyar a nuevos directores patrios, visto que su solo nombre es puerta automática a cualquier sección oficial. Pero supongo que esta clase de divas están demasiado ocupadas en poner morritos en alfombras rojas que en mezclarse con la chusma del sector ibérico…

  8. Abril, las productoras inscriben las películas, y luego hay un comité de selección. Depende de la estrategia de la productora.

    Genjuro, con lo de “El artista y la modelo” me refería a que ya ni mandamos a directores consagrados como Trueba, que son medianamente conocidos. En 2012, “El artista y la modelo” se presentó en Donosti, jugando sobre seguro, en lugar de, por ejemplo, haber apostado por Venecia e intentar volver a llevar el cine español a la primera internacional. Vale que no habría ganado nada (a pesar de que ese año estaba “The Master” de P.T. Anderson, “Paraíso: Fe” de Ulrich Seidl, “Pieta” de Kim-Ki Duk o “Spring Breakers” de Harmony Korine, también se presentaron decepciones como “To the Wonder” de Malick o “Passion” de De Palma) pero al menos internacionalmente el cine español se habría hecho un poco más de eco. No sé, me parece un ejemplo de oportunidad desperdiciada, puesto aunque no es una maravilla, era una propuesta bastante correcta que se emparenta bastante con ciertas películas francesas que, si bien normalmente no se comen una rosca en las Secciones Oficiales, entran y son proyectadas en estas.

    Por otro lado, yo creo que gente como Vermut, en cuanto se haga una mejor distribución internacional de sus films, pueden hacer que tengan cabida en los Festivales. Si no, siempre dependeremos de Pedro.

  9. Carlos, mencionas a Vermut y Ortiz. Son autores que tienen sólo 2 películas, las primeras de las cuáles fueron muy poco vistas. Han llamado la atención a un público más amplio con la segunda. Si logran una distribución internacional decente (“Magical Girl” ha sido bien recibida en Francia) y se dan un poco más a conocer, puede que este tipo de gente sean los que lleguen.

  10. Desde luego proponer como alternativa representante de España en la competición internacional a Techo y Comida, que es un cine social cutre, remanido y kenloachiano donde los haya, no es la solución.

  11. Hace nos, no más de 5 años, se hablaba de la incapacidad del cine español de tener un modelo de cine industrial, taquillero, de superar de manera constante el 15% en la taquilla. El cine español ha virado a crear un modelo de industria. De hecho cada vez menos se escucha lo de españoladas y blah blah porque están dejando sin argumentos a esa gente. De los 4 últimos años, 3 han sido rondando el 20%, algo inaudito. Este año con un montón de pelis más allá de un éxito puntual, repartiéndose dinero en taquilla. O sea, consolidando un modelo industrial. Muy dependiente de las teles, claro, pero eso no es nada nuevo. leía que en Argentina, que han tenido un gran año en taquilla patria, el 92% de la taquilla lo acumulaban pelis con un soporte televisivo detrás. O sea, el modelo es el normal.

    Las teles criticaron mucho la obligación de invertir y ahora resulta que no sólo suele ser un gran negocio, sino que además da prestigio. Hay personas que consideran Tele 5 un detritus audiovisual pero sus películas les dan un toque de calidad y comercialidad, una imagen positiva del grupo. Deberían agradecer a esa ley de inversión obligatoria porque les ha servido para una campaña de imagen impagable.

    Ahora que se va consolidando, al fin, una industria vienen los lamentos por no estar en festivales. Cuando Medem, Coixet y algunos otros nombres iban a festivales grandes el aspecto industrial español era raquítico. Ahora hay una bonanza en la taquilla pero no ha autores que compitan fuera. Pero, intuyo, los habrá. Es un periodo de reajuste y el cine español ha aprendido de verdad a hacer un cine comercial y, además, abriéndose cada vez a más géneros. Es cuestión de tiempo que comiencen a salir pelis grandes, industriales, pero también autorales para festivales. Lo que no vamos a competir es con las pelis que se presentan ene l festival márgenes porque ese cine no entra en Cannes, como es lógico. Es otra liga.
    Creo que va a llegar, como con un buen trabajo de todo el sector llegó una cierta estabilidad industrial que se está viendo este último lustro. Si en 2016 vuelve a acercarse la cuota al 20% 4 de 5 años ya no es una tendencia sino una realidad. Y el seno de esa industria vendrán propuestas de peso para poder salir fuera. ¿Sabéis el presupuesto de “Amour” de Hanneke? Más de 7 millones de euros. Para poder darle a un autor esa cantidad de dinero hay que tener solventados muchos otros asuntos antes. Y en eso está el cine español como un todo.

  12. Teaser, yo no veo que el cine español tenga esa intencion.
    Por otro lado, el que el cine español no consiguiera un % significativo, no quiere decir que tengamos que hacer el cine copia de eeuu que se hace ahora, para lograrlo. Bien se puede tener una estrategia distinta.

  13. Ralph, me refería a que “El artista y la modelo” no creo que hubiera sido seleccionado por Venecia. De hecho, ni siquiera sabemos si se intentó. Trueba es un director amortizado, que nunca pasó de tener un prestigio internacional muy marginal. Mientras tanto, “To The Wonder” es la obra fallida de un maestro que viene de ganar la Palma de Oro, y “Pasión”, además de parecerme una muy buena película, viene firmada por un tipo con una carrera muy notoria como es De Palma.

    Carlos, los Almódovar han producido a directores españoles en el pasado. La mayoría de autores (divas o no) no han producido a nadie en su vida. Pero para mucha gente cualquier razón será suficiente para criticar al manchego.

    Luego, Ortiz ni siquiera consiguió entrar en la sección principal de Donosti, y Vermut lo intentó en Cannes quedándose a las puertas, según tengo entendido. Sospecho que con su próxima película generará más interés fuera de España a poco que mantenga el nivel.

  14. Teaser, ojalá lo que apuntas se convierta en realidad, pero francamente, soy bastante más pesimista que tú. El público español había dado más o menos la espalda a su cine, pero yo siempre sabía que se podría recuperar la taquilla, porque un porcentaje elevado de gente sí quiere ver películas españolas de diferentes géneros. Y bien, conseguido, con excepciones, pero conseguido.
    La cuestión de su impacto internacional y en festivales, pues no veo ni el más mínimo atisbo de posibilidad. Defiendo muchas películas españolas me gustan, pero siento, percibo y creo que en el extranjero no les gustan nada. no les interesan. Porque a pesar de posibles buenas críticas en Francia de “La isla mínima” o de “Magical Girl” creo que no supondrán una selección de las próximas películas de dichos directores en los festivales de categoría A.
    Ojalá me equivoque, de verdad, pero soy muy pesimista del impacto de nuestro cine en festivales y la falta de autocrítica del sector es en mi opinión una razón básica.
    Mi resumen, en el extranjero el interés por el cine español es ninguno. Suena feo, pero es así.

  15. Si la próxima película de Vermut estuviera protagonizada por la Huppert, apuesto a que competía en la sección oficial de uno de los grandes. Y es que ése es otro problema añadido, que sin estrellas internacionales en el reparto la entrada a esos escaparates privilegiados es aún mucho más difícil.

    El cine español raramente cumple con las característica que hacen más probable su presencia en festivales grandes. De hecho, el pobre nivel de producción y alto de radicalidad de la mayoría de las películas españolas con una fuerte personalidad estética hace que la salida natural para muchas de ellas sea ahora mismo Locarno una vez que son rechazadas por las secciones paralelas de Cannes. Berlín queda demasiado lejos, y estrenarse antes les permite participar en los festivales españoles de otoño (generalmente Sevilla para las que vienen del certamen suizo).

    También hay que ser conscientes de que Donosti acapara más cine español festivalero que antaño, cuando la selección de títulos nacionales era más blanda. O al menos ésa es la impresión que yo tengo.

    Vamos, que lo que no pasa el filtro Cannes (casi todo, claro) deriva hacia Locarno si es más radical, o hacia Donosti si es más convencional (supongo que también se intenta Venecia, pero probablemente sólo vale la sección oficial en este caso, lo cual es difícil de lograr). Y Berlín se queda fuera de esa ruta festivalera.

    Todo esto dicho a grosso modo y producto de la impresión que me causa desde fuera, lo cual no tiene por qué corresponderse con la realidad.

  16. Creo que la falta de estrellas españolas de relumbrón es otro factor a tener en cuenta. En los Fest eso es básico.

    Banderas, Bardem y Cruz son en este sentido lo que hay.

    Y no están finos eligiendo.

  17. CANNES: Dheepan, whinter sleep, Adele, Amour

    BERLIN: Taxi, Bai ri yan, Child’s Pose, Caesar must die, Nader&Simin, Bal, teta asustada…

    VENECIA: Desde alla, Una paloma…, Sacro gra, Piedad, Fausto, smewhere, Libano…

    Hay cada estrellaza en las ultimas ganadoras…

  18. Ya anton, no es requisito imprescindible, pero sí es importante, especialmente si el director no es una estrella (lo que traducido a términos españoles significa cualquiera que no sea Almódovar o Erice). De Cannes, el festival más exigente en este aspecto, Audiard, Ceylan y Haneke lo son, y Lea Seydoux es una estrella. En Venecia, Panahi, Sokurov, Kim Ki-duk, Andersson y Coppola hija también lo son, y “Sacro gra” es la cuota local. En Berlín sí que hay menos nivel estelar.

    De todas maneras, ese requisito se aplica con más intensidad en el cine “Occidental”, que es donde suelen trabajar las estrellas, pero la diversidad y el equilibrio geográfico empuja a los festivales a sumar films de cinematografías de otras latitudes. Quizás España ha perdido carácter exótico a ojos del resto de Europa y por ahí se haya perdido atractivo para programar.

  19. Anton.m tienes más razón que un santo. NO hacen falta estrellas para ser seleccionado. Yo sigo pensando que los Festivales de Categoría A no seleccionan películas españolas, porque básicamente no les gustan. Creo que vemos teorías conspirativas donde no las hay. También creemos que por no tener un ‘lobby’ de presión festivalera o una política cultural políticamente potente no nos hacen caso.
    Pues no. Yo sigo creyendo que no les gustan nuestras películas, y que conste que a mí sí me gustan. Porque si yo soy el seleccionador de cualquier sección de un festival intento llevar lo mejor que visiono, aunque en todos ellos haya cuota ‘patria’ o cuota de ‘vacas sagradas’. Ejemplos tenemos en todos los festivales. Así que si no lo hacen, pues es evidente por qué.
    ¿Todos los festivales extranjeros van a estar equivocados??

  20. No hace falta tener estrellas, pero ayuda. En el último Cannes, salvo las películas asiáticas (todas de directores superprestigiosos) y alguna francesa (la de Audiard; la de Donzelli es más discutible), las demás tenían alguna estrella con la excepción de “El hijo de Saul”.

    Cierto es que en los otros dos festivales no se busca tan descaradamente como en la cita gala, pero no es un factor indiferente. Y desde luego, ya he dicho que no es el único ni el más importante. Pero todo suma.

  21. Por cierto, tampoco hay ninguna película italiana en toda la parrilla berlinesa. Y abunda en lo que comentaba antes sobre la estrategia de posicionamiento festivalero de las películas españolas, que se podría hacer extensible a las italianas: si tienen ambición buscan Cannes y, en su defecto, amén de alternativas cercanas en el tiempo como Locarno, optan por el potente certamen local del que disponen tanto Italia como España: la vía Venecia o la dupla Toronto-Donosti (co-producción mediante, o Donosti sólo), donde van a tener sitio seguro a poco que la película tenga algún interés. Y si no tienen tanta ambición lo más normal es que tiren para el festival local directamente. En resumen, Berlín queda demasiado lejos para estas cinematografías.

    Ah, y ¿tendrá alguna relación que Coixet tenga recorrido en festivales y que utilice estrellas para sus películas?

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