El joven director Dani de la Orden lo ha vuelto a conseguir: ofrecernos mucho con muy poco, aunque el presupuesto de “Barcelona, noche de invierno” creo que es al menos cinco veces superior al de “Barcelona, noche de verano”.
Esta secuela, al igual que la original, está formada por diferentes historias de amor que transcurren durante una noche en la ciudad Condal, en este caso, en la noche de Reyes y, como en “Barcelona, noche de verano”, y como en toda película de este subgénero de comedia romántica compuesta por varias historias, hay algunas más redondas que otras. Particularmente, me quedo con la historia protagonizada por los personajes interpretados por Miki Esparbé y Bárbara Santa Cruz, por la química que desprenden, aunque puede que sea porque su relación ya la conocemos desde la primera entrega. También, como en la primera parte, destaco la originalidad de la introducción de este film que se convierte en el mejor “episodio” de toda la película.
De todas maneras, Dani de la Orden consigue que cada historia tenga una pequeña parte, que funciona, y te llega el corazón, como en la historia de las dos ancianas -no voy a contar de qué va su relación-, cuando su nieto (Àlex Monner, que también repite personaje) le relata al hijo de una de ellas, en la sala de espera del hospital, lo que fueron capaz de hacer las dos mujeres mayores por recuperar su perro de las manos de su exmujer.
En resumen, lo mejor de “Barcelona, noche de invierno” es su corto animado introductorio, “típico de la casa” de Dani de la Orden, y ese final con un montaje, mágico, que te calará hondo, de diversas escenas de todos los protagonistas de cada historia mientras escuchamos el texto de una carta que recibe el amado de su amada más de 30 años después.
P.D. No entiendo algunas críticas sobre el uso, como forma de patrocinio del product placement, cuando debería ser algo más habitual en nuestro cine para no tener que recurrir siempre a las polémicas subvenciones.
Nota El Blog de Cine Español: 5,5
Que chula es, me ha encantado. Unas historias mejor que otras pero sales de verla con muy buen rollo. Y que preciosa sale Barcelona