Noticia: Agencia EFE
Los actores españoles han roto la barrera del inglés y reclaman su lugar en Hollywood, donde el talento “made in Spain” multiplica sus apariciones en estrenos “glamourosos” y se codea con figuras ilustres de la meca del cine. A los consagrados Antonio Banderas, Penélope Cruz y Javier Bardem se han ido sumando año tras año nombres como Paz Vega, Elsa Pataky, Jordi Mollà o Eduardo Noriega, quien en 2008 ha estrenado dos filmes con sello estadounidense.
El Óscar recibido por Bardem en la última ceremonia de premios de la Academia de Hollywood -el primero que va a parar a las manos de un actor español- por No es país para viejos (2007) sirvió para estimular el interés de la industria sobre los intérpretes de este país. Películas en lengua inglesa como En el punto de mira, Transsiberian, ya estrenadas en EEUU, o Vicky Cristina Barcelona, Elegy, The Code, The Other Man o The Spirit, que llegarán a las carteleras antes de fin de año, cuentan con algún español en un papel destacado.
Atrás quedó la época en la que Sara Montiel en los años 50 y Antonio Banderas en los 90 eran la excepción de un actor español triunfando en Hollywood. A Banderas, que debutó en EEUU con Los reyes del mambo (1991) y ha participado ya en más de una treinta de producciones estadounidenses como Philadelphia (1993) con Tom Hanks y Denzel Washington, le seguiría Penélope Cruz en 1998 con The Hi-Lo Country.
La actriz, candidata a un Óscar por Volver (2006), se ha convertido en una década en una de las bellezas del celuloide con éxito dentro y fuera de la pantalla. Sus interpretaciones son cada vez más valoradas por los críticos y fue reclamada por Woody Allen para su último proyecto Vicky Cristina Barcelona, que se estrena en EEUU el 15 de agosto y que se presentó el pasado mayo en el Festival de Cannes. En su vida personal, Cruz mantuvo relaciones con guapos del cine como Tom Cruise, Matthew McConaughey y, recientemente, Javier Bardem. Además, encabeza frecuentemente la lista de mujeres mejor vestidas del mundo, según las clasificaciones de revistas especializadas.
Después le tocó el turno a Bardem. Su desembarcó en EEUU como el poeta cubano Reynaldo Arenas en Antes que anochezca (2000) le valió su primera candidatura a un Óscar y, tras salir en Collateral (2004), deslumbró de nuevo desde España con su papel de tetrapléjico en Mar adentro (2004). Esa cinta del director Alejandro Amenábar obtuvo el Óscar a la mejor película extranjera en 2005 y fue el último empujón para el actor español en Hollywood, donde se consagró dos años más tarde como psicópata en No es país para viejos, una interpretación con la que consiguió finalmente la estatuilla y un Globo de Oro.
Al igual que Bardem, con el cambio de década Jordi Mollà comenzó a alternar películas en Europa con trabajos en EEUU, donde se estrenó en Blow (2001), con Penélope Cruz y Johnny Depp, y tomó partido en Dos policías rebeldes 2 (2003), protagonizada por Will Smith. En 2004 Elena Anaya se dejó ver en Van Helsing, justo el año en el que Paz Vega daba sus primeros pasos en Hollywood con Spanglish (2004) junto a Adam Sandler. Vega actualmente tiene residencia en Los Ángeles y participa en varios proyectos que estarán en los cines entre 2008 y 2009, como The Human contract, The Six Wives of Henry Lefayo The Spirit, de Frank Miller.
Otra actriz española que frecuenta California es Elsa Pataky, que mantiene una relación sentimental con el actor ganador de un Óscar Adrien Brody, y que compartió cartel en 2006 con Samuel L. Jackson en Serpientes en el avión. Luis Tosar probó suerte en Corrupción en Miami (2006), lo mismo que hizo con Che Guevara (2005) Eduardo Noriega, para quien 2008 ha sido el año de su aterrizaje definitivo en Hollywood con dos estrenos.
En 2009 debutará en una producción estadounidense una de las actrices más prometedoras del cine español, Ivana Baquero, que saltó a la fama por protagonizar El laberinto del fauno (2006), de Guillermo del Toro, y que acompaña á a Kevin Costner en The New Daughter y que supondrá el debut del prestigioso cortometrajista español Luis Berdejo.
Hola, creo que olvidas a Fernando Rey, que fue el villano en French Connection (5 oscar, incluyendo mejor película, director y actor, todo un bombazo de los 70) y que trabajó con actores y directores de la talla de Paul Newman y Robert Altman, entre otras cosas. Me da un poco de pena que siempre es el gran olvidado, cuando creo que ha sido el más importante, y sin tener que casarse con ninguna rubia actriz ni jugar al ratón y al gato con relaciones sentimentales. Solo trabajando.