Hoy arranca la 68 edición del veterano Festival de Cine de Locarno en Suiza, un certamen donde prima la audacia y vanguardia del cine internacional, que va ganando en repercusión cada año.
El cine español vivió su mayor logro en el panorama internacional hace dos temporadas, cuando Locarno entregó su Leopardo de Oro a ‘Historia de la meva mort’, la inclasificable obra de Albert Serra (ver nuestra crítica).
España volverá a tener presencia dentro de la Competición Internacional con el film ‘O Futebol’, de Sergio Oksman, ganador del Premio Goya al Mejor Corto Documental por A Story for the Modlins. El film nos presenta un reencuentro paternofilial, jugando con los tiempos en un singular montaje.
También estará en el certamen ‘La academia de las musas’, de José Luis Guerin (Signs of Life); Dead Slow Ahead, de Mauro Hercé (Cineastas del Presente); y los cortometrajes Eco, de Xacio Baño (Pardi de Domani), y Estratos de la imagen y Noite sem distância, ambos de Lois Patiño, presentándolos Fuera de Competición.
Ricki and the Flash, la comedia de Jonathan Demme protagonizada por Meryl Streep, abre el festival.
Locarno mola. Pero me resulta un poco triste que Guerín presente su nueva película en una sección paralela, aunque igual es una pequeña película de guerrilla.
Por cierto, hace pocos días publicaron una entrevista excelente en ABC, en la que dio llamativas respuestas, como éstas:
—(…) Aparte sí le diré también que echo en falta un cine que refleje de algún modo lo que sucede, ¿no? Pues cineastas como Berlanga… Hoy vuelves a ver sus películas y te das cuenta de cómo era una sociedad. Hoy hay películas aquí, como «Magical girl», que te hacen preguntarte: «¿Esto qué coño es? ¿Pasa en una nave de marcianos? ¡Qué cosa más rara!». Por ejemplo, el nuevo cine catalán por el que se apuesta institucionalmente es un cine de terror que fuera de aquí nadie sabe que es catalán. Son películas, además, interpretadas por figuras como Nicole Kidman, habladas en inglés directamente, con títulos muchas veces en inglés. Es el orgullo del cine catalán, con cintas como «Buried», «Rec»… ¿Cómo se llamaba aquella estupidez tan grande de un tsunami?
—¿«Lo imposible»?
—Tan famosa, que vio tanta gente, con una pareja de rubitos arios maravillosos, que padecían el tsunami en el tercer mundo, pero el tercer mundo estaba siempre fuera de foco… Es lo lo último en cine catalán [se ríe con ganas]. La pérdida de identidad.
—Es una paradoja, porque queriendo ser más unos acaban siendo nada.
—Acaban siendo nada. Una de las películas catalanas más paradigmáticas se llamaba precisamente «Sin identidad». Una película interpretada por Liam Neeson, y que efectivamente nadie sabe que eso pueda ser una película catalana. A veces es también el situar al enemigo, sea en Madrid, y no te deja ver al otro…
Sin identidad es catalana? no es solo el director?
Estoy de acuerdo con lo de la identidad aunque en el caso de Magical Girl lo veo algo pasado XD
El recado de Guerín a Bayona denota sus ganas de llamar la atención. La industria necesita de todo y eso incluye su cine, aunque a menudo no esté a la altura.
‘Sin identidad’ no es una producción española. Pero para hacer demagogia, toda manipulación es válida.
Tiene su miga que Guerín sea el que hable de estas cosas. Quitando ‘En construcción’, ya me dirás qué ha contribuido él en 25 años al folklore español o catalán que tanto anhela. Sus comentarios sobre ‘Magical Girl’ son de traca, de señor ya achacoso, y que mencione ‘Rec’ por el título me parece de coña, de verdad, de El Club de la Comedia. Si el entrevistador hubiese estado avispado, le hubiera preguntado por esa película tan nuestra llamada ‘Innisfree’ o cómo ha ambientado más películas en Francia que en España. Pérdida de identidad dice el jodío, pero qué hipocresía.
Sabía que generaría polémica. Porque creo que Guerín se contradice en parte, pero también hay una cierta coherencia de fondo en sus respuestas. Justo antes de esa parte que cito dice lo siguiente:
“Digamos que a nivel europeo occidental sí que se ha diluido absolutamente el término de las nacionalidades en cine. En los años sesenta los cineastas creaban colectivos, manifiestos, generaban proclamas estéticas alrededor de revistas, como el fenómeno de «Cahiers du Cinéma», la «nouvelle vague», el cine underground, Nueva York, el «cinema novo» brasileño. Surgían en cada país nuevos cines, propuestas políticas o estéticas, como el «free cinema» en Inglaterra, o el «cinéma vérité». Los cineastas se reunían en torno al «Manifiesto de Oberhausen», en Alemania, o el «Manifiesto de Salamanca», en España. Hoy eso ha desaparecido completamente. Los cineastas estamos más aislados que nunca, y las afiliaciones rara vez vienen constreñidas por el factor nacional. Hoy más que nunca se da el hecho de que uno se siente próximo a un cineasta finlandés, o japonés, más que al que puedas tener como vecino en tu barrio. Y cuando no es así lo siento impostado. «¿Te gusta el cine español?», «¿te gusta el cine catalán?». ¿Y eso qué es?”
Yo creo que cuando habla de “reflejar lo que sucede” no se refiere a la españolidad o catalanidad, que él mismo apenas ha trabajado, sino a lo que sucede donde sea que estés rodando. Al menos es como lo entiendo yo. De hecho fijaos cómo critica de “Lo imposible” que el tercer mundo esté fuera de foco.
Por ahí va un poco su aparente animadversión a “Magical Girl”, que yo ya presuponía en un cineasta como él, porque se trata de una película tremendamente cerrada y calculada, cuyo apego a lo que está sucediendo es quizás más referencial que vívido (ojo que a mí me encanta la peli).
Cuando menciona la catalanidad, suena un poco a burla, a parodia del discurso oficial e institucional.
Esta otra declaración que pones me parece más acertada. Pero es que a mí no me parece mal. El mundo ha cambiado y, como él dice, no tienes por qué sentir mayor conexión con alguien de tu barrio que con un finlandés. Por tanto, en el aspecto de nacionalidades, se contradice totalmente.
Lo otro que dices, Genjuro, yo no lo veo en sus palabras aunque no niego que en realidad él quiera ir por ahí. Pero en sus palabras todo va en torno a la identidad nacional.
En lo de reflejar la realidad, no obstante, hay un punto de fundamentalismo muy peligroso. ‘Lo imposible’ es una emocional representación de la experiencia de unos turistas frente a una gran catástrofe. Te podrá gustar o no que se deje de lado a la gente local pero es como menospreciar a los clásicos literarios que solamente hablan de la nobleza y la Corte. El mundo ofrece infinitas realidades y si él no es capaz de entender y disfrutar la realidad de las películas de Vermut, por ejemplo, le compadezco pero estaría genial si pudiera aceptar que otra gente tiene otros intereses y experimenta las cosas de otra forma.
Es que el clasicismo es el clasicismo, y él no está hablando del clasicismo, sino de obras contemporáneas. Creo que estaremos de acuerdo en que el mundo y el arte ha cambiado muchísimo. Lo que en “Historia de Genji”, por ejemplo, es perfectamente asumible desde el momento en que está escrita en el siglo XI, un intento en esos términos hoy resultaría ridículo e impostado.
Y bueno, tampoco creo que haya que ponerse tan compasivo. A mí me parece perfecto que no le guste “Magical Girl”. Al menos la ha visto, igual que “Lo imposible” (yo no, por ejemplo). Y no veo en dónde deja de aceptar que otra gente pueda tener otros intereses.
No, el mundo cambia pero lo que no cambia es que cada persona se interesa por las historias con las que se identifica más. Guerín se identifica más con un guapo y ensimismado bohemio que acecha a un capricho romántico. Vale. Pero siguiendo la lógica de su ataque a ‘Lo imposible’, yo le podría criticar que no me muestra ninguna problemática social del pueblo de Estrasburgo. Así que Bayona está en su perfecto derecho de identificarse con algo más próximo a él, es decir, con una familia occidental de vacaciones y con su supervivencia ante la adversidad. Y hago extensible esto a alguien como Woody Allen, al que también le dieron palos, cuando por lógica el neoyorkino se identifica más con unas guiris en Barcelona que con unos inmigrantes del Raval.
Todas ellas son realidades y cada uno cuenta las que más le apetecen. Lo importante es que se cuenten con honestidad. Guerín lo que hace es mofarse de las realidades que no le gustan. Que sería legítimo si no fuera por lo ridículo y paradójico de su argumentario. Tanto si nos fijamos en el aspecto de la identidad nacional como en el del reflejo de los problemas sociales, Guerín se muestra hipócrita en sus ataques cuando él ha hecho casi siempre lo que critica.
Hombre Rincewind, la diferencia es que Guerín no se va al tercer mundo, y ninguna de sus películas habla de una catástrofe con cientos de miles de muertos. No sé, me parece una obviedad. La cuestión es estar allí, estar justo en medio de todo ello, y no (querer) verlo.
Si me dices que hace una película en la Cañada Real sobre un guapo y ensimismado bohemio que acecha un capricho romántico y en ningún momento pone el foco en la inmundicia que tiene alrededor, entonces te daría la razón.
Recuerdo que hace no mucho un usuario le criticaba a Jonás Trueba que no tuviera compromiso social y que sus pelis fueran aburguesadas y tú mismo decías que a ti te gustaba que lo fueran. Las pelis de Guerín también lo son en muchas ocasiones y me sorprende cómo es capaz de echarle en cara a otro cineasta que no se preocupe de los más desfavorecidos. Si a él no le interesan, ¿por qué se lo exige a otros?
Como digo, a él le gusta contar sus historias afrancesadas y bohemias. Vale, es perfectamente válido (y diría que necesario) que haya artistas que se ocupen de eso y dejen de lado historias con cuestiones sociales. Bayona no dijo ‘oh, voy a hacer una peli sobre esa catástrofe tan terrible’. No, escuchó y quedó conmovido por un testimonio de una persona cuya familia sobrevivió al tsunami mientras estaba de vacaciones. Hizo la película con la historia que, orgánicamente, le atrapó. Lógicamente, se centró en ella. Me parece ridículo que cierta gente le haya querido exigir que hiciera una película que representara la tragedia.
Si yo hubiera contado la historia probablemente le habría dado más cancha a la gente local, no sé, pero me parece absurdamente demagógico exigírselo a los demás. Además, es que a veces me parece que algunas personas no quieren que se cuenten historias relacionadas con el turismo. Como si el turismo no fuera un elemento fundamental del mundo actual. Parece que está ‘prohibido’ hacer pelis con turistas en el tercer mundo pero, ojo, que también está ‘prohibido’ hacerlas en Barcelona. Donde no está ‘prohibido’ es en Estrasburgo, eh.
Insisto en que el problema es ir allí y obviarlo todo, no hacer películas más o menos burguesas (si yo fuera director probablemente las haría super-burguesas).
Yo entiendo el punto de vista de Bayona. La película la hubiera hecho igual si la desgracia pasa en un país rico. Tuvo la mala suerte de que sucediera en el tercer mundo y que el contexto no le interese lo más mínimo. Pero igual que entiendo sus motivaciones, entiendo los argumentos de quienes le critican. El problema es que en el cine las decisiones de puesta en escena tienen consecuencias morales, aunque al director de turno no le interesen/preocupen.
Por supuesto, todo esto hablando desde un punto de vista teórico, que yo no he visto la película (tampoco la estoy criticando, sino que intento comprender el argumento de Guerín).
Exacto, Bayona hubiera hecho la película igual si el relato del drama de supervivencia que le cautiva sucede en Italia.
Por otro lado, en un mundo conectado como el actual tú puedes articular un discurso concienciado desde cualquier lugar por lo que SIEMPRE hay una decisión moral detrás de dejar en off los problemas que acontecen a millones de personas, incluso en tu propio país (no hace falta conectar el relato con los países más pobres). Por tanto, a mi modo de ver, no veo diferencia entre marginar problemáticas sociales ambientando una obra en un sitio o en otro (siempre que lo relatado no sea una tergiversación). Sí, claro, en algunos casos las potenciales críticas son más fáciles pero para mí no hay diferencia en su propiedad y/o tendenciosidad.
Dicho todo esto, casi todo lo que dice Guerín no tiene que ver con esta discusión, sino con lo de la identidad nacional. Que nos hemos liado con lo otro pero lo que me parece más curioso de sus declaraciones es lo del españolismo y el catalanismo.
No puedo estar de acuerdo. Entendería que el tratamiento fuese similar si los personajes pertenecen al contexto, pero aquí hablamos de unos tipos occidentales en un país del tercer mundo.
Y luego es cierto que todo es una decisión moral, pero es que Guerín no saca al tercer mundo de decorado en sus películas de burgueses. Ahí está la cuestión y el problema.
Si a ti te parece lo mismo, pues nada, qué le vamos a hacer.
Es que el contexto es un término muy abierto. Tú nombraste la Cañada Real pero que yo sepa, no hay ninguna familia acomodada viviendo allí o que haga turismo allí, luego la comparación es inválida. El contexto del film de Bayona es ‘de vacaciones en un sitio bonito’. A otros le hubiera gustado que ampliara ese contexto pero ahí está la cuestión: ¿Quién define qué pertenece al contexto y qué no? ¿El contexto es importante solamente cuando nos parece?
A Guerín le encanta Ford. Bueno, supongo que a él los contextos (y los textos, de hecho) de varias de sus películas no le importan. Sin embargo, para otros, el contexto sí puede ser relevante, como para Tarantino, que atacó a Ford porque “mataba como zombis a indios sin cara”. El juego de los contextos y las recriminaciones morales podría seguir, ya que todos sabemos que Tarantino es comúnmente atacado por estas cuestiones. Vaya, que es una espiral viciosa que, a mi modo de ver, solamente se utiliza por motivos sectarios e interesados, con lo cual carece de interés a mi juicio, salvo cuando denota un ejercicio de hipocresía importante, como me parece el caso.
Coño, es que el contexto en “Lo imposible” está ahí al fondo de la imagen, de decorado. No es algo que me invente yo. Y no, no es una película ‘de vacaciones en un sitio bonito’, es ‘de vacaciones en un sitio bonito del tercer mundo donde sucede un desastre que mata a decenas de miles de personas’.
¿De qué hipocresía hablas? Cuando Guerín rodó su película “Guest” siguiendo el periplo festivalero de “En la ciudad de Sylvia”, con algunas paradas en países pobres, no se ciñó a los certámenes y a las gentes del medio, sino que miró lo que había y quien había a su alrededor. A él no puedes acusarle de decir una cosa y hacer la contraria.
Con John Ford, sin entrar a discutir la particularidad del comentario de Tarantino, insisto en el tema del clasicismo que no es trasladable al día de hoy.
A Tarantino por supuesto que es pertinente hacerle críticas de todo tipo, empezando por la banalización y espectacularización de la violencia en su cine. Y es uno de mis directores favoritos en activo, pero una cosa no quita la otra.
El comodín del clasicismo es muy pobre, eh, y menos en este caso pues en su propia época había muchos otros cineastas que hacían westerns con otros enfoques morales.
Las declaraciones de Guerín son hipócritas porque hablan de identidad nacional y españolismo/catalanismo. Y como dije en el primer mensaje, tiene miga que él atice con eso. No sé por qué el tema ha derivado hacia algo que él realmente no aborda, al menos no explícitamente (es decir, la dialéctica aburguesamiento – reflejo de la pobreza).
Bueno, ya veo la fortaleza de tus argumentos cuando tienes que echarme en cara mi recurso al clasicismo de Ford y mágicamente vuelves a hablar del tema identitario (y para no abordar Guerín el otro tema, le has atizado bien, ¿no?).
Pero venga, entremos en materia. John Ford realiza en 1948 “Fort Apache”, que es una película más pro-india que otra cosa. Entonces, si te estás refiriendo a “La diligencia”, que esta sí cumple con precisión la descripción de Tarantino, cuéntame qué directores en los años 30 hacían westerns con otros enfoques morales.
De todas maneras nos equivocaríamos si nos ciñéramos a enfoques pro-indios. La cuestión es que los indios no sean un mero decorado, que alcancen estatura humana si es que salen en la película. Caso de “Centauros del desierto”, en la que son personajes en teoría negativos, pero su jefe Cicatriz se erige en el reflejo del protagonista Ethan Edwards, el producto del odio y la sed de venganza.
Respecto al tema identitario, ya dije mi opinión. Efectivamente leído puede sonar contradictorio, pero yo quiero entender que él está ironizando con el discurso institucional que se dedica a vender catalanismo, más allá de que se equivoque asignando nacionalidades (que tampoco me parece tan raro, porque me puedo imaginar a los medios catalanes dando la tabarra con la catalanidad del director de “Sin identidad”). Y encajaría con el global de sus respuestas que he puesto arriba.
Si ‘Fort Apache’ y ‘Centauros del desierto’ no te parecen vejatorias hacia los indios, entonces no vamos a llegar a ningún punto en común por ese lado.
Yo no ‘vuelvo mágicamente’ al tema identitario. Es de lo que hablé en mi primera respuesta, porque es de lo que habla Guerín en esas declaraciones que has puesto. Fuiste tú el que sacaste esa otra interpretación de ‘reflejar lo que pasa’, a lo que yo respondí:
“Lo otro que dices, Genjuro, yo no lo veo en sus palabras aunque no niego que en realidad él quiera ir por ahí. Pero en sus palabras todo va en torno a la identidad nacional”.
Dado que tú has insistido por ese lado, yo he intentado abordar el asunto de ‘Lo imposible’ y la relación del artista con la realidad social, el mundo off, etc. Que es un tema bastante complejo pero que normalmente se utiliza de manera demagógica y tendenciosa. Pero, repito, es algo que en realidad no está en esas declaraciones. Él abre y cierra ese tema hablando de identidad y catalanismo. Por tanto, no es que mágicamente vuelva a un tema, es que si ya de por sí todo esto de Guerín es un off-topic al artículo del blog, discurrir largo y tendido sobre una posible connotación de esas declaraciones, me parece fuera de lugar y creo que ya hemos dejado claras la postura de cada uno al respecto.
Ricki and The Flesh no parece que pegue absolutamente nada con el espíritu del festival,pero ¿quién se va a negar a tener a toda una Meryl Streep dándole relumbrón?