Con 47 copias, el thriller “Matar el tiempo” era el estreno español de la semana (sin contar “Tomorrowlan”, la producción Disney con participación española).
Y una semana más lamentamos tener que hablar de un estreno nefasto, con una recaudación total cercana a los 9000€, lo que supone un raquítico promedio en torno a los 200€.
De este modo, el film protagonizado por los hermanos Aitor Luna y Yon González pasará a engrosar la lista de películas españolas estrenadas en 2015 que no alcanzará los 50000 euros de recaudación. Y ya llevamos cerca de una quincena…
El director Antonio Hernández mantiene así con su particular “idilio” con la taquilla, tras el fracaso histórico de “Capitán Trueno y el Santo Grial” (2011), una de las películas malditas de la historia de nuestro cine.
Sin embargo, recuperamos un debate recurrente en este Blog, y es que creemos que este thriller cibernético cuenta con atractivos suficientes (empezando por el tirón de sus dos protagonistas) para tener un hueco en la televisión.
El público ampliamente consumidor de ficción televisiva y que no se ha animado a pagar una entrada de cine podría apreciar esta película en su pase por televisión. Sin embargo, como muchos otros ejemplos, probablemente jamás la veamos en un pase abierto en las principales televisiones.
¿De qué va ‘Matar el tiempo’?
Robert H. Walton (Ben Temple) jamás sería un héroe, pero por circunstancias podría acabar siéndolo, como cualquiera de nosotros. Norteamericano, trabaja en una ciudad española auditando un banco para una compañía neoyorquina. La rutina y la lejanía de su hogar le empujan a tener siempre la dependencia de una webcam para poder estar presente en su casa a través de la red. También para entretenerse en su tiempo libre.
Es así por internet como conoce a Sara (Esther Mendez), una particular y bellísima mujer en la que Robert encontrará cosas que ya había olvidado.
Pero Robert ignora el viaje que ha iniciado. Cuando está concertando un encuentro con Sara a través del ordenador, dos tipos irrumpen en el apartamento de ella. Son Diego (Aitor Luna) y Boris (Yon González), hermanos de poco más de treinta años, que reclaman a Sara la entrega de su hijo como pago por tratos anteriores con la mafia. Ella se niega a revelarles el paradero de su bebé, y Robert se convierte entonces, a través de la webcam, en testigo invisible de los acontecimientos. Víctima y héroe de un submundo en que las reglas del juego se escriben con sangre. Un “reality” que le atrapa en la pequeña pantalla de su ordenador, tirando de su corbata de ejecutivo, tal vez para ahorcarle.
Ahora le queda elegir. Arriesgar su vida, o condenar la de la única persona que le devolvió el sentido a la suya.
Entre malas críticas,publicidad que brilla por su ausencia,y un momento particularmente malo de la taquilla se sabía que la recaudación iba a ser mala,pero esos 200 euros por copia son demasiado ridículos.Hasta La Ignorancia de la Sangre consiguió más,y eso que en Matar el Tiempo aparece un Yon González en muy buen momento tras exitazos como Perdiendo el Norte y la serie Bajo Sospecha.TVE debe hacer algo,y urgente,con las películas en las que participa.
Hace menos de un mes no contaba ni con trailer,en su presentación en el Festival de Málaga no tenía ni fecha de estreno y a menos de un mes se anuncia que se estrena. Encima sin publicidad y sin llamar la atención. El problema no es que sea mejor o peor, porque a nosotros nos gustó mucho. Contaba con elementos como decís lo suficientemente interesantes como para atraer a más público.
Tiene un estreno muy equivocado, 40 copias jugando en la liga de las películas de autor y circuito reducido…ese público va buscando otro tipo de películas. Ésta con un estreno algo más trabajado podría fácilmente haber tenido más suerte.
Un saludo!
Coincido con IndustriadelCine. Suscribo al 100%.
Es muy difícil colocar en el mercado este tipo de películas medias,que no son películas de prestigio/autor/alternativas y tienen más bien vocación comercial,pero que carecen de ese factor X que las haga destacar en taquilla.De esas hay a puñados en el cine español con una aplastante mayoría con resultados horripilantes,y lo cierto es que son precisamente los títulos random los que vertebran una cinematografía.
Después del fracaso de “El capitán Trueno” lo que menos necesitaba Antonio Hernández era otro fracaso.
A esta película le ha fallado lo de siempre:
-Poca seguridad en cuanto al estreno. No dejar claro cuando se estrenaba.
-Nula publicidad
-Mala distribución
-Mala época de estrenos
Si esta película hubiese tenido publicidad, unas 150 copias y claridad en la promoción, ahora estaríamos hablando de una película que hubiese hecho 150.000 euros o 200.000 euros. Y una recaudación final de unos 600.000 euros.
Muchísimo más que lo que va a recaudar.
O a lo mejor se la hubiese pegado igual porque es muy mala época de estrenos.
A Cambio de Nada,Sweet Home,Tiempo Sin Aire,Matar el Tiempo,Autómata,Felices 140.Demasiado fracaso o películas con recaudaciones decorosas,pero con presupuestos excesivos.
Completamente de acuerdo con @IndustriadeCine, pero habría que ver las circunstancias. Si invierto más dinero en promoción o en distribución -en este caso- me irá mejor. ¿Pero de dónde saco ese dinero?
Es un problema habitual en nuestra industria. Nos cuesta una barbaridad financiar la producción y, para cuando tenemos la película, no tenemos dinero para promocionar y distribuir mejor. Y la distribuidora, dependiendo de con cuál trabajes, puede ayudarte o no. Hay distribuidoras que no invierten NADA en promo y publicidad. Absolutamente nada; ni un euro. Si haces tu película con el poco dinero que consigues y, cuando distribuyes nadie tiene dinero para que la gente sepa que la película va a estar en salas, pasa lo que pasa. Es una pena, pero es así. A veces no hay muchas más opciones.
Peliculitas…`peliculitas…peliculitas…, que no son de autor ni comerciales…
argumentos triviales, de kóctel, anecdóticos… ¿Y los nuevos realizadores, los creadores, los que tienen algo que decir sobre la crisis total en que vivimos, ¿qué?
¡Joder, ya es hora de que se apoye un nuevo cine, por la belleza, la verdad, lapoesía… Un cine verdaderamente de autor, que no es lo mismo que personal, y menos de género, demasiado sobado.. Claro que, ¿a quién le interesa el arte hoy?
Desde luego al Estado-productor, no. Y a los críticos parece que tampoco. El espectador maduro es el que paga los latos rotos de esta industria mantenida por el Estado de partidos, de valor artístico irrelevante.
Balebale,he aquí el quid de la cuestión.Se critica que gran parte del cine español sale al mercado sin publicidad,algo muy cierto obviamente,pero parece como si hubiera interés en centrar el asunto en culpabilizar a productores y distribuidores.El hecho es que,desde que la crisis empezó a tocar al cine,obviamente se mueve muchísimo menos dinero,tanto por parte de ayudas públicas,bancos,como de un público cada vez más desafecto a las salas,lo cual hace que,más allá de casos muy concretos,no hay solvencia ni,por tanto,medios para cumplir esas exigencias.¿Soluciones? La más fácil es bajar gastos,pero no hay mucho más margen,sobre todo porque el principal problema es que el españolito medio hace tiempo que no considera el cine como una oferta de ocio a la que recurrir habitualmente.