Leer una noticia donde se refleja que el mercado del mundo de los videojuegos factura el doble que el mercado del cine en España, me lleva a pensar a qué se debe esta diferencia.
Por mi mente pasan, principalmente, dos motivos claros, por un lado, un cambio de hábito de ocio entre nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, y, por otro lado, la piratería afecta menos al mercado de los videojuegos pues, creo, que si se piratean las videoconsolas no se puede jugar online, el método de juego preferido por la mayoría de consumidores de estas plataformas.
El mercado de los videojuegos facturó en España el año pasado un total de 996 millones de euros (391 millones en venta de consolas y 605 millones por la venta de videojuegos), mientras que el mercado del cine facturó 522 millones.
En cifras a nivel mundial, los videojuegos facturaron 80.000 millones de euros, mientras que el cine recaudó en todo el mundo 34.000 millones, con lo cual la diferencia es todavía mayor.
Así, no es extraño ver que en los últimos años los grandes lanzamientos en el mercado de los videojuegos cuentan con presupuestos iguales o superiores a los grandes estrenos de Hollywood, por ejemplo, “Destiny”, de Activision, tiene el récord de videojuego más caro de la historia con 380 millones de euros de presupuesto, superando los 223 millones de euros de “Piratas del Caribe 3”, la película más cara de la historia.
“Destiny” facturó lo que costó tres días después de salir a la venta, mientras que “Piratas del Caribe 3” tuvo que esperar más de una semana para llegar a la cifra que sus productores invirtieron en ella.
Por eso el cine comercial estadounidense se parece cada vez más a los videojuegos
Lo que para el cine estadounidense me parece cualitativamente terrible.
Aquí no puede ser, claro, porque no hay dinero para comandos lanzagranadas, escenarios postapocalípticos y megabatallas siderales. Y casi lo prefiero.
Pero me temo que sobrevivirá (y puede incluso que se mantenga pujante) la creciente fórmula de fusión de cine con videojuego, mientras la narración cinematográfica pura sobre asuntos humanos no envueltos en épico fragor acabará arrinconada para minorías tachadas de snobs, rancios, gafapastas y demás lindezas ya habituales.
Yo creo que en parte es por el público al que se dirige, joven y con dinero, pero también es que un juego está disponible inmediatamente, permite competir con otras personas (importante para los aficionado a los videojuegos), disfrutar de él durante muchas horas y después puede ser vendido, recuperando parte del dinero invertido en la compra. Una película dura mucho menos, a menudo te llevas “un chasco” (echando de menos el dinero gastado), muchas veces los extras, presentación y precio son peores que en otros países europeos y en su venta apenas se recupera la mitad del coste de la película. Y eso pensando en verla en casa, que en el cine aún es peor, teniendo que atenerte a los horarios del cine, precios altos en algunos días/horarios, calidad cuestionable de la imagen y/o sonido, suciedad (a veces), molestias provenientes de otros usuarios del cine,…
Al final el usuario de un videojuego casi siempre percibe un disfrute más satisfactorio, por lo que no “se corta” en los gastos relacionados.
Si se quiere reducir la piratería de películas lo que hay que hacer es cuidar más el servicio en cines y en el caso de videoclubes web mejorar los precios para vídeo HD, tener sonido 5.1. y eliminar o reducir en gran medida la “ventana de alquiler” para que se puedan tener estrenos al mismo tiempo o muy poco después que en cines. Mientras se mantenga durante meses la exclusiva para cines lo único que se consigue es que la gente busque copias piratas y cuando salga en alquiler/venta el interés sea mucho menor. Cada persona debe poder elegir si quiere ver la película en su casa o en el cine.
Niños rata everywhere.
Marañón,+10000000000.
Me da que el perfil de público que va habitualmente al cine y el adicto a los videojuegos en nuestro país es diametralmente opuesto.Vaya,que no me imagino a gran parte de los que se pasan jornadas maratonianas con el Grand Theft Auto o el Call of Duty yendo al cine más allá de Fast and Furious , Star Wars o Los Vengadores,y es lógico que el cine español,tanto por presupuesto,como por mercado,pase bastante del target adolescente masculino,que pueden cubrir en USA por su capacidad económica y gigantesco mercado nacional e internacional para abordar megaespectáculos.