Este fin de semana se estrenan un total de cuatro producciones españolas, tres largometrajes y un documental, pero si “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo” es el mayor estreno del año (se verá en 470 salas de todo el país), en cambio “Rastros de Sándalo“, distribuida por Golem, se verá en 65 cines, “Fuego“, de Tornasol Films, sólo en 43 salas, y el documental “Remine, el último movimiento obrero” sólo se verá en un cine de Madrid, creo recordar.
Además, el problema no es que se estrenen con pocas copias, si no que lo hacen sin apenas inversión en publicidad, por lo que el promedio por copia de “Rastros de Sándalo” y “Fuego”, sobre todo el de esta última, no llegará ni a los 900 euros por copia.
¿No debería el Estado subvencionar parte de los gastos de distribución y marketing, en vez de dar ayudas a la producción de películas?
Me sorprende que Rastros de Sándalo la lleve Golem.¿Es tan autoral?