CRÍTICA “ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO”: BENICIO DEL TORO VUELVE A BRILLAR CON LUZ PROPIA

Benicio del Toro me parece uno de los actores mas interesantes que existe en nuestra actualidad. Desde que se dio a conocer en el mundo entero gracias a su papel en la estupenda Sospechosos Habituales, este actor no ha parado de demostrar una versatilidad fuera de toda duda, ya sea en dramas (sus maravillosas interpretaciones en Traffic, 21 gramos o Cosas que perdimos en el fuego); comedias (divertido en Snatch,Cerdos y Diamantes), películas de acción (véase The Hunted o la misma Sin City) biopics (las dos entregas de El Che, donde estaba inmaculado) o cintas abocadas a la pura locura (su reto de engordar en Miedo y Asco en las Vegas, donde estaba casi irreconocible).Es cierto que, como todos en esta vida, tuvo su talón de Aquiles con El hombre lobo, donde estaba totalmente aséptico (aunque he de recomendar el visionado de la versión extendida, que mejora notablemente el resultado final de aquel film), pero de todas formas, su filmografía destaca mas bien por sus aciertos que errores. Con “EsCobar: Paraíso Perdido”, se acerca al terreno del biopic y nos ofrece de nuevo, una interpretación realmente ejemplar en la que vuelve a brillar con luz propia.

Nick (Josh Hutcherson) es un joven canadiense, que, junto a su hermano (Brady Corbet) y su pareja, buscan suerte en las playas de Colombia para montarse su propio negocio (y surfear también). Nuestro protagonista conoce así a María (Claudia Traisac), otra joven colombiana por la que siente atracción, y lo que en un principio son miradas, al final terminan enamorándose el uno al otro. Todo funciona de perlas, hasta que ella va presentando a su familia…es ahí cuando aparece Pablo Escobar (Benicio del Toro), el tío de María , un personaje político donde todo parece de color de rosa. Pero poco a poco, tanto Nick como María descubrirán que el miembro de su familia, por muy bonitas apariencias, posee un lado oscuro que desconocen hasta límites insospechados.

“Escobar: Paraíso Perdido” engaña un poco, no os voy a mentir. En su primera mitad, el espectador asiste a un relato donde parece que nos encontramos ante un romance entre adolescentes que, si bien no llega hasta límites como los de Crepúsculo o sus imitadores, si que está plagada de tópicos. Desde luego, en toda esta trama, el ritmo impide el aburrimiento, pero es sobre todo en las apariciones de Benicio del Toro cuando el film sube enteros gracias a una interpretación en la que el actor, nos gana de calle, al igual que su protagonista principal. El carisma que derrocha el personaje es el mayor aliciente que tiene toda esta primera parte, cuyo espectador se adelanta a los acontecimientos en todo momento, y el entramado político aún no ha salido a la luz. En ese sentido, el director juega con el idilio de su protagonista, y está bien expuesto, mostrando un mundo de color de rosa (pese a ciertas complicaciones como los maleantes que amenazan a Nick y a su hermano) gracias a las apariencias que, el señor Pablo Escobar quiere transmitir sobre su imagen y país…

Pero poco a poco, el film empieza a transmitir una sensación de amenaza que se torna sobre nuestros protagonistas poco a poco hasta resultar casi asfixiante. Por eso comentaba antes que el film engaña, pues lo que en un principio asistimos a un relato predecible donde dos jóvenes se enamoran, se transforma en un tenso thriller que consigue mantener al espectador agarrado a la butaca gracias a un manejo del suspense estupendamente llevada. Desde la agonía de Nick al tener que rematar un plan hasta su conclusión, el film apenas ofrece un descanso, y cuando lo hace, nos muestra a un Pablo Escobar mostrando su lado mas oscuro y, por qué no, mas interesante (su confesión ante el cura es una escena para el recuerdo donde el actor esta inmenso).De ahí, que no me esperara que el relato cambiara de rumbo de forma considerable ante un género, que, desde luego, no se le da nada mal (la escena en el coche).

Ahí, la puesta en escena es donde muestra verdaderamente sus cartas, pues se nota que es lo que mas le interesa del relato (su segunda mitad), con escenas muy destacables con una carga de tensión muy bien llevadas. En cuanto al resto de apartados está claro que la fotografía muestra un papel relevante, aunque tampoco pretenda lucirse demasiado, pero lo que si me gustaría destacar es una preciosa banda sonora de Max Richter que se decanta mas por el terreno dramático, aportando un pesimismo que, al film, le viene de perlas. También me gustaría destacar un trabajo interpretativo a la altura de las circunstancias, donde, vuelvo a repetir, brilla con luz propia Benicio del Toro devorando a cada compañero de reparto, pero la labor de un sorprendente Josh Hutcherson (en un registro dramático que no había explotado) y de una encantadora Claudia Traisac (ofrece frescura a un personaje muy tópico) tampoco merecen ser olvidadas pues están estupendos. Por cierto, a destacar un notable Carlos Bardem que consigue un personaje que, dicho de forma sencilla, da miedo.

“Escobar: Paraíso Perdido” es un film que cuando muestra las cartas de la baraja, consigue que el espectador se encuentre inmerso en el relato. Es cierto que su primera mitad resulta un mas de lo mismo que no molesta, aunque tampoco entusiasma, pero el director nos tiene preparado ese cambio de rumbo para que nuestros protagonistas abran los ojos ante un mundo despiadado y cruel. Y mejor aún si cuenta con una interpretación fantástica de uno de los mejores actores de la actualidad como Benicio del Toro, ofreciendo otra de sus excelentes interpretaciones en su ya amplia carrera. Solo por eso, ya merece un visionado al menos.

Nota El Blog de Cine Español: 5.

Manu Monteagudo

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