La película “Ciudad Delirio” es una coproducción donde España y Colombia se dan de la mano a través del baile. Este tipo de género donde el baile es el eje principal que mueve a sus personajes lo hemos visto en cientos de producciones de todo el mundo…y aún así, sigue funcionando su fórmula (casi todas siguen un mismo esquema). Dirigida por la granadina Chus Gutiérrez lo cierto es que, no os voy a engañar…apenas conocía el argumento del film (incluso, su mera existencia) y fui un poco a ver que me encontraba (y sorprendía) esta cinta, aunque viendo a qué género pertenecía, pude concebir una idea aproximada de los derroteros por los que se movería, ¿estaría equivocado? Después de ver “Ciudad Delirio”, os puedo decir que no.
Estamos en Cali (Colombia). Angie (Carolina Ramírez) es una bailarina y coreógrafa en un pequeño centro de baile que sueña con formar parte de uno de los espectáculos de salsa mas importantes de la ciudad: Delirio. Por eso, junto a sus alumnos, decide presentarse a la convocatoria de dicho espectáculo como grupo y solista. Mientras tanto, Javier (Julián Villagrán) es un médico aburrido de su rutina diaria, que asiste a un Congreso en la ciudad…en una de sus salidas nocturnas coincide con Carolina, y, podría decirse que existe un breve pero intenso flechazo. Y ya sabemos…cuando el amor llama a la puerta es imposible resistirse. El problema es que la pareja con la que debe presentarse Carolina a la convocatoria es… su antigua pareja, cosa que no pondrá las cosas tan fáciles entre Javier y Carolina.
Digámoslo ya claro…creo que cualquier lector que haya leído esta sinopsis tiene muy claro cómo finalizará la cinta. “Ciudad Delirio” no esconde ningún as en la manga, y en ese sentido, no lo voy a negar: resulta muy honesta en sus propósitos. Es un film amable (demasiado amable en mi opinión), distraído y alegre. Quizá porque su directora, Chus Gutiérrez aporta el esquema habitual de este tipo de cintas, y los sigue a rajatabla sin cambiar apenas un ápice…y claro, funciona a todo aquel que solo quiera buscar eso, una distracción pasajera en la que te olvides de tu vida diaria aunque solo sea por unos minutos. Pues la fórmula, por muy anticuada que sea, sigue funcionando…
¿Qué ocurre? Que falta pasión a lo que está contando. Sí, resulta muy amable en todo lo que cuenta, pero falta energía, sobre todo por que su relato es tan tópico que el espectador se conoce al dedillo todas las artimañas que esconde el film desde el principio. Y debido a una puesta en escena que, sin querer resultar duro, parece bastante precaria, el film nunca te llega, ni en la historia y ni siquiera en los bailes, manejados con un montaje de lo más torpe que apenas deja mostrar las coreografías en todo su esplendor. Parece que todo lo deja en manos de su guión, que si de algo peca, es por acumular un tópico tras otro, tanto de personajes como de situaciones (incluso resulta predecible y metido con calzador cuando se adentra en temas sociales). ¿Funciona? Pues claro, por que como he dicho antes, este tipo de historias nunca caducan, pero si su creador no aporta vitalidad a lo que está contando, de poco sirve que nos cuenten lo que hemos visto en cientos de películas precedentes.
Respecto al tema interpretativo es Carolina Ramírez la que se adueña de la función con una facilidad pasmosa y ¿saben por qué? Porque ella es la que aporta la energía y vitalidad que le falta a su puesta en escena…su presencia resulta agradecida y en todo momento resulta creíble en su personaje. Cosa que no puedo decir de su compañero de marras, Julián Villagrán (excelente actor, por otra parte), que parece desganado en todo el film, y créanme, que no es por el personaje, sino porque da la sensación de que está ahí de paso sin aportar matices a su personaje, quedándose en un mar de tópicos que, en mi caso, no me convencieron (la escena del coche en Madrid resulta un tanto ridícula). También aparece Ingrid Rubio, pero lo cierto es que poco tiene que aportar a la cinta, ciertamente
Resumiendo, “Ciudad Delirio” es un film que no esconde sorpresa alguna, y maneja un relato que hemos visto 100.000 veces en el cine. La fórmula, desde luego, siempre ha funcionado, y aquí no iba a ser la excepción, pero es una pena que debido a una puesta en escena tan desganada y tan pobre el film se pierda en un mar de tópicos. Menos mal que tenemos el carisma de su actriz principal que es la que soporta mayoritariamente el peso del film sobre sus hombros.
Nota El Blog de Cine Español: 5.
Manu Monteagudo
Habiendo sido un fenómeno en Colombia,que no es precisamente un país con gran cultura cinematográfica,se podía preveer algo facilón.Me alegra que no le esté faltando trabajo a Ingrid Rubio.