Los datos son claros: 16 millones de euros de facturación para Canal Sur en el ejercicio del año 2013 que contrastan con la aprobación el pasado 23 de diciembre en la Ley de Presupuestos del ejercicio 2014 de una concesión de 138 millones de euros en concepto de financiación, tal y como recogen los balances de la empresa pública.
Tal y como recoge El Confidencial, cadena pública autonómica que -como tantas otras- acumula pérdidas millonarias año tras año, recibe sistemáticamente inyecciones de dinero público desde la junta de Andalucía, empeñada en la subsistencia de la televisión andaluza, rodeada por la polémica. En el año 2013 recibió una subvención de 95 millones de euros.
Resulta especialmente llamativo que dentro de su presupuesto se destinen 50 millones de euros anuales en salarios para sus empleados. Sueldos astronómicos, intereses políticos, una plantilla superior a la necesaria -antes de su cierre, Canal 9 contaba con más empleados que Telecinco, Antena 3, Cuatro y La Sexta juntas- , nepotismo, enchufes, son conceptos que envuelven ésta y otras televisiones autonómicas que en el año 2013 recibieron un total de 880 millones de euros de subvenciones .
Esos 880 millones de euros en subvenciones -que años atrás eran muchos más- son 23,7 veces más del presupuesto actual de ayudas al cine español, estimado en 33,7 millones de euros.
Por cierto, desde Telemadrid -71 millones de euros recibidos en 2013, mucho menos que en las partidas de años anteriores- ha sido recurrente ver a tertulianos cargar contra las ayudas al cine español, ¡viva la hipocresía!
Nota: En otro capítulo abordaremos el apasionante tema de TV C. La Mancha, con Cospedal de estrella invitada.
Y canal 9 debía tener mas trabajadores que todo el grupo mediaset juntos.
Particularmente, pienso que todas las televisiones públicas deberían cerrar y sólo deberían existir, con un sólo canal, en las autonomías con otra lengua cooficial.
Lo que debería haber es un mínimo sentido del rigor en el manejo de lo público.
Pero ya nos explicó una ministra de cultura hace tiempo su manera de verlo:
“el dinero público no es de nadie”.
Qué siga la fiesta.
Los trabajadores de oposición no tienen la culpa, además el suelo es muy normalito para ellos, y la gente que más pasta gana es por ‘enchufe’ o los directivos. Por ejemplo en canal nou los tertulianos de un programa dado a dedo a Isabel Durán cobraban mucho más que un redactor de informativos por un par de horas a la semana.
El problema es que los políticos no saben gestionarlas, y en muchos casos a eso se une la codicia y la corrupción.
Las TV públicas deberían servir al ciudadano, en el caso de las autonomías con lengua propia aparte del castellano para difundir la lengua (es algo muy importante para aprender y entenderla sobre todo) y luego podrían hacer ficción y programas propios más innovadores, pero el problema es que las TV públicas suelen hacer una programación ‘chorra’ o para ‘viejos’.
Lo de Canal es un caso aparte, en todo caso podría haber seguido abierta con otra gestión más profesional y menos ‘pepera/pozo sin fondo para desviar dinero público a negocios’
Como bien han dicho que siga la fiesta.
Yo soy defensora de la subvenciones en cualquier sector de la economía, siempre que se haga con sensatez. Pero luego ves estos casos y te hierve la sangre. A diferencia de otros sector la subvención de amortización se da a la productora que alcance en taquilla 300000€, en otros sectores reciben subvenciones para amortizar pérdidas.
Imaginad que el cine español recibe subvenciones para fracasos en taquilla, sería portada en algunos periódicos o telediarios de dudosa ética.
No es de recibo que las cutrecadenas autonómicas puedan llevar publicidad porque hay que pagar los vicios de los amiguetes y los informativos manipulados y a TVE,que,pecando de lo mismo, al menos tiene series ambiciosas y de gran éxito nacional que sí requieren de un importante esfuerzo económico para no perder calidad,se le niegue .Si a las cutrecadenas autonómicas no les llega con la financiación pública para cubrir sus casposas programaciones…QUE APECHUGEN.
Imaginad que el cine español recibe subvenciones para fracasos en taquilla, sería portada en algunos periódicos o telediarios de dudosa ética.
Lamentablemente hay carta blanca contra el cine español,pero la televisión es intocable.Pueden emitir horas y horas de telemierda en horario infantil,pero está prohibido emitir porno de madrugada y no pasa nada.Se critica que en el cine español aparezcan putas,yonkys,mariquitas , inmigrantes y demás sectores desfavorecidos y a Aída y La Que se Avecina no les va nada mal.
Se critica el progresismo del cine español y La Sexta alcanza sus mejores datos históricos con tropecientos programas clónicos en esa línea.