“Intacto” es una película muy relacionada con los Juegos de casino que nos lleva a meditar, como tantas otras veces, sobre una de las mayores incógnitas que florecen en nuestros pensamientos. Todos sabemos cuándo nacemos, nunca sabemos cuándo llegará nuestra hora final -aunque (casi) siempre se puede fijar tras ella-, pero constantemente nos asalta la duda de por qué hemos llegado a ser quienes somos en la vida, por qué la vida ha ido transcurriendo por el camino seguido y no por otro, por qué esa película que dura desde que somos extraídos del vientre de nuestra madre hasta que la llama de la vida se apaga por completo sigue ese guión.
Podemos encontrar compañeros que nos digan que nuestra existencia está escrita desde el momento en el que nacemos, mucha gente nos indica que sólo el esfuerzo influye en los resultados y que el camino lo vamos creando nosotros en todo momento tal y como nos dijo nos dijo el gran Antonio Machado, familiares y amigos nos intentarán de convencer de que…
Podría desperdiciar horas y horas explicando los distintos puntos de vista que tenemos los habitantes de este planeta, pero voy a centrarme en la opinión de Juan Carlos Fresnadillo (director y guionista) y de Andrés Koppel (guionista). La suerte es la luz que ilumina nuestras vidas, el faro que nos guía durante toda nuestra existencia, el Dios que hace y deshace en este mundo.
Todo esto es verdad, pero según nos muestra, el ser humano también puede cambiar su suerte simplemente con un roce, con una caricia, con el mínimo contacto. Tenemos la posibilidad de robar la fortuna de los demás o podemos dar mala suerte (como dicen en la película: “Ahora que el viejo lo ha desactivado, ¿te has dado cuenta de que -le- podemos tocar sin que nos gafe?”). Por tanto, ¿qué o quién lleva el timón de nuestra realidad? La respuesta en este caso es clara, la suerte, pero es un todo más complejo, nosotros podemos intervenir en ella, por lo que también debemos decir que escogemos nuestro camino y nuestra vida.
Ya que podemos influir en la crónica de nuestros hechos, debo decir que si me diesen a elegir algún casino para jugar, estoy seguro que elegiría antes alguno de los numerosos casinos online fiables que existen que un lugar donde pueda rozarme cualquier persona con el don ya comentado de robarme la suerte.
En esta película, Fresnadillo nos enseña un mundo desconocido para el ser humano donde las apuestas son continuas y donde ganar o perderlo todo puede depender de unos dados o de una simple libélula. Nos adentramos en un mundo que no conocemos y que no entendemos; esta película nos muestra una trama con un principio (donde vemos a unos desconocidos jugar ruleta) y un final sobre el mismo escenario, el casino de Sam, donde todas las acciones que emprenden los protagonistas principales están realizadas con el fin de retar y ser capaz de derrotar al “Dios” de la suerte con sus propias armas.
A nuestro alrededor ocurren muchas cosas que no somos capaces de ver y que ni siquiera podemos imaginar; en esta película nos encontramos un mundo paralelo, un mundo real escondido de la mirada curiosa del hombre medio donde el azar sería definido como: el resultado objetivo obtenido mediante las sumas y restas de la suerte de los individuos que participan en dicho juego.
Vía: Email recibido.
Cada vez que hablan de esta película me acuerdo de mi experiencia como extra; cansado pero divertido.