El Premio Goya no siempre asegura tener una buena recaudación en cines, sobre todo si se trata de un premio “menor”, entre comillas, como dirían los Chunguitos.
Así, el pasado viernes se estrenó el documental “Las maestras de la República“, ganador del Goya en este categoría, recaudando sólo 8.610 euros con 15 copias y promediando un paupérrimo promedio por sala de 575€ euros.
Con este debut, el documental “Las maestras de la República” aspira a una recaudación en cines de poco más de 18.000 euros.
Dirigido y escrito por Pilar Pérez, este documental muestra el legado trasmitido por las maestras de la República hasta nuestros días.El proyecto se articula sobre testimonios de investigadores y familiares, para dar a conocer el momento histórico que vivieron estas docentes y su participación en la transformación social de España por medio de la educación.
Los premios menores hay que aprovecharlos la semana siguiente de los Goya, porque a estas alturas casi nadie se acuerda.
No es que sea un premio menor, es que los documentales casi nunca son éxitos de taquilla. El estreno en salas es más que nada un complemento de la explotación.
Los Goya no son para estrenar películas, son un reconocimiento para las películas estrenadas el año anterior.
Pero si nos hacemos trampas al solitario pasa lo que pasa, que gana el Goya un documental que prácticamente no se había estrenado y con nulo recorrido en festivales internacionales. Y los académicos pasan, incomprensiblemente, de grandes documentales estrenados en tpda España con notables taquillas y espectaculares carreras en festivales de todo el mundo, como Mon petit, Guadalquivir, Asier eta Biok o La Plaga. Y el año pasado, Pura Vida, que fue el documental del año, no tuvo ni una nominación.
La Academia debe reaccionar ante esta plaga de estrenos “técnicos” (especialmente terrible en la sección documental) o se encontraran un día en que los espectadores de la gala no conecerán ni una sola de las pelis que se premien.
El premio es muy pequeño a nivel mediático (de hecho sólo una película se ha beneficiado realmente de los Goya, y las premiadas han sido muchas más), y los documentales no llevan público a las salas, como dice Rincewind. Además se junta la sospecha (fundada o no fundada) de que el premio se otorga más por cuestiones ideológicas que cualitativas.
En España sólo venden los documentales de Belén Esteban.