En un momento de crisis como este parece que todo el mundo debe apretarse el cinturón. En eso está, precisamente, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El I.C.A.A, que dirige Ignasi Guardans (que militó muchos años en Convergencia i Unió) y depende del Ministerio de Cultura, que dirige Ángeles González Sinde, está tomando varias medidas para reducir las subvenciones al cine español.
Las ayudas que se concedían en concepto de amortización (dependientes de la recaudación en salas) se reducen en un 50%. La subvención máxima que podrá recibir una película pasa de 2 millones de euros a 1,5 millones.
Esto supone un recorte del 25 %, en el tope máximo.
El ICAA ha hecho llegar ya a los sectores implicados en la producción cinematográfica el texto modificado de la orden ministerial que regula las ayudas al cine, un texto que había sido desbloqueado este mismo mes de enero después de ser impugnado por la asociación Cineastas contra la Orden.
El importe de las ayudas que se conceden en concepto de amortización (un 15% de la recaudación en salas del film) pasa de 800.000 euros a 400.000.
La ayuda complementaria pasa de tener un tope de 1.500.000 euros a uno de 1.200.000. Esta ayuda incentiva las obras de mayor presupuesto y de mayor riesgo para sus productores. Por tanto, estos dos recortes afectan principalmente a las producciones más grandes y con mayores posibilidades de obtener la aprobación del público.
Además, el cambio introducido en la orden ministerial que regula las ayudas al cine incluye la obligatoriedad de que la película tenga un carácter cultural.
Los filmes que soliciten ayudas del Estado deberán pasar por el examen previo de una comisión que decidirá si cumplen este requisito previo para la recepción de subvención pública. Esta modificación ha sido introducida para responder a las exigencias de la Unión Europea, que calificaban el sistema español como ‘industrial’.
Las películas que reciban ayuda cuando aún están en proyecto –en este caso se evalúa su guión- quedan exentas y las coproducciones internacionales también.
Personas como Agustín Almodóvar de la productora El Deseo, ya han mostrado públicamente sus dudas sobre el impacto que estas medidas tendrán en nuestro cine en el futuro cercano.
Tendremos que esperar unos meses para saber si estas medidas se aplican, tal y como están ahora, y el impacto que pueden tener en nuestra industria.
Artículo: José López Pérez
