LA SUBIDA DEL PRECIO DE LAS ENTRADAS DE CINE

Recuerdo perfectamente que cuando era niño se estilaban dos tipos de cine, los de estreno, y los de barrio, que también se llamaban de reestreno. En los primeros se proyectaba una sola película, eran mucho más caros, y en teoría más selectos, más cómodos, con mejores butacas y mejores pantallas. En los segundos, se proyectaban dos películas. La entrada solía costar la mitad que en un cine de estreno. Además, existían dos precios en los cines, arriba, el llamado gallinero era más barato; abajo, la Platea, algo más cara. En los cines de reestreno, como en mi ciudad, L´Hospitalet de Llobregat, en la que en aquella época no tan lejana no había ninguna sala de estreno, pese a tener cerca de 500.000 habitantes, solían programar 2 películas diferentes viernes, sábado y domingo. Lunes y martes, cambiaban la programación, que solía ser bastante reciente, y los miércoles y jueves programaban películas más antiguas. Si ibas 3 veces al cine durante una semana, podías ver 6 películas diferentes. Cada día de la semana, podía llegar a tener un precio distinto. El cine era tan barato que podías ir varias veces a la semana, donde proyectaban, además cortos, el obligatorio NODO del franquismo o films de menor duración de dibujos animados o documentales de animales. Podías quedarte en la sala varias sesiones. De esto, repito, no hace tantos años.

Hoy, esto parece las historias del abuelo Cebolleta, solo existen salas de Estreno, con 4 tipologías. Cineplex, o complejos con muchas salas, generalmente más de diez. Las multisalas, con 6 de promedio. Cines con dos o tres salas, y finalmente los cines que solo tienen una pantalla, y que cada vez son menos, rara avis, y acostumbran a estar ubicados en poblaciones pequeñas.

Facua-Consumidores en Acción ha elaborado recientemente un estudio comparativo sobre los precios de las entradas, en 158 cines, situados en las 50 capitales de provincia de España. En lo referente a precio, ahora tenemos 4 tarifas básicas, fines de semana, que era la más cara. Laborables, día del espectador, con precios diferentes. Finalmente, la más cara es la entrada para ver un film en 3 D.

El día del espectador, el precio promedio se sitúa en 4,51 €.

Ver una película en fin de semana en 3 D, cuesta en Barcelona, según este estudio, 10,80 €. En Ciudad Real, la misma película cuesta 6,50 €. El incremento de precio medio por ver películas en 3 D, se sitúa sobre los 3 €, probablemente por eso, cada vez se hacen más películas en 3 D. Este no es un dato baladí, aunque alguien me tilde de abuelo Cebolleta, estamos hablando de 500 de las antiguas pesetas de suplemento por ver cine en 3 D, que en ocasiones es incómodo, con gafas sucias, problemas para la gente que lleva gafas (o tiene problemas de visión) o con gafas deficientes o en mal estado y que no justifican, por la calidad o tipología de los films este precio.

El precio medio de las entradas en 2009 aumentó en España el 2,8 %, aunque estoy convencido de que el aumento mayor, seguramente, se dio, años atrás, cuando hicimos la convergencia con el euro y se produjo el conocido redondeo. Durante los fines de semana que es cuando más gente acude al cine, los datos son demoledores. En A Coruña hay que pagar 7,16 €, en Barcelona 7,26 €, en Madrid 6,93 €, en Sevilla 6,20, en el otro extremo en Melilla 4,25 € o en Teruel 3 €. Los precios no suelen tener en cuenta el tipo de sala, las butacas, las pantallas, el sonido, las comodidades, se suele tener en cuenta la ubicación, con una clara tendencia a ciudad más grande precio más alto, salvo contadas excepciones. Relacionando esto con los circuitos el cine comercial, acostumbra a ser más caro que el de Versión Original, Arte y Ensayo (si es que todavía queda algo de eso) o culto.

Facua-Consumidores en Acción también ha analizado el precio de las localidades de Cine en 118 ciudades, de 60 países del mundo. Ese estudio se ha realizado en 459 cines, en 83 poblaciones de Europa, 21 de América, 2 de África (donde ya hay varios países sin ninguna sala de Cine), 8 de Asia y 4 de Oceanía.

Los cines con los precios más caros son los de Tokio, en la capital nipona, con una media de 14,33 € los fines de semana. Los precios más bajos se dan en Managua (Nicaragua), 1,99 €. En el continente europeo las salas más caras son las de Zurich (Suiza) a 11,85 €, siempre en fin de semana. En Belgrado encontramos el precio más barato, 2,99 €. En el continente descubierto por Cristóbal Colón, los precios más elevados se encuentran en Nueva York, 8,40 €, mientras que en Otawa (Canadá), los precios son más baratos que en varias ciudades españolas 6,84 €.

En las proyecciones en 3 D, para finalizar, el precio más alto se da en Abu Dhabi (Emiratos Árabes), donde la entrada cuesta 18,54. Las más baratas son las de la capital de Ecuador, Quito, donde cuestan 3,74 €.

El próximo mes de julio, en España, el Impuesto sobre el Valor Añadido se incrementa un 2 %, veremos como afecta eso al precio de las entradas.
Próximamente ampliaré esta información. Continuará…

Artículo: José López Pérez

3 thoughts on “LA SUBIDA DEL PRECIO DE LAS ENTRADAS DE CINE”

  1. Del año 67!!! todavia las guardas???
    En mi barrio habia un cine tambien y mi padre trabajaba de acomodador los fines de semana, no me acuerdo muy bien si entrabamos gratis, jajajajaja, pero tengo el recurdo de ver la pelicula “pirañas”, y tener un miedo de ir al baño porque salian de la taza del water, jajajajaja

    Si que está caro ir al cine, pero para ir a ver una buena peli merece la pena, rascarse el bolsillo.

  2. cada vez el cine es más caro, cuando se debería potenciar como elemento de entretenimiento. A este paso va a terminar siendo un artículo de lujo (si es que ya no lo es)

  3. Puede que el cine sea caro, pero en realidad es el signo del conjunto del entretenimiento. Cualquier cosa cuesta muchísimo en este país, a la par de los países más importantes en Europa, cuando los sueldos son bastante más bajos. No es cuestión del cine, sino del ocio en general. ¿A santo de qué te pueden cobrar por una birria de copa 8 ó 9 euros? Lo malo es que la crisis económica, que en parte se debe a la avaricia de banqueros y comerciantes y a que la gente hemos aceptado vivir por encima de nuestra posibilidades, no parece estar adaptando los precios a la situación real de la sociedad. Sí, los pisos han bajado algo pero, ¿y el ocio?

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