Muchos son los directores y actores que hemos entrevistado que han reflejado que no se puede pagar el mismo precio de una entrada de cine para ver un blockbuster americano que una pequeña producción española.
Esta idea cada vez está ganando más terreno, pero las anquilosadas estrategias comerciales de la distribución en nuestro país lo están impidiendo. Esperemos que no por mucho tiempo.
El último en decir que no se puede pagar lo mismo por ver “Gravity” que una película de autor ha sido Juan Carlos Tous, socio y uno de los fundadores del portal de descargas Filmin.
De este modo, ¿no pensáis que el cine español ganaría más público si se bajasen el precio de sus entradas? Algo que han hecho -son excepciones-, y con éxito, películas como “El mundo es nuestro” y “Stockholm”.
Es una medida “populista” y economicamente no es viable. El termino Low Cost (horrible) , pagar menos por películas de “autor”, terminos, ideas, que no llevan al mayor éxito comercial o alcance de las películas.
Cansado de gurus, que proponen soluciones falsas.
¿En Francia pagan menos por ver “Después de Lucia”, o “Rengaine” películas hechas con poco. ¿En USA? ¿En Gran Bretaña? La única solución, si nos preocupamos por el cine español como tal (creo que a eso alude el artículo aún en la lejanía), es una batería de propuestas entre educación, apoyo en las intituciones públicas, compra de derechos de antena en las televisiones, tratar de ganarse al público, pero eso no se hace bajando los precios de quien sabe que películas (quién decidiría eso al fin?)
Nota: También habría que catalogar que es cine de autor – quién esta aquí, Haneke? Dumont? Directores desconocidos…primeras películas…
Toda la razón, Juan. Yo ya lo he comentado bastantes veces en este blog, es que esta diferenciación sería un proceso tan subjetivo que no lo veo aplicable en el mercado real de ninguna manera.
Lo que yo creo que sería más fácil (aparte de bajar los precios de las entradas en general) es implantar lo que en USA llaman los “dollar theatres”, es decir, que pudiéramos ver pelis estrenadas hace 15 días o un mes a mitad de precio. Mucha gente podría atreverse con pelis que en teoría no irían a ver la semana del estreno.
Lo deciden quienes las hacen, en comunicación con distribuidores y con acuerdo de los cines. Es decir, como se hace en CUALQUIER NEGOCIO de venta al público. Juan, ¿tú has visto algún otro producto, aparte del cine, en el que vayas a una tienda a comprar algo y todo tenga el mismo precio? ¿A que no?
¿Por qué esa absurda resistencia a mantener algo que es anti-natural? Sí, es anti-natural porque es absurdo que se cobre lo mismo por un producto que ha costado 200 millones que por otro que no ha costado ni 2 millones. Yo no entro en etiquetas de cine de autor, eso lo único que hace es confundir. El precio de una peli es una cuestión económica, por lo que tiene que estar unido al coste de producción, no a si es mejor, peor, de autor, artesano, etc.
La solución de Rincewind, por tamaño de presupuesto, es la única viable si los precios se escalaran en taquilla.
Pero es soñar: A ver de quién es ya la exhibición.
Y en cuanto a la pedagogía, Juan, basta con ver cada domingo la programación cinematográfica de TVE: cinco o seis películas en un solo día y todas son estadounidenses, viejas o nuevas, buenas o malas, inéditas o mil veces vistas, pero de ellos. Como mucho se cuela una canadiense o británica. El cine español nunca asoma.
Versión española y Cine de barrio son los únicos programas de la televisión pública dedicados al cine hecho aquí (y el segundo de ellos para espectadores septuagenarios, a los que no se necesita enseñar a apreciar lo suyo puesto que pertenece a su memoria de juventud y eso les basta).
El resto de películas españolas, directas a la madrugada. Como si fuesen material de derribo, aunque TVE haya pagado derechos de antena de la inmensa mayoría, incluso participado en su producción.
A mí que me lo expliquen.
Hola a todos,
De acuerdo con lo que decis acerca de TVE – aún así – entran compran derechos de antena de menos películas de las que uno se imagina.
Acerca del comentario de RICEWIND, no creo que es cierto lo que dices, y no creo que vale la respuesta fácil – (en cualquier negocio, en Zara o Bershka). Lo cierto es que la distribución cinematográfica mundial funciona de un modo similar. Otra cosa, es que hubiera una cadena de cines (Golem o una nueva que sería bienvenídisima), que decida cambiar el modelo. Ojala fuera un modelo rentable. Pero pensar que Cinesa, etc, va a tener precios distintos para películas determinadas, no creo que sea positivo. Y menos aún, dicho por el dr de Filmin, que creo que no es el mejor exponente (una web que acumula títulos, pero que no creo que sea garantía de financiación de muchas de las películas que exhibe). Los sitemas como Filmin, Netflix, no son, los mejores para productores o distribuidores. Pueden ser un extra interesante, pero nada destacable para distribuciones independientes.
Quizás los mejores ejemplos, han sido Carmina o el Mundo es nuestro – pero son también especificos a una zona y a una campaña muy mediatica – Carmina – y a un éxito comercial “mu currao” en el Mundo. También acompañado de ciertas polémicas declaraciones.
Así que no creo que se pueda decir, bajar el precio. La verdad, es que hay que encontrar al público…del modo que sea.
Un saludo,
Asistir a una proyección cinematográfica no es como entrar a comprar un producto en una tienda, porque de hecho te están vendiendo un servicio, no un producto tangible.
De hecho sí que hay diferenciación de precio dependiendo de la calidad y la situación de la sala, y del momento de la prestación del servicio.
Luego, no digo que tenga que ir todo al mismo precio, pero sería deseable hacer comparaciones pertinentes. Hay ejemplos como el cine: no es nada raro que plataformas de PPV pidan el mismo dinero por todos los partidos de una liga, independientemente de las diferencias de presupuesto de los equipos participantes, que pueden llegar a ser escandalosas.
Esto sucede así porque el coste variable asociado a una mayor o menor utilización del servicio es casi marginal, por lo que el puro volumen de consumidores es un factor suficiente para compensar un mayor esfuerzo inversor.
Que se pueden buscar otras variables para maximizar la recaudación, pero no me parece ninguna aberración que el precio sea el mismo.
Otra historia es que el cine esté demasiado caro, y que yo creo que debe bajar el precio tanto del cine grande como del pequeño. Y si el grande no quiere, el pequeño sí que podría optar por bajarlo.