El cine en la actualidad nos tiene muy acostumbrados a mundos fantásticos, a seres irreales, a efectos especiales alucinantes; sin embargo, existen aún directores que apuestan por películas sencillas que retratan de una manera u otra a la vida misma. Este ha sido el caso del director español David Trueba, quien con su nueva película “Vivir es fácil con los ojos cerrados” apuesta completamente por historias simples que buscan emocionar.

En esta nueva historia de Trueba, el protagonista es Antonio (Javier Cámara), un profesor de inglés cuyo sueño es poder conocer y hablar con John Lennon. Por la carretera adoptará a dos compañeros que serán testigos y participes de la aventura: Juanjo (Francesc Colomer) y Belén (Natalia de Molina).

La premisa del metraje es muy interesante y la forma como está planteada es fresca y agradable. El guión está lleno de originalidad y mezcla emociones tan diversas como alegría, drama, preocupación, etc, pero presentadas de una forma muy ligera. Sin embargo, el ritmo en muchas escenas no es tan bueno y a veces parece que le falta un poco de energía, lo que ocasiona que parezca un poco lenta.

Los personajes, sus historias y las conexiones que van generando entre ellos es lo mejor que tiene la película sin ninguna duda. Javier Cámara realiza una interpretación encantadora e inspiradora, logrando que el espectador empatice con él y desee tanto como el personaje que éste haga su sueño realidad. De igual forma, los personajes secundarios tienen profundidad, historias interesantes por conocer y el encanto suficiente para que conectemos con ellos.

A nivel técnico la película está muy cuidada. La dirección de arte nos sitúa inmediatamente en la época que retrata la película, pero lo hace como si fuera un personaje secundario… de forma tan sutil que no resalta, pero que nos va aportando dimensión social a lo largo de toda la historia.

En general, la película de Trueba es correcta. Nos cuenta una historia interesante, con personajes que tienen chispa, y que está narrada con originalidad. Sin embargo, es una de esas películas que no traspasa el umbral de lo correcto y que, probablemente, no permanezca en la memoria por mucho tiempo. Esto no quiere decir que no se pueda pasar un rato agradable con ella.

Puntuación: 6.5

Daniela Rosas Olavide