CRÍTICA DE LA PELÍCULA “GRAND PIANO”: EL ESPECTADOR CONECTA DESDE EL PRIMER SEGUNDO HASTA EL FINAL

En la mayoría de las ocasiones cuando salimos de ver un thriller actual lo hacemos con un sabor amargo de ver que un género tan exquisito como éste se encuentre estancado al repetirse los mismos patrones con una ejecución bastante pobre. Por eso, siempre es un gusto encontrarse con una película de este estilo que esté hecha con tanto mimo y detalle como es “Grand Piano“, el nuevo largometraje de Eugenio Mira.

La premisa de la película, ciertamente, no tiene nada de extraordinaria… de hecho puede rozar lo tonto en algunas ocasiones y en el mundo del cine la han realizado miles de veces. Un protagonista que tiene que completar alguna actividad sin fallar porque si no un asesino, que le apunta desde la distancia, lo va a matar. En el caso de Grand Piano el protagonista es Tom Selznick(Elijah Wood), un pianista que regresa a los escenarios después de cinco años, y quien debe tocar todas las piezas del concierto sin fallar una sola nota porque si no “el malo” (John Cusack) lo va a matar a él o a su esposa (Kerry Bishe) que lo observa desde el escenario.

Sin embargo, pese a tener una premisa tan común y con tan poca gracia, la forma que tiene Mira de presentarnos los hechos, a sus personajes, y de envolvernos en el mundo donde se encierran las acciones que quiere contar es tan impecable y audiovisualmente tan brillante que hace que el espectador se conecte desde el segundo uno hasta el final con su película. Y esto es algo poco usual, sobre todo cuando hablamos de un género rodeado de tantos clichés.

Las interpretaciones están increíbles, especialmente la de Elijah Wood, como Tom. La forma que le da a su personaje hace que sea imposible no amarlo inmediatamente y nos permite instantáneamente saber exactamente las sensaciones que tiene con todos los eventos que se van desarrollando. Asimismo, la forma como “toca” el piano es impresionante, ya que lo hace como si realmente fuera un erudito en el tema… más aún tomando en cuenta que el director utiliza muchos planos donde se ve su rostro y sus manos en acción al mismo tiempo en la pantalla, en vez de recurrir al típico recurso de solo manos o solo plano frontal del cuerpo del actor en donde sabríamos que no es él quien toca realmente.

Y es que la suma de detalles como éste, son los que justamente hacen que la película termine siendo todo un gusto. Mira muestra sin lugar a dudas mucha habilidad con la cámara y los movimientos de la misma.La música, los cortes, la fotografía están perfectamente cuidados y sincronizados de tal manera que te va llevando y convenciendo cada vez más de que lo que ves es realmente mágico. Es un ritmo y un uso de la cámara que nos recuerda un poco a los thrillers antiguos, un poco al estilo Hitchcock.

Finalmente, al descubrir la premisa, no puedo negar que la película cae bastante.Pero, luego de haber disfrutado de una ejecución casi perfecta, con planos que tienen muchísima energía y confianza, y que sin duda te llevan de la mano a lo largo de la historia y te mantienen con la tensión y el deseo de saber qué va a pasar… puedo perdonarles ese desliz en el final y esa premisa sin fuerza.

Puntuación: 7.5

Daniela Rosas Olavide