JUAN JOSÉ CAMPANELLA CARGA CONTRA EL CRÍTICO CARLOS BOYERO

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Tenía que ocurrir un día.

Fue durante una entrevista para el canal NCI, en la que Juan José Campanella hablaba sobre su paso por San Sebastián, donde presentó su último trabajo, la cinta de animación Futbolín, coproducción hispano argentina.

Más acostumbrado a las loas de la crítica tras su alabada “El secreto de sus ojos” (2009) y con la estela de un éxito de taquilla histórico en Argentina con Futbolín -allí bajo el título de “Metegol”-, no le sentó nada bien el comentario del crítico de El País, Carlos Boyero, a quien no le entusiasmó la película -de hecho, no le ha gustado prácticamente ninguna del festival-. “Me imagino que también Campanella funciona pensando en el negocio. El problema es que es una película muy sosa, sin ninguna gracia. Bien hecha, visualmente atractiva, pero no le pillo el punto a Futbolín ni a esa gente. Ni me reído ni me ha contagiado su previsible ternura. Me parece aburrida. No entiendo el giro en la carrera de Campanella”, fueron sus palabras.

La respuesta del argentino fue contundente: “Yo le diría a Boyero que se vaya a la reverenda concha de su madre. ¿Quién es Boyero? No lo conozco, nunca oí hablar de él en mi vida”.

“Concha”. Sin duda no pudo escoger un término más apropiado para este festival.

Personalmente creo que el esperpento en el que se ha convertido Boyero se nutre precisamente de este tipo de polémicas, por lo que el crítico estará más que satisfecho.

Otra de las meadas fuera de tiesto de Carlos Boyero durante este festival fue asegurar que “no recomendaría a nadie ver “La herida”, película ganadora del Premio especial del Jurado y Concha de Plata a mejor Actriz, que sin embargo a Boyero le “provoca bastante grima”, según ha afirmado.

Os dejamos el vídeo en el que Campanella desata su ira contra el crítico:

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=GbjKvYpsDSU&hd=1[/youtube]

25 thoughts on “JUAN JOSÉ CAMPANELLA CARGA CONTRA EL CRÍTICO CARLOS BOYERO”

  1. Boyero casi nunca se suele equivocar y que Campanella ha hecho esta película por pasta es evidente, no se dónde está la polémica.
    Por otro lado, hay muchas “meadas fuera de tiesto” que nos tragamos, sinceramente me parece absurda esta entrada.

  2. Bueno…la verdad que Boyero aveces tiene razón y aveces no, pero creo que las polémicas están servidas para fomentar y divulgar más la película,aunque hay casos como “Los amantes pasajeros” que no ayudaron para nada y Boyero realizó una crítica muy loable. La crítica es la crítica y hay que aceptarla, indignarse o enfadarse es resultado de no digerirla y no ser adulto.

  3. Que conste que la crítica en cuestión a Futbolín no me parece desafortunada (para lo que él acostumbra).

    A mí no me molesta que Boyero escriba críticas negativas en un 98% de los casos. Lo que no me gusta es su tono, su forma de escribir y lo prejuicioso que acostumbra a ser. Jamás me resulta interesante, más bien es como un entretenimiento.

  4. Boyero debería dejar paso a gente que disfrute con su trabajo y que lo haga de manera profesional y diligente. Que reserve su amargura para su vida privada.

  5. Que clase tiene Campanella, que yo lea Boyero no insulta en ningún momento, te puede gustar más o menos una critica pero no se puede caer en el insulto.

  6. yo leí a Boyero todos los dias y de la única pelicula de la que habló maravillas fue de la de David TRUEBA, a todos los niveles, aún reconociendo que JAVIER CÁMARA no le suele gustar (cosa que no entiendo) dijo que en ésta peli estaba impresionante..

  7. no es cierto que boyero solo hablara bien de la peli de trueba, tambien lo hizo de una inglesa llamada le week end y de prisoners; ademas, de la herida dijo que era una peli interesante que no recomendaria por desagradable. He estado toda la semana en el festival de san sebastian y la mayoria de peliculas de la seccion oficial eran para llorar, y boyero no tiene l culpa. Por otro lado campanella aguanta poca critica porque boyero no dice nada raro, esuna critica que es su trabajo, el unico que falta es el director que sin venir a cuento pierde los papeles

  8. Era previsible que, después de quejarse de que los festivales de cine no programaran películas para que los niños se aficionaran al cine (verídico, fue en el cierre de Berlín, creo), el mismo Boyero calificase de vendido a Campanella por precisamente hacer una película para niños. A Campanella, que ahora me entero debía de ser el mesías del cine underground, o algo del palo.

    En fin, a su nivel habitual.

  9. El único pecado de Boyero es decir lo que piensa y no cortarse un pelo. No va por ahí, como se ha dicho y como sí hace aquí Campanella, insultando a la gente, ni faltando a nadie al respeto.

    Eso sí, se expresa con vehemencia y con una claridad que quizá hiera a algunas almas sensibles. Yo le agradezco que me diga si le gusta o no tal película, aunque pueda estar o no de acuerdo con sus argumentos. Supongo que todos admitimos el diálogo y la discusión con mesura y argumentos. La línea roja es el insulto y la falta de educación, cosa que yo no veo en Boyero por ningún lado.

    La pedantería tampoco se la veo por ningún lado; precisamente tiende a lo contrario: llaneza y sencillez. Entiendo, eso sí, que quizá a alguien le pueda parecer arrogante. En general, me fío bastante de su criterio. Eso de que disfruta de polémicas, como si fuera una especie de Mourinho, tampoco lo veo por ningún lado.

    También me gusta que parece ir por libre y no se casa con nadie. No le importa ir contra corriente. Eso le confiere una mayor credibilidad a lo que escribe. No creo que redacte sus comentarios sometido al dictamen de intereses poderosos y todos sabemos que varias veces ha cargado contra películas nuestras, potentes estrenos del cine español. Recuerdo, por ejemplo, lo que escribió sobre “Los otros”. No es que la pusiera a caldo, pero dejó entrever claramente que no le había gustado.

  10. No me parece un problema que escriba casi siempre críticas negativas (lo cual, por cierto, es rotundamente falso). Me parecería un problema que escribiera críticas y que por presiones u otros motivos no dijera lo que piensa.

    Todo lo demás (es un mal profesional, mediocre, insulta, escribe de pena, etc, etc) son argumentaciones pueriles que nada tienen que ver. Todo ello le cae encima sólo por eso: porque no se corta un pelo y dice lo que piensa. A lo mejor los mediocres son otros.

  11. mi problema no es que escriba críticas negativas mí que sea un crítico vehemente.

    Mi problema es que no me gusta cómo escribe. creo que es un pésimo escritor que abusa de adjetivos y que jamás escribe nada interesante.

    Creo que hay muchísimos críticos mucho mejores y que él se lleva la fama debido a la controversia pero como crítico flojito.

  12. No hombre, Boyero no insulta. Sólo está condenado judicialmente por llamar nazi portugués a precisamente Mourinho, que debe ser un piropo, y ni yo ni el juez nos hemos enterado.

    Y efectivamente dice lo que piensa. El problema debe ser que hoy piensa una cosa y mañana la contraria, como eso de pedir cine para niños en los festivales y luego llamar vendido a Campanella por hacerlo, a un director que siempre ha sido eminentemente comercial, del palo que le gusta a Boyero, que siempre está reclamando un cine para el público (para la taquilla, obviamente). Un cine de… ¿vendidos?

    Todos admitimos la discusión con mesura y argumentos, sí, exactamente lo contrario de lo que hace Boyero, amigo de las descalificaciones y de la estupidez argumental (“no me he enterado de nada” suele ser su análisis más habitual de las películas que no le gustan).

    Boyero tiene muchas cosas en común con Mourihno. De hecho es fascinante el parecido, salvo por el talento para desempeñar su trabajo (el portugués es uno de los entrenadores más reputados y exitosos del mundo mientras Boyero confiesa no entiender una cantidad asombrosa de películas). Una de esas similitudes estriba en esa credibilidad que les otorgan sus seguidores. Serían una suerte de mártires que por decir verdades contra viento y marea sufren el oprobio del poder. Cuando en realidad disfrutan de posiciones provilegiadas y tienen discursos muy calculados para halagar a sus fanáticos con una mezcla de agresividad y victimismo.

    El estilo de Boyero vende, está claro, y eso es lo único que importa en el periodismo de hoy en día.

  13. Boyero jamás ha sabido analizar una película pero es que además ahora que su personaje se ha comido a la persona y su desgana vital es tan evidente que ya ni siquiera intenta un mínimo análisis. Y ojo, a mí no me cae mal, pero está totalmente acabado. Su apatía hace sus textos aburridos y sin interés.

    De todos modos, la culpa la tiene El País. Mandar a festivales de cine de autor a un tío que lo odia visceralmente es absurdo. Ya que lo tienen también en plantilla, que manden a Jordi Costa, que aparte de ser mejor crítico, tiene una mente más abierta y mucha menos negligencia.

  14. A ver, honestamente el comentario en cuestión no me parece desafortunado, para lo que él acostumbra, y para ser justos creo que Campanella ha pecado de soberbia.

    Dicho esto, a mí no me molestaría que fuera un crítico controvertido, algo destroyed, siempre y cuando demostrara cierto ingenio. Francamente no le veo el menor talento, y como han dicho, su escritura es pobre y sin la menor información de interés.

    A mí sólo me transmite desidia, desprecio por el cine, prepotencia, manías personales y prejuicios.

    Alberto, yo jamás me fiaría de su criterio, precisamente por los motivos anteriormente expuestos. Cuando se presentó “la piel que habito” en Cannes aseguró que toda la crítica presente en la proyección salió horrorizada, incluso que se mofó. Lo peligroso es que eso luego lo recogieron otros medios.

  15. Me parece un debate estéril.
    A quién no le guste Boyero en su oficio, le basta con no leerlo (¡Será por críticos…!)
    Y al cineasta que no encaje las opiniones negativas, se las hagan con guante de seda o con colmillo sangrando, que se dedique a otra cosa, o le diga a sus próximos que solo le pasen las críticas alabando lo buena que le ha salido su última peli.
    Estrenar una película es como inaugurar una exposición: estás expuesto a la opinión del espectador, y habrá diferentes opiniones sobre tu trabajo.
    Lo que es seguro es que no todas van a gustarte.
    Yo pienso ver Futbolín/Metegol y diré lo que me parece tal cual lo piense. Aunque, por descontado, a Campanella el importará tres cojones lo que yo opine o deje de opinar, tanto si su peli me gusta o si me desagrada.

    Boyero acabará pensando lo que el Quijote: “ladran, luego cabalgamos”

  16. Bueno Marañón, no me parece tan sencillo como leer o dejar de leer. Lo que dice Boyero no resulta inocuo: escribe en el periódico más importante de España por número de lectores y tiene su trascendencia, por limitada que sea.

    Y a quien no le guste, supongo que también podrá criticarle, ¿no?, igual que él opina de las películas que no le complacen. Él también está expuesto a nuestras opiniones.

    Eso sí, no comparto para nada las formas de Campanella, pero una cosa es criticar la película, y otra diferente es decirle a su autor que es un vendido. Es decir, me parece que ahí sí tiene todo el derecho a réplica, aunque no debería haberlo ejercido, en mi opinión.

  17. También yo encuentro ésta entrada un tanto absurda.
    Que Boyero es un hombre que dice lo que quiere sin importarle cómo puedan resultar sus críticas es algo que todos sabemos.
    Que Boyero suele decir unas cuantas verdades también, me siento muy cercano a su discurso en un 80% de las ocasiones. Lo conozco personalmente, me parece un amante del cine, a veces con criterios demasiado clásicos, lugar en el que discrepamos. Pero denigrar su opinión y figura por no venerar al festival de San Sebastián o a Campanella me parece caer en un gravísimo error.
    Por cierto que quien esto escribe disfruta enormemente con Campanella, como también Carlos Boyero, pero posiblemente disfrutamos más cuando éste señor nos regala arte, que sabe hacerlo, y no bodrios.

    Un saludo

  18. Por supuesto, Genjuro, que la labor de Boyero también es opinable, puesto que la publica. Y el crítico recibe lo suyo por parte de aquellos que no coinciden con sus fondos o con sus formas, como no podía ser de otro modo.

    Lo que quería decir es que, como aficionado, no veo necesario seguir a un crítico con el que generalmente no se está de acuerdo o hasta te produce rechazo en su manera de expresarse. Para mí (separando el mero placer de la lectura, si su estilo me lo aporta) el crítico cumple la función de saber con ciertas garantías de acierto si la película me va a interesar o no y por eso busco leer a aquellos que habitualmente coinciden con mi criterio. De esta manera minimizo riesgos (que no están los precios para jugársela mucho), y me ahorro malos ratos, que de esos ya estoy servido en otros ámbitos de la vida.

    En cuanto a su puesto en el escalafón, habría que preguntarle a El País, que seguro que está encantado de que levante controversia su crítico más “mediático”.

  19. Por cierto, Genjurto, qué curioso:
    Una vez te pregunté si el cine español te interesaba
    y resulta que últimamente donde más hablamos es precisamente aquí.

  20. Sí Marañón, es curioso. Pero bueno, ya te dije entonces que sí me interesa el cine español. En el tema Boyero, no me produce malos ratos su lectura; en el fondo me resulta divertido leer las barbaridades que dice, y sus opiniones me pueden resultar orientativas: cuando dice que no ha entendido nada de una película o que es una modernez, generalmente significa que me puede gustar. Eso no quita que sea consciente de la trascendencia de sus palabras, y de cómo esas opiniones, esa visión del cine, se va filtrando y calando poco a poco en tantos espectadores.

    Piru, a mí Campanella me deja muy frío, y de hecho no tengo la menor intención de ver “Futbolín”. Y el Festival de San Sebastián, desde la lejanía, me parece muy muy mejorable. Es decir, me parece un opinador lamentable, pero no precisamente por no venerar a Campanella y el Zinemaldía.

  21. La cuestión no si se está de acuerdo con Boyero o no; la cuestión es que Boyero no analiza una película, no sabe. Se limita a transmitir las sensaciones que a él le ha causado durante su proyección: yo, yo, yo, a mi, a mi, a mi… Me ha aburrido, me ha impactado, me ha asqueado… Entiendo que a mucha gente le hagan gracia sus polémicas, pero para mí la critica es otra cosa. Es analizar fríamente una determinada obra, explicar qué aporta o no a un género, a una carrera, a un determinado paranórama. Boyero no hace nada de eso. Critica películas como quien critica un partido de fútbol: desde la visceralidad, esa cosa tan española. Pues muy bien, pero permitidme que yo reivindique otra clase de crítico, que los hay, y muy buenos. Pero como no montan polémica no gozan de la primera plana de Boyero.

  22. El enojo de Campanella tal como ha explicado en varios medios periodistícos de Argentina, se debe al comentario de éste señor Boyero a que Campanella apuntaba al dinero que se obtiene con las películas de animación. Por el contrario, no ha hecho ningún comentario respecto a la crítica.

  23. Boyero agravia adrede, es su trabajo. Nunca se le nota el respeto por los directores ni por el tiempo y el esfuerzo del equipo técnico. Hay formas y formas de decir que una película no te gusta. Boyero esta claro cual elije. Creo que Campanella le contestó en el mismo tono. ¿Esta eso bien? yo directamente lo hubiera ignorado.

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