El canadiense Denis Villeneuve participó este año con dos películas en el Festival de San Sebastián. “Enemy”, una coproducción con España, compitió en la Sección oficial después de su presentación en Toronto. Su última película “Prisoners” ha servido para acompañar la entrega del premio Donostia a su protagonista, Hugh Jackman.
Inspirada libremente en la obra del Nobel portugués José Saramago El hombre duplicado, Villeneuve retoma en Enemy un tema recurrente en la historia del cine como es el “doble” y la identidad del yo.
Adam (Jake Gyllenhaal) es un profesor universitario de vida gris y monótona que un día descubre casualmente, viendo una película, a un actor que es físicamente su doble exacto. A partir de esta situación excepcional e increíble, Adam inicia un periplo para conocer y revelar la identidad de quien parece ser su “otro yo”, descubriendo también la similitud de sus respectivas parejas, interpretadas por Mélanie Laurent y Sarah Gadon.
Desde el primer fotograma, Villeneuve consigue hipnotizar al espectador construyendo un thriller psicológico aterrador y, también visceral, por medio de una atmósfera obsesiva, desasosegante y enfermiza que lo lleva por los terrenos más profundos y pantanosos de la psique humana. No falta tampoco, aunque muy sutil, un toque de crítica social.
Con este argumento, la puesta en escena descansa en la plástica y enrarecida fotografía de Nicolás Bolduc y, sobre todo, en la omnipresente y aterradora banda sonora de Danny Bensi y Saunder Jurriaans, que actúan como si fueran dos personajes más de la historia.
Definida por su director como una película “personal y secreta”, la película remite a directores como Hitchcock, al Polanski de El quimérico inquilino, al cine de David Lynch y al de Kubrick. Otra influencia artística muy reconocible en la película es la obra de la escultora Louise Bourgueois.
Enemy está producida por Roxbuy Pictures (España) y Rhombus Media (Canadá). Las ventas internacionales corresponden a Pathé Internacional (París).
JUAN ARTEAGA
