La tercera película del aragonés Miguel Ángel Lamata (Zaragoza, 13 de julio de 1967), Tensión sexual no resuelta, es una clara operación para hacer caja. El proceso es sencillo, se contrata a un grupo de actrices jóvenes y televisivas, a saber: Pilar Rubio, Amaia Salamanca, Norma Ruiz y Salomé Jiménez, se les muestra ligeras de ropa o desnudas, se añaden peleas y porrazos, pátinas modernillas y se inspira uno en películas como “Mentiras y gordas” o “Fuga de cerebros”, dos de las películas con mas recaudación del año pasado, y obtenemos “Tensión sexual no resuelta”.
Lamata afirma que esta es su película más personal, puede que sea debido a que en el guión utiliza elementos de “Sunset Boulevard” (El crepúsculo de los dioses), el personaje de Pilar Rubio hace de narradora y está muerta. Billy Wilder fue mucho más original cuando ya en 1950 hizo que Wiliam Holden narrara la historia en primera persona, estando muerto su personaje.
La historia es lo de menos. En pantalla van apareciendo Marianico, el Corto, en un registro distinto; Pepe Navarro, con el que ya trabajó anteriormente el director del film y Joaquín Reyes de Muchachada Nui, en una brevísima aparición, que es el único que aporta gotas de humor originales.
“Tensión sexual no resuelta” nos presenta tópicos, situaciones ridículas e inverosímiles, pero tiene claro lo que pretende, obtener buena taquilla.
Artículo: José López Pérez
No está mal la película, pensaba que me iba a descojonar un poco mas pero bueno tiene momentos muy buenos (el “calvo” en el gimnasio… xD) Se me ha hecho corta así que no la puedo criticar ya que “sabía” a lo que iba y ha cumplido su objetivo, hacerme pasar un rato divertido durante hora y pico. 6/10