Alejandro Ezcurdia se estrena como director de largometrajes con “Tres-60“, una película que se encuentra dentro del suspense, un género que en España se emplea muchas veces para llegar a un público masivo y con ello intentar hacer taquilla. Aunque de arranque parezca una simple aventura comercial, supera con creces muchas películas de suspense que llegan desde el extranjero. Realmente me ha impresionado, el espectador se mantiene sumergido en la trama y en lo que le pasa o deja de pasar a cada personaje.
“Tres-60” nos presenta a Guillermo (Raúl Mérida), un joven estudiante universitario con pasión por el mar y el surf, pero su vida rutinaria está a punto de cambiar porque en una visita a casa de sus padres, descubre un carrete de fotos olvidado que pertenecía a los antiguos dueños de la casa. En él revelará una terrible verdad sobre su pasado. Es a partir de ahí cuando se verá envuelto sin querer en una arriesgada trama. Para averiguar lo ocurrido, contará con la ayuda de Daniela (Sara Sálamo), una chica que ha conocido y por la que siente atracción; y por su hermano, un experto de la informática capaz de acceder a cualquier información.
El guión de la película, obra de Luiso Berdejo (guionista de la saga REC y director de la película La otra hija), cae en demasiadas casualidades y le falta justificaciones, hechos que acontecen como la forma en que se encuentra el carrete de fotos el protagonista, que el hermano de ocho años sea un hacker informático, o la gran pasión del surf que se queda en unas breves imágenes para sostener que gana dinero siendo modelo, son hechos difícilmente sostenibles y evita que el espectador se enganche con el metraje.
Sin embargo, la música está muy bien llevada, es amena y da ese toque de frescura subrayando aquello que podría ser mejor dentro del conjunto, crea tensión y ayuda a llevar al espectador al clímax. Así mismo, me sorprendió la calidad de la fotografía, está muy bien cuidada, los planos que se presentan a lo largo del metraje son interesantes y proporcionará a la audiencia una buena imagen técnica.
Raúl Mérida, a pesar de ser el primer largometraje en donde se desempeña, hace su papel creíble y con determinación, atrae la atención de los espectadores y los mantiene a lo largo de la película, por otro lado, Sara Sálamo se queda corta, quiere más de lo que puede dar y por lo tanto se ve forzada.
Una película que aunque deje cabos sueltos, te mantendrá atento durante los 96 minutos que tiene de duración.
Nota El Blog de Cine Español: 5.
Josmaira Quiroz
