Roger Gual impresionó en su debut en el 2002, con Smoking Room -premio Goya a mejor Director Novel-, donde creó una sinuosa, opresiva y humeante atmósfera como metáfora de la falta de libertad.
Se convirtió inmediatamente en uno de nuestros directores más cosmopolitas.
Después, trasladó esa búsqueda de la libertad personal a las montañas, en la masía donde se situaba “Remake” (2006).
Con “Menú Degustación” vuelven los diálogos, las relaciones personales y su particular crítica a la deshumanización. Pero en esta ocasión, Roger Gual ha apostado por dejar una amable sensación en el paladar del espectador. Un maravilloso canto a los pequeños placeres de la vida.
Con motivo de su estreno mañana viernes, hablamos con Roger Gual.
Roger, las sensaciones en los pases de “Menú degustación” son muy positivas. ¿Cómo vives ese momento en una sala?
Cuando estuve en Málaga viví un miedo escénico, porque se trataba de una peli que pese a ser más crowd pleasing que las anteriores, existía la complicación de estar rodada en varios idiomas, algo a lo que el público de Málaga no está acostumbrado. Sin embargo, me quedé encantado con la reacción allí, al igual que en distintos pases que se han hecho y en lugares como Berlín.
Al final, es una historia muy universal que funciona pese a los idiomas. Hemos vendido a más de treinta países… estamos encantados.
Dentro de la crítica y el tono cáustico habitual en tu cine, “Menú degustación” deja un poso mucho más amable al espectador.
Así es. Pretende ser con mucha más luz. Más optimista y con una sensación de ganas de vivir. De que vale la pena.
Cada película requiere un tono y en esta historia de amor y de falta de amor, requería algo de amabilidad, algo más luminoso.
Creo además que no son momentos para el cinismo. Son momentos para estar abierto a disfrutar de las pequeñas cosas. Por ello, la idea también era que el espectador pasara un buen rato.
Precisamente, todos los personajes parecen huir del estrés. Háblanos de todas esas personas que aparecen por el restaurante.
Había un punto de partida, y es que los personajes llegaban a esa cena siendo muy individualistas, pendientes solo de sus propios problemas y con una mochila cargada de movidas. A través de esos platos y esa noche mágica, el menú hace de catalizador de cada una de las historias. Todo ese grupo, que había llegado tan estirado y bien vestido, cuando tienen que hacer algo unidos, tocar la arena con sus pies descalzos…Ese reencuentro con la naturaleza y las pequeñas cosas les hace relativizar y darse cuenta de que sus problemas no son tan grandes.
Siendo una obra coral, la importancia de los secundarios es absoluta. Hay dos personajes que me atraparon especialmente y que me gustaría que me hablaras sobre ellos. En primer lugar, la condesa interpretada por una maravillosa Flanagan, y en segundo lugar, el personaje de Marta Tornè, que es quien acapara las risas en las salas.
El personaje de Fionnula lo tenía muy elaborado desde la primera escritura del guión y ha ido evolucionando mucho con el tiempo. Inicialmente, su acompañante iba a ser su hijo y eso cambió para dar más posibilidades de desahogar cosas en ella.
Pero, creo que al final el gran acierto de este personaje es la cantidad de cosas que cuenta, sin decirlas. Esa era una de mis obsesiones en la película; que hubiera diálogos no dichos e implícitos en la historia, por el hecho de estar contada sin flashbacks. Tenías que contar cosas que ya habían sucedido, pero sólo tenías esa noche para que el espectador lo descubriera.
Por ejemplo, su personaje había descubierto ese año, tras la muerte de su marido, que estaba totalmente arruinada, y eso es algo sutil, que está durante la historia pero apenas se percibe. Eso fue una aportación al personaje que surgió durante los ensayos, al hablar con Fionnula por Skype…
Fionnula aporta una enorme ternura a la interpretación y es maravillosa.
¿Y sobre Marta?
A su personaje le tengo muchísimo cariño. Viene a ser un referente de honestidad, inocencia y la frescura que rompe los esquemas del resto, que son bastante más “bichos”.
Esa manera de ver la vida tan fresca le hace meter la pata constantemente, pero en el fondo es como los niños, con esa sinceridad a la que todo el mundo sonríe porque…no puedes hacer nada.
Tiene muchos paralelismos con el personaje de Marta Etura en Remake. Es la que mira las cosas desde fuera, como un pez fuera del agua, pero al final es la más lúcida ante todo lo que está sucediendo.
¿Cuál es el paralelismo entre cine y gastronomía?
El otro día estuve hablando sobre esto. El proceso creativo es muy similar. Un cocinero piensa en un plato en su casa, laboratorio o donde sea. Luego todo un equipo lo desarrolla y al final se ofrece a un comensal.
¿Qué consejos te dio el genio Ferrán Adriá?
Él estuvo solo muy al inicio. La idea le pareció muy graciosa, pero se embarcó en otras historias, cerró el restaurante, creó su fundación y no pudo estar durante toda la grabación.
Pero sí contamos con las estrellas Michelín Carme Roscadella o con los hermanos Roca, quienes finalmente hicieron el menú de la película. La peli también homenajea a todos esos chefs que están haciendo cosas tan interesantes.
“Menú Degustación” tiene un carácter marcadamente cosmopolita, que es una tendencia que se viene observando en el actual cine español. En tu caso, decías que la cinta se estrenará en todos los territorios del mundo.
Sí, se ha vendido muy bien. Tenemos distribución por Estados Unidos, a través de Magnolia. Luego está Japón, Brasil, Europa…
Creo que es bueno que se hagan películas, grandes o pequeñas, con talento de aquí, capital de aquí, y que se puedan ver por todo el mundo.
De algún modo, no estábamos acostumbrados a algo así. Por ejemplo, Remake sólo se estrenó en 4 o 5 territorios. Es muy bueno que esto suceda.
A nivel de financiación, internacionalizar el talento permitirá la colaboración de otros países y cada vez será más normal la coproducción.
En el caso de “Menú” fue un proceso natural, al tratarse de una reunión en un lugar así, con gente de distintos países.
¿Cómo fue la experiencia en el frenético mercado del cine que es Berlín?
Brutal. Yo no pude ir porque estaba metido en otra cosa, pero mi productor flipó. Se hizo el pase un domingo por la mañana -con lo que son las fiestas allí los sábados por la noche…-. Se llenó y a los compradores les encantó. Creo que tiene esa ventaja; viaja bien, tiene una alegría y un aspecto mediterráneo que atrae fuera.
¿Crees que desde el Estado se está exigiendo excesivamente la autofinanciación, que la peli sea rentable, y no se valora el hecho de que pelis de autor como la tuya recorran el mundo por cines, festivales, llevando la marca “España”?
Creo que con este tipo de cine se demuestra que haciendo películas relativamente pequeñas, con un presupuesto ajustado, se puede acceder a distintos territorios y que el talento se puede exportar. Lo que necesitamos es más apoyo para que las cosas funcionen mejor y no tengamos que estar dependiendo de lo privado y remando a contracorriente.
Porque al final, lo que va a ocurrir es que la gente se irá. Es la única solución que te queda; pedir dinero fuera e irte. La gente ya lo está haciendo y lo hará más.
¿Qué cine español te ha gustado más últimamente?
Blancanienves me parece una peli muy valiente, una peli fuera del circuito que logra transmitir mucha magia. También me encantó la peli de Cesc, “Una pistola en cada mano”, que me pareció un ejercicio de estilo muy interesante.
Sé que esta semana se estrenan varias españolas. La buena noticia es que se sigue estrenando. No sé qué pasará el año que viene, ya que ha bajado mucho el ritmo de producción.
¿Qué hay que hacer para que la gente vaya al cine?
Entre todos lo tenemos que conseguir. Ya sé que empieza el calor, la playa, etc, pero hay que inculcar la sensación de ir a un cine. Cuando estás en una sala grande, realmente es un placer. Ese esfuerzo de ir a una sala vale la pena, a pesar del IVA y de que mucha gente no tiene pasta.
Cuando he visto “Menú” en salas ha sido una experiencia muy diferente a cuando la he visto por el ordenador.
¿Qué proyectos tienes en marcha?
Tengo tres proyectos en desarrollo. Uno muy pequeño que se puede financiar fácilmente. Otro mediano, algo más importante. Y por último, un gran proyecto en inglés, mucho más ambicioso. Veré qué es lo primero que se puede hacer, y espero no tardar tanto tiempo.
¿Qué va a encontrarse el público en “Menú Degustación”?
Va a encontrar una comedia coral, adulta, que les hará sonreír, emocionar, preguntarse si son capaces de vivir y disfrutar de las cosas. Yo espero que la gente salga del cine con ganas de irse a tomar unas cañas o vinos con sus amigos, o de su pareja y disfrutar. Al final eso es lo que queda.
También me gusta mucho cuando alguien me dice que la peli le ha dejado pensando un par de días.
“MENÚ DEGUSTACIÓN” SE ESTRENA ESTE VIERNES EN LOS CINES.
Aunque esté feo decirlo por mi parte, excelente entrevista.
Me ha gustado mucho la entrevista, enhorabuena. Roger parece un tío muy interesante, y esta “Menú degustación” tiene buenísima pinta. “Remake” me pareció una peli estupenda, una brillante cinta coral, y de lo mejor de su año. Me dejó en su día bastante tocado, aunque debí ser de los pocos que la vieron.
genial esta entrevista, enhorabuena, ÓSCAR