Por un extraño azar (no estoy seguro de que tal cosa exista) he visto la película “¡Soy un pelele!”, hacía mucho tiempo que no me sorprendía tanto con una película, un guión en el que la inteligencia parece brillar por su ausencia, la provocación que se pretende no tiene fundamento y todo es burdo, cutre, casposo y con un humor escatológico. En tono de comedia, los gags no hacen ninguna gracia.
Todo ello no deja de ser curioso ya que Hernán Migoya el director de esta movie es también guionista de cómic y tiene entre sus referentes a mi escritor favorito, el checo Milan Kundera.
Hay algún detalle que se podía aprovechar (la amnesia en un entorno hostil), pero ni por esas. Solo podría destacar la belleza de Rosa Boladeras, ya que su personaje de Olvido, la guionista carece de sentido.
Amador, un director de cine homosexual que ha llegado a ganar un Oscar (Roberto Sanmartin, uno de los 2 protagonistas de “Habana Blues)”), cae en la piscina de su casa, se dá un golpe y sufre amnesia, mientras el productor de sus películas (Paco Calatrava, el feo de los hermanos Calatrava) le espera en un restaurante junto a su hijo (Liberto Rabal, en la ficción) para que le entregue el guión de su nueva película. A partir de aquí cada escena parece más absurda que la anterior. La canción que da título al film aparece al principio y al final, en dos versiones una con ambos hermanos Calatrava y la otra con Manolo Calatrava en solitario.
Para adictos al frikismo o al cine bizarro.
Artículo: José López Pérez