El pasado 30 de diciembre de 2009 fue emitido en La2 de TVE el último capítulo de la segunda temporada de la serie “Plutón B.R.B. Nero”, titulado La guerra de los clones con tan sólo un share de 2,1% y 374.000 espectadores.
Por esta pequeña introducción se puede intuir que escribo sobre una serie de poca calidad, pero es todo lo contrario. Se trata de la última joya del ahora director de la Academia del Cine Español, Álex de la Iglesia, que narra las aventuras de un grupo de marines españoles durante la búsqueda de un planeta habitable para poder salvar a la humanidad ya que en la Tierra no hay sitio para más población ni para construir más viviendas. Todo ello narrado con el humor más surrealista y castizo con el que nos tiene acostumbrados su creador. Los diálogos de la sitcom son realizados, por entre otros, por el guionista Jorge Guerricaechevarría, co-ganador del premio Goya 2010 al mejor guión adaptado por “Celda 211”.
Entre su reparto cabe destacar a la actriz Carolina Bang, haciendo el papel de Lorna, como el gran descubrimiento de la misma, tanto que el director vasco va a seguir contando con ella en su nuevo proyecto “Balada triste de trompeta”. También cabe destacar la presencia el siempre genial Enrique Villén en el papel de Roswell, como el masoquista extraterrestre de la nave, y de Carlos Areces como Querejeta, el ayudante pelota del capitán de la nave Valladares interpretado por Antonio Gil Martínez. Completan el reparto de la serie Enrique Martínez, Manuel Tallafé, Gracia Olano y Mariano Venancio como el presidente de los Estados Unidos del Mundo llamado Mckulay Kulkin III.
Hasta aquí mi pequeño homenaje a la serie, que aunque ha sido poco vista, está muy conseguida. Me despido con la introducción de la misma.
Artículo: Antonio David Peña
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Yo vi un episodio de casualidad, no sabía ni que existía
Pues yo sí sabía que existía, y después de ver el primer capítulo, deseé no haberlo sabido nunca. Decir que semejante bodrio, (pleno de interpretaciones descoyuntadas propias del vodevil más menesteroso, con un guión pobre de solemnidad y unos valores de producción que convierten a LOS MUNDOS DE YUPI en una superproducción a lo Bondarchuk) es una serie de calidad, es como decir que A VER SI LLEGO era una comedia coral a lo Lubitsch.
P.D: Salvo de la quema a Enrique Villén, su Roswell es lo único decente de la serie, y demuestra que es uno de los mejores actores de carácter que tenemos en España.