Ricardo Quintana, propietario de un cine en la localidad de Navalmoral de la Mata (Cáceres) durante 10 años hasta que tuvo que cerrar, argumenta ante la prensa sus razones sobre la crisis del cine: “La cultura social de ir al cine como la hemos conocido se ha terminado. La sociedad ya no camina por ahí, las salas en el interior de las ciudades no existirán y el cine de estreno se verá en casa mediante conexión por pago a través de Internet, cable, y otro sistemas que están por llegar”.
Lamentablemente, estoy totalmente de acuerdo con las palabras de este ex empresario que llegó a bajar el precio de las entradas de su cine, durante los últimos años, a sólo 4 euros y ni así iba el público a las salas.
Si a sus palabras le sumamos la actual crisis económica y el desorbitado precio de las entradas de cine en España, sobre todo en las grandes ciudades, encontramos todas las razones del porqué el público está dejando de ir al cine.
Me está empezando a cansar este mantra de nula autocrítica que azota el mundo del cine en nuestro país. Que la sociedad es diferente está claro y que el consumo doméstico ha crecido y seguirá creciendo también pero en los países de nuestro entorno y similares los cines siguen teniendo buenas cifras de asistencia.
Estos discursos apocalípticos resignados no sirven para nada. Lo que hace falta es mejorar el servicio de exhibición con ofertas, cosas exclusivas, mejores precios e ideas originales para atraer al público. Como hace cualquier sector. Es fácil, en la situación derrotista en la que nos encontramos, bajar los brazos y ya está. Pero eso es irresponsable. La clave está en mantener el interés social por el cine cuando la crisis se suavice (porque ahora es económicamente imposible que el consumo sea fuerte). Y España es un país muy social, no debería ser tan difícil. Así que esperemos que haya gente preparada y con ideas que no se dé tan fácilmente por vencida.
Suscribo tu opinión de la primera palabra a la última.
Me refiero a la opinión de Rincewind
Por cierto, ¿te acuerdas del pequeño debate que mantuvimos sobre el abuso contraproducente de referentes de la competencia por parte del cine español y los medios especializados de por aquí?
El Cinemanía de este mes da otra muestra muy elocuente de esta realidad en su reportaje “Cartelera de estilo”, que consiste en recrear carteles de famosas películas con -de nuevo- actores y actrices españolas que se prestan encantados al homenaje.
Te enumero las películas homenajeadas: El gran Gastby de Clayton, Perdición de Wilder, Rebeldes sin causa de Ray, Bullit de Yates, Annie Hall de Woody Allen, Buscando a Susan desesperadamente de Seidelman.
Títulos míticos españoles, o tan siquiera europeos recreados para la ocasión: Cero.
A lo mejor soy un aguafiestas o un tocapelotas, pero a mí esta cinefilia excluyente me transmite un mensaje bastante directo: Éste es el cine que de verdad nos gustaría hacer, el que nos gusta ver, del que nos gusta hablar: El de ellos.
Y esta impresión no lleva implícito que, por contra, debamos mirarnos el ombligo ni glorificar la España “eterna”. Pero entre ponerse autárquicos o casticistas y este papanatismo recurrente, debería existir algo alternativo que demostrase cierto criterio de marca.
Aunque solo sea por mera supervivencia comercial.
Realmente estoy harto del pesimismo respecto a ese tema…
MARAÑÓN, me ha encantado tu comentario. Muy incisivo.
http://www.youtube.com/watch?v=sJn_KpZROwY
He leído con asombro que un homónimo opiné de la situación y problemática que hace a la supervivencia del cine…en los pueblos…
Pero lo que más me llamó la atención…que hace dos años estuve en NAVALMORAL DE LA MATA…en casa de un pariente…el Dr. Jorge Farfán. Director del Hospital…
En cuanto vuelva…a Navalmoral…espero encontrar a este ” tocayo”…un saludo afectuoso desde Deán Funes, Pcia de Córdoba …Argentina
Ricardo Quintana- ( poseo doble nacionalidad Argentina-española