Sigue la fiesta del cine.
Ayer el plato fuerte fue “Hijo de Caín”. Expectación por lo nuevo del homenajeado José Coronado, que sigue teniendo un importante tirón tras su célebre Santos Trinidad, pero que tras ese icónico personaje va dando tumbos. Concretamente aquí lo he visto perdido. Como todos, y tal vez el problema venga desde la dirección.
“Hijo de Caín” es un fallido intento del novel Jesún Monllaó Plana por apuntarse a la moda de un tipo de cine de género impregnado de talento, de la mano de jóvenes directores como Vigalondo, Guillem Morales, hermanos Pastor u Oriol Paulo. En este caso el resultado es telefilmesco.
El director se ha aferrado a todos los códigos del suspense, sin dejarse una sola licencia, y los problemas de guión se suceden salpicados de incontables errores.
Los comportamientos de los personajes e interpretaciones son mediocres y el necesario efecto sorpresa se desvanece demasiado pronto.
Puntuación: 2