Crítica a la película española “El Cónsul de Sodoma” por Lucía Ros (La katarsis del Cine Español).
La película “El Cónsul de Sodoma” es, sin duda, el proyecto más ambicioso hasta la fecha del director valenciano Sigfrid Monleón.
Este biopic se centra en la figura de Jaime Gil de Biedma, uno de los poetas más importantes de la literatura española del siglo XX y está basada en la biografía del poeta escrita por Miguel Dalmau en 2004. Pero la cinta de Sigfrid Monleón pretende ir más allá de la obra de Gil de Biedma y se adentra en las contradicciones que predominaron en la vida de este hombre al ser empresario, rebelde, burgués y homosexual en una época en la que ésta mezcla era explosiva.
La película “El Cónsul de Sodoma” está protagonizada por Jordi Mollá, que ha obtenido una nominación al Goya como mejor actor, sobre el que cae todo el peso de la película y que encarna a un Jaime Gil de Biedma, sensible y rebelde, en una búsqueda constante de experiencias y amor. A Mollá le acompañan la debutante Bimba Bosé, que no decepciona en el papel de Bel, el siempre genial Álex Brendemühl, el sorprendente Isaac de los Reyes, Josep Linuesa, Vicky Peña o Marc Martínez.
Sin duda, lo mejor de la cinta de Monleón, además de que siempre es un placer ver en acción a Jordi Mollá y a Álex Brendemühl, es descubrir la figura del poeta Jaime Gil de Biedma, conocer lo que le inspiraba y su forma de escribir y la soledad que le rodeaba y angustiaba, y es que versos como estos adornan la película: “Que la vida iba en serio, uno lo empieza a comprender más tarde”.
En la película abundan las escenas subidas de tono y que en alguna ocasión rozan lo excesivo, pero lo que pretendía el director era mostrar, entre otras cosas, la parte promiscua y anhelante de experiencias y juventud del poeta.
A pesar de todo ello, y de que, en un principio todo parecen cosas buenas, no sé si por la labor de la fotografía o del director artístico, toda la película tiene un tono que recuerda a una tv-movie de sábado por la tarde. Una Lástima.
Yo lo siento, pero a mi no me descubrió a Gil de Biedma porque ya lo había disfrutado antes y pensaba que con la película podría seguir haciéndolo, pero no fue así.
Acepto sus intenciones, pero no han conseguido transmitirme nada de lo que fue Biedma. Unicamente han generado una polémica estúpida. La película es tan ligera como olvidable.
Para mi no pasa de ser una pelicula más. Ni me lleno ni me descubrió a Gil de Biedma como poeta (que era lo que realmente me interesaba), aunque si un poco como persona.
Lo mejor Moyà, Linuesa y Brendemuhl. Lamentable que la academia nomine a Vicky Peña por un personaje que no sale nada más que en tres escenas de la pelicula que no dice nada más que cinco frases en sus dos minutos en pantalla…
Dos cosas: 1) En la ciudad donde vivo, hay una sala de estas multicines al uso. En tres localidades cercanas a ella hay otras salas de idéntica modalidad. En todas se repiten las mismas películas, con lo que tenemos más cines, pero para “más de lo mismo”. Hoy es viernes 28 de Enero cuando escribo esto. La peli sobre Gil de Biedma, ni está… ni se la espera. Confío en que las nuevas tecnologías permitan llegar en tiempo y hora las creaciones cinematográficas (TODAS: provengan de donde provengan) a quienes deseen disfrutar de ellas, obviando de una vez por todas los intermediarios que son quienes en definitiva DECIDEN qué películas se distribuyen y cuales no…
2) No hay que extrañarse de la selección efectuada por la Academia. Como todo colectivo tiene preferencias. Y sabemos que sobre gustos no hay nada escrito. Véase si no las desavenencias que hay las mas de las veces entre la elección de un jurado y esa misma elección cuando el jurado es el público.