La comedia “Muertos de amor“, Ópera Prima de Mikel Aguirresarobe con guión propio basado en la novela homónima del escritor Carlos Cañeque, ha pinchado brutalmente en su estreno al lograr sólo una recaudación de 6.200 euros con 35 copias, es decir, ha logrado una media por sala de 200 euros.
Como suele pasar con el 80% de las producciones españolas, “Muertos de amor” se ha estrenado contando con un presupuesto nulo en publicidad. Lo cual reconoce hasta su propio director: “no podemos poner carteles en las marquesinas”.
Particularmente, me parece asombroso la poca visión comercial de muchos productores españoles que se gastan millones de euros en producir una película y luego no destinan a publicidad ni un 2% de lo que ha costado realizar su film. Es como si un empresario montara una tienda nueva en un Polígono Industrial poco transitado y no hiciera publicidad (mediante radio, prensa, Internet, etc) para darlo a conocer. Su destino en unos pocos meses sería cerrar su tienda por no tener clientes ni ventas. Esto mismo sucede con el cine español pero, claro, siempre queda la pregunta, ¿amarga?, de si los productores de cine español se conforman con el dinero de las subvencione públicas y las ventas a las televisiones, en su mayoría, también públicas. En este caso, “Muertos de amor” ha contado con ayudas de ETB.
Esta pelìcula es el tipo de operacion q hace q luego paguen justos x pecadores. Jamásdebiò financiarse este desproposito. Q se controle quien merece subvencion y quien no, en lugar de tomar medidas absurdas como penalizar a kien ruede en ingles.
estos son los tipicos proyectos que hace que la gente odie las subvenciones y el cine español
A veces los productores se embarcan en un proyecto sabiendo que, sólo con la financiación (no sólo pública, también el dinero adelantado por las distribuidoras, etc.) ya va a estar amortizado, y otras veces no. Otras veces simplemente cuesta tanto financiarlo, reunir el dinero, que para cuando consiguen rodarlo no tienen ni para publicidad. Hay muchos casos: por ejemplo, se retira inesperadamente una fuente de finaciación en medio del rodaje y tienen que tirar de lo que tenían para publicidad para acabarlo. No sería la primera vez.
Por cierto, nos quejamos de los productores, pero ¿qué hay de las distribuidoras? Porque son ellas las que tienen que mover la película a invertir en promoción. Yo ya estoy cansado de distribuidoras que compran una película y, como tienen otras más potentes, la ningunean y la mal estrenan.
No puedo hablar por los responsables de esta película, pero no todo el que se pega una hostia en taquilla ha hecho el film solo para pillar subvenciones.
Y sí, todos sabemos que sin una promoción potente no sirve de nada estrenar, pero seguimos rodando porque lo nuestro es hacer películas. Van Gogh no tuvo reconocimiento en vida y no por eso dejó de pintar. Los artistas trabajan.