ISABEL COIXET CARGA CONTRA LAS SUBVENCIONES A CIERTOS DIRECTORES DEL CINE ESPAÑOL

Directora española Isabel Coixet 

Acabo de leer las palabras de la directora española Isabel Coixet ha dicho en una entrevista sobre el actual problema del cine español, que tiene paralizadas las ayudas europeas, y me he quedado anonadado.

Isabel Coixet no se arruga ni se vende y dice verdades como puños. Leer, leer… 

Coixet es de la opinión de “que el Estado tiene que apoyar las óperas primas, quizás las segundas películas, pero que a partir de la tercera los productores se busquen la vida o que haya como en otros países unas leyes de mecenazgo, patronatos o fundaciones, como hay en Estados Unidos, donde no hay subvenciones”.

“Que a un cineasta que haya hecho doce películas el Estado le tenga que seguir subvencionando no me parece bien, sobre todo porque estamos en un país donde hay otras necesidades más importantes, más básicas y más relevantes”, ha aseverado la directora.

Ante estas palabras, sólo puedo decir que estoy completamente a favor de la opinión vertida por Isabel Coixet. No se puede subvencionar a directores, todos sabemos quiénes son, película tras película y, encima, que no recauden en taquilla ni un 10% de su presupuesto. Esto no puede seguir así y, de una vez por todas, los propios implicados deben luchar por lograrlo por el bien del cine español en general.  

5 thoughts on “ISABEL COIXET CARGA CONTRA LAS SUBVENCIONES A CIERTOS DIRECTORES DEL CINE ESPAÑOL”

  1. Mmmmmmm temilla complejo.
    Habrá obras maestras que hayan sido fracasos… Esas películas menores, que son geniales, pero que nadie ve….

    Yo estoy en buena parte con Isabel, solo que a ella le quitaba parte de su sueldo por la última película de la china y el vino que me hizo ver.

    Bueno, muchos conocimientos no tengo del tema,, pero habría que corregir cosillas como que si las teles están obligadas a gastar un porcentaje en cine español, no lo hagan todo a caballo ganador.
    Aunque en realidad, obligar a una empresa a que apueste por otras, no lo veo ni justo.

    Lo de las operas primas, lo veo muy bien, habría que apoyarlas “siempre”.
    Los de las subvenciones al resto, pues se podría apostar “siempre” por la promoción, y luego un aporte de solvencia a las películas que aunque dignas, hayan obtenido un resultado negativo en las cuentas finales.

    En fin, tema complejo, pero lo que no se puede hacer es añadirle dinero a lo que ya esta consagrado y va a ir bien.

    Es como darle dinero a Alejandro Sanz, que como haga lo que haga, vende, se esta dedicando a sacar mierdecillas y lo último que cabría esperar, es que ahora el estado le pagase.

  2. El colectivo Cineastas contra la Orden, artífice (“culpable”, dicen algunos de sus colegas dentro del propio sector) del bloqueo de la Orden Ministerial que regula las ayudas al cine, pasó ayer de nuevo al ataque: sus responsables anunciaron la impugnación en bloque de la citada orden, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 24 de octubre y que de momento está en suspenso por decisión de la Comisión Europea. diferentes bufetes de abogados, que han estudiado a instancias de este colectivo las posibles contradicciones entre la Ley del Cine y la orden que ha de desarrollarla, han llegado a la misma conclusión: hay motivos suficientes y base jurídica para presentar recurso ante la sala de lo contencioso administrativo de la Audiencia Nacional. Esta decisión fue tomada ayer durante una asamblea convocada en Madrid y a la que asistieron unos 40 miembros del colectivo, formado por más de 200 profesionales del cine español entre directores, productores, guionistas, actores y técnicos.

    Esta impugnación de la Orden Ministerial más controvertida en la historia reciente de la política cultural española supone un nuevo traspiés en el accidentado y largo camino que ha vivido este texto legal desde que el director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans, presentó su borrador ante los distintos sectores afectados.

    El pasado martes, la Comisión Europea decidió bloquear la orden y por consiguiente dejar en suspenso las ayudas y subvenciones contempladas en ella, atendiendo un escrito de Cineastas contra la Orden. Esta decisión provocó un verdadero terremoto en el Ministerio de Cultura, a lo que siguió una gran conmoción en el mundo del cine, con cruces de acusaciones entre los propios afectados.

    La Ley de Cine de diciembre de 2007 no impone requisitos mínimos para acceder a las ayudas complementarias que vengan determinados por el presupuesto de la película. La orden ministerial, que desarrolla las ayudas en la citada ley, impide acceder a estas ayudas en función del presupuesto del filme. Esta contradicción es la razón fundamental que ha llevado a Cineastas contra la Orden a impugnar el texto.

    Este colectivo viene luchando desde hace meses contra la disposición legal obra de Ignasi Guardans porque, en su opinión, los principios de diversidad y excepción cultural de la Ley de Cine se ven claramente vulnerados por su contenido.

    Cineastas contra la Orden esperarán hasta el 23 de diciembre (fecha final legal para presentar el recurso) para acudir a la Audiencia Nacional en el caso de que no se haya producido un cambio en la orden ministerial, bien a consecuencia de la decisión de Bruselas o por el diálogo con el Ministerio de Cultura.

    En las más de tres horas de debate, los miembros presentes en la asamblea de ayer analizaron detenidamente las reacciones que se han producido en la industria tras el bloqueo decretado por Bruselas el pasado martes. Y una mezcla de tristeza e indignación invadió la reunión. El director Juan Vicente Córdoba lo puso bien claro en palabras: “De corazón, no me gustan las sensaciones que les estamos trasladando a nuestro público. En lugar de hablar de los éxitos de nuestro cine y de que hay películas que están arrasando en la taquilla, como Ágora o Celda 211 y otras más, estamos dando un espectáculo. Todas estas películas de éxito se han hecho con la anterior orden, con lo que queda claro que no es necesaria una nueva para hacer buen cine. Queremos cine para todos y no sólo para unos pocos. Queremos un cine que defienda la excepción, la diversidad y la pluralidad cultural”.

    También se mostraron sorprendidos y dolidos por las reacciones de algunos productores y realizadores que culpabilizaron directamente a este colectivo del retraso que puede suponer para los rodajes del año próximo. “Nosotros hemos ejercido un derecho democrático. El señor Guardans nos ha escuchado pero no ha hecho caso a nuestras peticiones. La situación en la que nos ha dejado la Comisión Europea habrá que buscarla en la decisión de Ignasi Guardans y no en nuestra potestad de enviar a Bruselas el escrito. Algo habrá visto Bruselas para paralizar la orden ministerial”, explicó Vicente Córdoba.

    El portavoz de Cineastas contra la Orden quiso alejarse de todo dramatismo y los comentarios apocalípticos que han jalonado el sector desde el pasado martes con acusaciones directas al colectivo de ser los causantes de paralizar los rodajes. “Los rodajes de grandes películas previstos para los próximos meses no se van a ver afectados por esta decisión de Bruselas porque todos ellos optan a subvenciones a la amortización

    [aquéllas que se consiguen con lo recaudado en taquilla] y que se cobran dos años después. Si afecta a alguien negativamente, va a ser a los nuevos realizadores y los que necesiten de la ayuda anticipada para poder empezar el rodaje”, añadió el representante del colectivo. EL PAÍS intentó ayer recabar la opinión de los responsables de Cultura, entre ellos Ignasi Guardans. No obtuvo respuesta.

  3. A Coixet yo le preguntaría lo mismo que al siempre soporífero Jaime Rosales en su día, tras un comunicado en EL País similar a éste:

    Isabel, ¿has cobrado subvenciones por tu última película?¿No crees que ya tenías una trayectoria como para no tener que hacerlo?¿Por qué no renunciaste a ellas por ética y consecuencia con tus pensamientos?

    Lo que ocurre es que tanto Coixet como Jaime Rosales no son cineastas al uso, sino que hacen cine por placer -y lo podrían seguir haciendo con su propio dinero-, puesto que Jaime es un multimillonario de herencia y braguetazo que vija en Jet Privado y Coixet pertenece a la burguesía adinerada catalana. Contextualicemos el tema, por favor. Pero sobre todo, ¿cuánta gente ha visto la última y ridícula peícula de Jaime Rosales, tiro en la cabeza? Que sean consecuentes y que pidan más subvenciones. No se lo creen ni ellos.

    Saludos veloces

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