“Blancanieves“, de Pablo Berger, sigue obteniendo excelentes críticas y premios en los diversos festivales internacionales en los que se ha presentado y este fin de semana ha logrado el Premio a la mejor película latina del Festival de Palm Springs de California.
El Jurado de este festival comentó sobre la película “Blancanieves”: “Es Un gran homenaje al cine y la narración de cuentos, Blancanieves ha reinventado un cuento de hadas, realzado con magníficas actuaciones, rica en personajes de todas las dimensiones para crear un tapiz de la sociedad española en la que la fe y el fascismo compiten por el control”.
Os recuerdo que “Blancanieves” ha conseguido 18 nominaciones a los Premios Goya y 12 en los Premios Gaudí.
la fe y el fascismo?!?!?!
qué versión han visto los californianos, una extendida?
Sí,sorprende que lo que destaquen sea eso,la fe y el fascismo.Pero,aun así enhorabuena a Blancanieves por el premio!
Un saludo!
Teniendo en cuenta que la historia transcurre antes de la aparición del fascismo… igual sí hay que hacer más películas (al menos documentales) sobre la guerra civil y Franco y sus amigotes extranjeros para que la gente se informe un poco
Pues tiene cierto sentido, nunca lo había pensado así porque la película no trata temas políticos pero si muestra una España oscura y llena de miseria y no olvidemos que si transcurre en los años 20 que en aquella década España también estaba en una dictadura, la de Primo de Rivera.
Azul, menos mal que no hemos nacido en Palms Springs, porque si no ese color tuyo lo politizábamos sin pestañear.
A ver, bromas aparte: por muchas vueltas que le demos, en Blancanieves el fascismo no asoma ni en estado latente. Ni el bigotito de Pere Ponce puntúa, y es lo único que traído por los pelos (nunca mejor dicho) podría interpretarse como imaginería en esa línea. Pero no siendo californiano, sino español acostumbrado a que nuestro fascista lleve siempre bigotito como el talibán debe llevar turbante y barba.
¿O es que cómo la madrastra quiere salir en el Hola de hace cien años, es ascendiente de Carmen Polo?
¿O es el malvado empresario encarnado por José María Pou un ejemplo de camisa negra?
¿Dónde está en la película la dictadura -la de Primo de Rivera si es menester-? ¿En la impiedad del público pueblerino ante los revolcones del toro a los enanos?
Y ya si nos metemos en la fe, me debato también en un mar de dudas: Ese vestido de comunión reconvertido en ropa de luto, por obra y gracia (con perdón) del tinte… ¿Encadena a la niña a la religión en la alegría y en la desgracia? Porque a mí me parecía solo una elipsis cinematográfica genial aprovechando el paño (si llega a hacerlo en su día John Ford ,babeamos). Aunque bien mirado, el torero y su hija rezan antes de salir al ruedo. Ahí puede estar el control remoto ejercido por la Iglesia sobre nuestros desdichados protagonistas.
En fin, por no abundar: que lo veo surrealista amigos. Esto es un cuento bello y sombrío con sus buenos pobres, sus malos poderosos, su castillo terrible, sus enanitos divertidos y heroicos, y sus espacios aldeanos. Lo que se dice una adaptación soberbia del cuento recogido por los Grimm. Y eso ya se merece el premio de Palms Springs y todos los que quieran darle.
Pero no pretendo yo imponer mi opinión en esto. Que me falta fe y además no quiero pecar (uy, he dicho pecar) de fascista.
No me has entendido, no digo que la peli entre en eso con sus personajes ni su trama principal pero si, aunque sea de telón de fondo, refleja como era una parte de la sociedad de aquella época: analfabelta (Ni Blancanieves ni los enanitos saben leer) , la misera, la cruedad, cierto fanatismo religioso (aunque sea disfrazado de “tradición”) con la escena final de Giménez Cacho.
Ese telón de fondo aliñado de analfabetismo, miseria, crueldad y fanatismo religioso te vale igual para la Edad Media. O para el Afganistán de hoy.
Que no se asocian al fascismo, políticamente hablando.
¿No?
Y en el asunto de la religión, yo no veo fanatismo propiamente dicho. En ningún momento la religión ejerce ese papel en la película. Simplemente está. Pero no agrede. No se impone para condicionar el comportamiento de ninguno de los personajes.
Creo que Berger se nutre más del propio cine que de la historia, aunque sus dos películas se enmarquen en momentos históricos concretos.
Todo esto, dicho sea de paso, por seguir un poco el debate aunque no nos vaya nada en ello.
yo como aun no he pdido verla no opino, es una verguenza para los cines de marbella que una pelicula que opta a 18 premios goyas no la hayan estrenado en marbella, ya digo una verguenza. francisco.