SORPRESAS Y DECEPCIONES DE LOS PREMIOS GOYA 2023, ¿QUÉ HA PASADO CON “ALCARRÁS”?

Ya en casa, después de la resaca de los Goya en Sevilla, y, como es habitual, aquí llega nuestro artículo con las sorpresas y decepciones de los Premios Goya:

– La gran sorpresa de la noche, o gran decepción, según lo veamos, fue ver que la ganadora del Oso de Oro en Berlín, que contaba con un total de 11 nominaciones, se fue completamente de vacío.

– No apostaba porque el nombre de “Modelo 77”, de Alberto Rodríguez, sonará demasiadas veces en Sevilla pero la sorpresa fue escuchar su título nada más y nada menos que cinco veces. Se los merece todos, pero en la categoría de efectos especiales hubiera votado por “Irati”, de Paul Urkijo.

– Otra de las grandes sorpresas de la noche fue ver que “Tadeo Jones 3” se quedaba sin Goya al mejor largometraje de animación puesto que una producción independiente, titulada “Unicorn Wars”, le arrebataba este honor. Es la primera vez, desde que “Tadeo” nació en un corto, que no gana el Goya en cada nueva película que protagoniza. llevaba cuatro de cuatro, dos en formato corto y dos en formato largometraje.

– ¿Es lícito darle un Goya a una persona que se interpreta a sí mismo? Telmo Irureta realiza un gran trabajo en “La consagración de la primavera” pero, ¿era merecedor de este galardón?

– El único Goya de interpretación, salvo el de actor revelación, en el que había dudas era el de la categoría de mejor actor protagonista. Una vez más se demostró que el cine de Carlos Vermut gusta mucho a sus adeptos, pero no llega al gran público ni a todos los Acádemicos. Así, Nacho Sánchez se quedó sin Goya e, igual que en los Forqué, el premio fue para el actor francés Denis Ménochet.

– Tampoco estaba seguro el Goya en la categoría de mejor largometraje documental porque había dudas entre “Sintiéndolo mucho”, de Aranoa; y “Labordeta. Un hombre sin más”, de Gaikza Urresti y Paula Labordeta. Además, también estaba por ahí “El techo amarillo”, de Isabel Coixet, que casi siempre es un valor seguro en la temporada de premios. Sin embargo, el “cabezón” fue para el documental homenaje a Labordeta. Muy merecido.

– A mí el Goya a mejor guion adaptado para Fran Araújo, Isa Campo e Isaki Lacuesta por “Un año, una noche”, me pareció una sorpresa muy negativa cuando me parecen mucho mejores los trabajos nominados de “Los renglones torcidos de Dios” o “No mires a los ojos”, adaptaciones de novelas muy complicadas para llevarlas al cine.

45 thoughts on “SORPRESAS Y DECEPCIONES DE LOS PREMIOS GOYA 2023, ¿QUÉ HA PASADO CON “ALCARRÁS”?”

  1. Estaba claro que As bestas iba a arrasar, pero solo Modelo 77 le ha quitado algunos técnicos. Algunos como dirección de arte muy merecidos.

    Alcarràs aspiraba a dirección, foto y a dar la sorpresa en revelación.

    Que haya ganado el Oso de oro no significa nada (no le ha servido ni para salir en los Oscar como preseleccionada) es más creo que Cinco lobitos en el caso de no existir As bestas le habría comido la tostada.

    Mantícora llegó tarde y con ya las cartas puestas, Nacho Sánchez era una candidatura débil porque no tenía película nominada (solo Carlos) y Denis estaba claro que iba a ganar (si hubiera sido español nadie lo hubiera cuestionado). Con Fois no pasó lo mismo porque Laia Costa llevaba en la conversación, como Susi, desde Málaga (incluso antes) y eso que para mí hubiera sido una justísima ganadora (y su interpretación es superior a la de su compañero a mi gusto)

    Alcarràs es muy buena película, y forma parte ya de la historia, 1 o 2 Goya, no le va a quitar méritos. Es solo una anécdota, al final simplemente no ha tenido suerte en caer en un año más complicado que por ejemplo los 2 últimos.

  2. El que se sienta ofendido porque Alcarrás se fue de vacío, es que está muy lejano a la realidad, que no conoce minimamente los gustos de los académicos españoles o americanos o del cinefilo medio. El cine de Simón es para festivales y crítica, ya está. Su cine me gusta, pero no me apasiona. No es un desprecio a Carla, es que hay otros que han gustado más.
    Más cosas, he leído en Twitter mucho sobre que siempre ganan los señoros, y me parece increíble que la peli más feminista de todas haya ganado 9 galardones y no se resalta ese compromiso, como bien apuntó Menochet desde el escenario.
    Qué es eso de que Irureta se interpreta a sí mismo?? Qué es eso de que los niños no interpretan y se interpretan a sí mismos?? Hay gente que ni interpretándose a si mismo tiene carisma, ni son buenos, ni valen (como Ingrid G. Johnson o Vito Sanz) si una persona tiene presencia, comunica, transmite y emociona qué me importa que intérprete a su mismo o a la madre Teresa, vale más que tanta cara guapa vacía y con nombre (no quiero sacar el tema Mario Casas, porque podría escribir una tesis….)

  3. Nacho, soy más madrileño que los callos, un cinéfilo medio al que por ejemplo le parece que Albert Serra tiene sus cosas pero le falta mucho para ser entretenido y me ofende que Alcarràs se vaya a cero.
    Y si de verdad piensas, en un feminismómetro particular que te has sacado de la manga, que As bestas es más feminista que Alcarràs, que La maternal o que Cinco lobitos es que el aparato ese que te has inventado lo tienes estropeado… Pero mucho.
    Si hasta al propio Sorogoyen se le veía muy poco contento con el resultado de los premios, por algo será…

    Pero sí te doy la razón en lo que dices respecto a Telmo.

    Redacción, no sé quién es le iluminade que ha decidido que un diverso funcional sin afectación cognitiva sólo hace de sí mismo, pero te expreso desde aquí que das bastante asco.

  4. Pero, ¿qué coño es eso de que Telmo Irureta se interpreta a si mismo? Vi la película y no vi que interpretase a un doble licenciado que también se dedica a la actuación desde hace tiempo y que hace teatro y hasta ha escrito y dirigido cortometrajes. ¿Sería que yo no estaba atento y me perdí en la parte que interpretaba eso?

    Porque si lo que sugieres es otra cosa es una sobrada como decir que, no sé, Will Smith no interpreta porque hace papeles de negro. A ver si así entiendes la barbaridad que has escrito.

  5. A ver, a mí también me hubiera gustado que los premios hubieran reflejado más la variedad del año, pero al final el problema está en focalizarse demasiado en los Goya. Desde mi punto de vista, el Oso de Oro de Alcarràs o el sinfín de reconocimientos que está recibiendo Pacifiction en nuestro país vecino, no son ninguna tontería. O los segundos premios que recibieron J. Trueba o Casanova en sus respectivas categorías en Karlovy Vary. O los reconocimientos y selecciones de La amiga de mi amiga cuando ha estado en festivales de cine realmente independiente (por ejemplo, el D’A). O que debuts como “Cerdita” o “El agua” hayan sido seleccionadas y destacadas por la crítica en festivales de fama internacional. O que muchas otras hayan logrado ser vistas, comentadas, disfrutadas y recordadas (por su público) en un año lleno de buen cine. El cine español ni empieza ni termina con los Goya, afortunadamente. Y que los Goya no se acuerden de todos no significa que nosotros no podamos hacerlo.

  6. Petición a Redacción: Sin tener yo discapacidad ninguna, me he sentido ofendido al leer el comentario sobre Telmo Irureta, me parece discriminador y poco justo además porque sí que hace un trabajo excelente en La consagración de la primavera. Les solicito por favor editen el post para evitar dañar a otros lectores del blog y personas con discapacidad

  7. Teaser, aunque Telmo no hubiera hecho teatro en su vida, creo que es evidente que lo que hace es encarnar un papel, así que comparto indignación contigo y con Nacho. Dicho sea de paso era mi favorito en la categoría y para mí hace una de las interpretaciones más destacables del año. Cada momentito suyo en pantalla es oro puro.

    Siendo serios, pido encarecidamente a esta página que rectifique y/o que pida disculpas porque lo que han soltado no es una opinión; es un comentario vejatorio y discriminatorio.

    Nos da pistas, eso sí, de lo que habrían dicho si hubiera ganado algún premio interpretativo Alcarràs. Estoy muy harto de posiblemente actores frustrades que no aceptan que une puede bordar un papel sin haber estudiado interpretación, de la misma forma que elles no les piden permiso a les guionistas y directores para escribir o dirigir sin haberse formado en escritura o en dirección en la puta vida.

    Aikugur, el año ha sido espléndido y todos los reconocimientos lo son, pero para el espectador medio no avezado en circuitos festivaleros, el escaparate y el referente a nivel de cine patrio son los Goya y los Oscar en caso de que la hubieran seleccionado.

    Se votó a cholón Alcarràs para ir a Hollywood por el Oso de Oro cuando viendo ya los trabajo, a Menóchet en el reparto y teniendo en cuenta que lo de Sorogoyen es un western y que la segunda parte tiene cierta analogía con Tres anuncios a las afueras, era evidente que As bestas era mucho más oscarizable. Ni lo vieron ni lo ponderaron porque para qué se lo iban a plantear.

    Y luego ha pasado lo contrario… Cuando la gente ha visto As bestas se ha centrado en el hooliganismo machirulo de “esta es mejor que la otra en TODO”. Y la cosa es que en Madrid hay gente que no ha visto Alcarràs o que se empeña en no sentirla como suya, fundamentalmente porque salen actores sin formación y que As bestas no deja de ser no un relato gallego sino un relato madrileño sobre Galicia, por muy excelente que sea.

    Al final se ha impuesto el hombre a la mujer, el Madrid al Barça y afortunadamente Rui parece un tío cabal y con una conciencia verdaderamente feminista y fue inclusivo en cada gesto que tuvo, pero la expresión mayoritariamente masculina de la Academia hay que ponerla en cuestión porque ya está bien.

    En resumen, que el hecho de que mis tres películas españolas favoritas del año (Alcarràs, Mantícora y La maternal) tengan 0 goyas yo evidentemente no lo interpreto como que estoy equivocado y esas películas son una mierda, desde luego, pero alguien que no haya visto ninguna peli española a lo largo del año sí lo puede pensar.
    Al final estamos vendiendo que en España este año ha habido una película muy buena, otra muy bueno en lo técnico y chimpún…
    Y no saber promocionar nuestro cine como algo plural y lleno de calidad es un problema muy gordo que no solucionamos diciendo “bueno, no pasa nada”.
    No, sí que pasa. Por supuesto que pasa.

  8. Es cierto que Alcarrás no debió irse de vacío, y lo sucedido es tan increíble como el hecho de que haya recaudado dos millones de euros. Su premio principal debería ser haber vendido tantas entradas siendo una película que no busca al público. El cine de Carla Simón no es para el espectador medio y bebe mucho de sonar en los festivales y temporadas de premios, como demostró en el día del cine español que “Verano 1993” fuese seleccionada como una de las dos películas a exhibir en todo el país por el Ministerio de Cultura. Las cifras de espectadores fueron paupérrimas y demostraron que la película fue un boom que no pervive después en el espectador. Fue un curioso experimento.

    En cuanto al feminismo, los que dicen que la Academia es machista deberían pensar si se refieren por tal a más de la mitad de los académicos -que son mujeres-, a una institución que ha premiado cinco años seguidos mujeres como mejor dirección novel (y no siempre siendo las mejores) o cuyo discurso en las últimas galas ha sido pro feminismo, pro lgtb, etc, etc…

    …son ganas de imponer un pensamiento concreto en unos premios que deberían guiarse por baremos de calidad y no de ideologías.

  9. Mi fuente desde luego no es un artículo de opinión de un periódico que él mismo indica que las cifras que da NO SON OFICIALES y que proceden de una estimación que hace CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas.

    Del mismo modo, dicen que la Academia está plagada de hombres mayores. Los que conocemos unos cuantos “académicos mayores” sabemos que la gran mayoría ni votan ya.

  10. “No hay datos estadísticos oficiales sobre la composición por edad de los miembros de la Academia —más allá de que el total de componentes era en 2021 de 1.948, de los que 581 eran mujeres y 1.367 hombres, según CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas—,”

    Te pego la cita porque igual lo de entenderla se te ha dado regulinchi, pero lo que pone en el artículo no es que no sea oficial el género de los integrantes de la Academia, sino su edad.

    Por otro lado me encanta que tu estrategia para defender que no hay machismo en la Academia sea poner en duda datos sólo por el hecho de que estén publicados por mujeres.

    Pero vamos, si tienes datos que demuestren que más de la mitad son mujeres yo encantado de contrastarlos y de darles entidad.

    Así que segundo intento: ya me has dicho cuál NO es tu fuente… ¿Me puedes decir cuál SÍ es? Te adelanto que tus propias hipótesis no cuentan como fuente.

  11. Chico, para tí la perra gorda. Mira, yo no he venido aquí a polemizar y menos aún a insultar.

    Lo que yo digo, lo pienso firmemente. Tú también, con lo tuyo. Allá tú.

  12. Vamos, que no puedes dar datos porque tus datos son “esto me lo invento porque me sale del nardo y si cuela, cuela y si no me la pela. Difama que algo queda”.

    Ahora…envidio lo moderaditos que os ponéis algunos cuando os piden argumentos.

    Besos, bombón

  13. Bastante de acuerdo con todo lo que dice Jorgito, incluso con su discrepancia conmigo. El problema que yo veo en esto es que al ser la Academia un agregado de individuos, exigir a “la Academia” que vote de una manera particular es, o bien, no pedírselo a nadie en particular (al fin y al cabo, cada uno puede pensar “lo mío es solo un voto y si otros no están de acuerdo, no va a decidir nada”), o bien pedírselo a todos y cada uno (y en ese caso estaríamos considerando que hay unos criterios 100% objetivos sobre cómo votar y, por tanto, la existencia de todos los votantes sería absurda, pues lo mismo sería si vota una sola persona). Si no nos vamos a esos márgenes extremos, lo único que podemos pedir es que al menos los votantes vean las pelis (especialmente tras las nominaciones, que ya no son tantas) y que, dentro de que no hay objetividad en el arte, al menos que intenten votar dejando de lado amiguismos y simpatías personales y tengan en cuenta únicamente lo que se ve en la pantalla.
    Otra cuestión importante cuando se estudia un sistema de voto o cualquier toma de decisiones es que es muy sencillo coincidir en “lo que no nos gusta”, pero no tanto en lo que nos gustaría. Veo en redes que todo el mundo discrepa con las nominaciones y premios, pero esto nos puede confundir haciéndonos pensar que hay un acuerdo social grande. Si luego leemos lo que dice cada uno en particular, algunos consideran que Alcarràs debía ganar algún premio y dejar todo más repartido, otros piensan que lo que debía pasar es que ganase mejor peli, otros lo que consideran mal es que piensan que tenía muchas más nominaciones de las merecidas, otros que el error no está en Alcarràs sino en la ausencia total de Pacifiction, o de que Mantícora no estuviera en mejor peli, otros critican que Carla Quílez no fuese nominable, otros que al cine realmente indie como La amiga de mi amiga no se le tenga en cuenta ni en dirección novel, otros se quejan de que La piedad con buen recorrido festivalero haya tenido solo 3 nominaciones menores, mientras que otros se quejan de que una película como esa, que no despertó ningún interés en taquilla, “robase” 3 nominaciones a otras posibles candidatas y así podría seguir un rato largo poniendo más y más ejemplos. A lo que voy es que estar de acuerdo en el desacuerdo es sencillo, pero he leído a tanta gente, con razonamientos y porqués bien estructurados explicando por qué la mejor película del año es una determinada, que resultaría complicado pedir esto a la Academia cuando ni siquiera hay un claro acuerdo crítico sobre esto.
    Ahora bien, estoy de acuerdo en que este reparto de premios supone un peligroso borrado de muchos títulos que serán obviados y olvidados por mucha gente que no sigue el día a día de estrenos, festivales y crítica. Pero mientras los premios sean la agregación de muchas voces, esto nos puede seguir pasando con frecuencia. Quizá lo que sí que estaba en manos de la Academia era hacer más reconocimiento en la gala a todos los títulos del año. Es el gran anuncio del cine español y en la gala solo hubo comentarios para 3 o 4 pelis y tampoco sirvieron demasiado para que hubiera ganas de verlas.

  14. Yo creo que la Academia de Cine español es muy feminista, muy LGTBi e inclusiva. Creo que la mayoría de nuestro cine también lo es. Creo que esto está muy lejano de ser un Madrid-Barça. Porque a la gente de la industria no le importa esa dualidad tan rancia que enarbola el periodismo español (que es junto, al sistema educativo y a la judicatura) uno de los cánceres más grandes que hay en este país.
    En Berlín no competían en Sección Oficial ni As bestas, ni Cinco lobitos
    A muchísimos académicos españoles les ha encantado ‘Alcarrás’, pero les han gustado más otras

  15. En mi opinión hay mejores maneras de ser inclusives que dando 5 premios, por mucho que sean “técnicos”, a una película en la que sólo sale una mujer y básicamente para poner cachondo al protagonista y en la que todos los “malos” son o podrían ser homosexuales. Me da igual que luego hagas propaganda LGBTIQ+ o vayas de feminista si en lo que premias promocionas lo contrario.

    Y ante los pareceres y las opiniones los datos. Se dijo mucho como algo maravilloso y extraordinario que 3 de las 5 nominadas estaban dirigidas por mujeres. Pero el resultado es que de 17 premios que se han dado entre esas cinco películas un 80% han sido para esas dos películas dejando a dos dirigidas por mujeres a cero patatero.

    Se quiera o no el mensaje que se manda es “valen cuatro veces más dos hombres que tres mujeres”, lo cual es bastante lamentable.

  16. El 0 a Alcarràs duele, es que es la tercera gran perdedora de la historia, por detrás de “¡Átame!” y “El artista y la modelo”.

    A mí lo que más me alarma es el voto por arrastre y votar indiscriminadamente a 1 o 2 películas en muchas categorías, teniendo en cuenta que vota gente que trabaja en el audiovisual y un mínimo de conocimiento o sensibilidad tienen.

    ¿De verdad que no se puede ver que los efectos visuales de “Irati” o “Malnazidos” son más destacables que los de “Modelo 77”? Lo mismo digo con el de vestuario de “Irati”, “Malnazidos” o incluso “Los renglones torcidos de Dios”. O el sonido de “Un año, una noche”, más arriesgado y memorable en la narración que el de “As Bestas”.

    Creo que este año habría sido muy partidario de intentar repartir más los premios porque, como muchos apuntáis, esto acaba siendo con lo que se puede guiar el espectador medio. Si todo queda reducido a engrosar las 2 películas de más éxito comercial entre la nominadas, de poco sirve. Porque, por ejemplo, tener a un Nacho Sánchez entre el palmarés seguro que le da un poquito de aire a “Mantícora”, ni que sea por curiosidad. Seguro que le da más que no ganarlo.

    En resumen, en los premios de la industria siempre hay lugar para la discusión, pero sabe mal que muchas de estas películas no reciban el crédito que merecen por la concentración de votos en pocos títulos. Si solamente se molestaran en ver las películas nominadas y votar más a conciencia…

    Dicho esto, siendo algo más de “Alcarràs”, “As Bestas” es una tremenda ganadora, la mejor de la última década junto a “Dolor y gloria” y “Blancanieves”.

  17. Pues a mi me podéis llamar iluso, inocente, que niego los ninguneos y ausencias, que no veo la falta de diversidad en los premios Goya. Pero creo en la honestidad de la mayoría de los votantes de elegir aquello que más le gusta. Pueden equivocarse, no verlo todo, pero no votan con la mala baba que tantos le critican.

  18. Los Goyas son premios de amigos, quienes han recibido más de 5 nominaciones en los últimos 20 años, tiene que ver con el amiguismo, es esposo, mujer, prima, o intimo de, o a que partido militas …

    Eso así ha sido siempre, lo único que antes existía algo llamado industria, y la pandemia la termino de destruir.-

    Hoy sí existen algunas películas que hacen dinero, pero no son para la ACADEMIA, por ahí raspan alguna que otra nominación, pero no da para más.-

    El cine español ha muerto, se lo han comido los políticos. La gala de este año será más recordada por los políticos que estuvieron (Pedro Sánchez, Irene Montero, Nuñez Feijo etc.) y en especial por la política que no estuvo: Isabel Díaz Ayuso. Y como siempre la que no está es la que más se luce. El resto es mero decorado.-

  19. Nacho, yo creo en la honestidad de les votantes; en lo que no creo es en su capacidad para valorar aspectos separados más allá de una idolatría o para entender qué es una industria o por qué es bueno valorar diferentes propuestas en lugar de quedarse en dos.

    Me da igual que no haya mala baba… Había tanto donde elegir…Tanto…

    Y no sé, Nacho, si tú ves diversidad en esto (14 goyas para dos pelis de ellos vs 3 para una de ellas y las otras dos a cero) es que directamente no quieres ver porque te sientes aludido por mi crítica.

    Y luego está lo de que pase desapercibida la ranciedad de Modelo 77…

    No sé, de verdad, que me doy cuenta de que hay mucho más por recorrer de lo que creía…

  20. Pero Jorgito, muchas veces el hecho de que haya “tanto donde elegir”, cuando es un sistema de votación que no funciona por discusión y consenso sino por mero voto y suma, puede ser un problema (especialmente si el número de votantes es algo y, por tanto, los inspirados votos individuales se dispersan en la impersonalidad de la mayoría). Te pondré un ejemplo.
    Yo, a día de de cierre de las nominaciones, mi Top 4 habría sido: “Pacifiction”, “La amiga de mi amiga”, “Tenéis que venir a verla” y “Mi vacío y yo”. Seguramente estos 4 votos habrían ido a la basura directamente. Y te pueden gustar estas pelis más o menos, pero no podrás considerar que “voto en bloque” o que no doy oportunidad a películas pequeñas. Sin embargo, solo la peli que tuviese en 5ª posición habría sido un voto útil seguramente (no recuerdo si por aquel entonces tenía “As bestas”, “La consagración de la primavera”, “Alcarràs” o “Cinco lobitos”, pero para el caso es lo mismo, porque al hacer la suma seguramente solo la que tuviera en esta posición se hubiera beneficiado de mi voto).
    Y claro, puedes pensar que mi voto es inútil solo porque otra gente no hizo lo mismo, pero no es del todo así. Por ejemplo, imagina que mi 5º voto fue para “As bestas”. Pues quizá otro Académico votó “Alcarrás”, “Cinco lobitos”, “Mantícora”, “Unicorn Wars” y “María Lejárraga”. Y un tercero votó “Alcarrás”, “Cerdita”, “La consagración de la primavera”, “Cinco lobitos” y “As bestas”. Y luego llegó otro que votó “La piedad”, “Ramona”, “As bestas”, “El sostre groc” y “Girasoles silvestres”. Y así sucesivamente… Por ahora, todos estos votos son “variados” y demuestran haber visto diferentes pelis y tener cierta personalidad. Pero al sumarlos, solo “Alcarràs”, “Cinco lobitos” y “As bestas” tienen más de un voto. Esto es muchas veces lo que pasa con estas sumas.

  21. Y hay que tener en cuenta que ni he nombrado películas cuyo voto sería tan razonable como “La maternal”, “Un año, una noche”, “Suro”, “El agua”… También sería comprensible que en unos premios que otorga la industria y gente de todos los gremios, quisieran acordarse de pelis que hacen industria, dan de comer muchas bocas y dan mucho trabajo en las categorías técnicas como “Irati”, “Modelo 77”, “42 segundos”… Otros consideran que los Goya (y los premios, en general) suelen pasar por alto algunas películas debido a su género, por lo que también sería comprensible que en su voto reivindicasen títulos como “Jaula”, “Venus” o incluso “Voy a pasármelo bien”. Y, aunque discrepo con esta teoría (al fin y al cabo, estas pelis ya han tenido su premio en taquilla), hay quien piensa que los premios de industria deben celebrar las pelis que resultan realmente rentables a la industria y quizá podría votar a lo más taquillero del año. El caso es que con tantísimas variantes, podría ser que todo el mundo tenga una papeleta bastante innovadora y/o personal y, sin embargo, sea la agregación de tantas “innovaciones” la que nos lleve a este consenso.

    Y claro, para las ganadoras no hay tanta variedad posible, ya que solo hay 5 candidatas, pero podría pasar parecido. Por ejemplo, un amante de “Mantícora” puede pensar que, además de Nacho Sánchez, Vermut pueda ser quien de verdad se merezca un premio (que además no ha ganado nunca) y de ahí que lo priorice en director o guionista… pero si piensa lo mismo de La maternal, entonces quizá ponga a Palomero en directora y Vermut en guion. Como le gustó también “As bestas”, la deja en película y a la hora de acordarse del flamante Oso de Oro, pues la deja en categorías como montaje, fotografía y actor novel (dejando a Sorolla para representar a “La consagración de la primavera”), etc. Lo que pasa es que cuando otra persona realice un razonamiento parecido para dar representación a los títulos del año, su razonamiento puede ser otro y tirar por Simón en dirección y peli, dejar el guion para “As bestas”, “La maternal” en actriz secundaria, etc… Y así sucesivamente. Y de nuevo, a partir de muchas papeletas bien pensadas y justificadas, intentando defender la pluralidad de la industria y la representación de muchos títulos y aportaciones personales que lo merecen, al sumar, no suma, y se lleva el gato al agua quien se lo lleva.

    No quiero decir con esto que me guste el resultado o que me conforme con él (ya he dicho que entre mis 4 pelis favoritas, pescaron un total de 0 nominaciones). Lo que quiero decir es que muchos académicos han podido votar con el espíritu que se les está pidiendo. Pero si no hacen tongo y se ponen de acuerdo “tras la cortina”, es muy posible que esto pase.

    Una solución que se me ocurre es que se cambiase un poco el sistema de voto y se usase un sistema de voto preferencial, como sucede (¿o sucedía?) con los Oscar. De este modo, el voto de cada votante solo va a una peli por categoría, dando preferencia a los títulos que están más altos en su papeleta. Por ejemplo, estoy convencido de que este año, “Modelo 77” ha conseguido un sinfín de nominaciones porque la gente no sabía como terminar de rellenar su papeleta en algunas categorías, pero que quizá no tuvo tantos votos en primera posición. Lo que pasa es que como el sistema actual no diferencia si se vota a alguien en primer lugar o en quinto, pues al final 500 votos en la quinta posición, pesan más que 499 votos en primera posición. Por eso, cineastas que se mueven en la franja del “amor/odio” como pueda ser Albert Serra, lo tienen complicado, porque aunque puedan hacer la peli favorita del año para muchísima gente, habrá otras pelis que la gente describe con un conformista “está bien” que sumarán muchos más votos entre el cuarto y quinto puesto de las papeletas y, finalmente, superarán los apasionados votos de las propuestas más originales y radicales.

    No es que me conforme y entiendo que los Goya es lo que ve la gente. Pero también creo que todo el mundo tiene su parte de culpa. Y en este caso que “los premios de la crítica”, como se supone que son los Feroz o las medallas CEC, no se acordasen de “Pacifiction” (recuerdo: en la Sección Oficial de Cannes, quedaba en prácticamente todas las listas de la crítica internacional como la mejor o segunda mejor película del festival), ya no digo para ganar, sino para nominarla como película o como dirección, esto me parece más grave. Y, aunque los Goya tienen una infinita mayor influencia social, quizá si ni los críticos se acuerdan de estas pelis… pedírselo a la Academia puede ser demasiado. Al fin y al cabo, si los académicos miran lo premiado por “la crítica”, la conclusión a la que llegarán es que están completamente de acuerdo con ella (hay solo pequeñas discrepancias entre los CEC y los Goya, por ejemplo).

  22. JEANETTE esta que trina por que no permitieron ni que ella ni Perales cantarán en los Goya como homenaje a Carlos Saura.

  23. jorgito, respecto a la profusión de premios a As Bestas y Modelo 77, en todo caso yo lamentaría que no hubiese caído ninguno técnico a favor de películas como “Los renglones torcidos” o “Irati”. Realmente no veo ninguno claro para Alcarràs. Hay quien dice fotografía y dirección, pero a mí esos dos para Bestas no me resultan para nada injustos.

  24. Por partes:

    Lo de no consultar a Jeannette muy mal. José Luis se retiró de dar conciertos y supongo que le habrán pedido permiso… No sé muy bien como va…

    Aitor Alman, sé que lo de que las mujeres hagan cine hablando de lo que ellas quieran como que sigues sin verlo, y sólo legitimas que hable de mujeres Pedro, porque él sí las conoce, se las inventó él y tiene más derecho a hablar de ellas que ellas mismas, así que tu comentario tampoco me sorprende.

    Dicho esto, los goyas a As bestas no me parecen injustos porque no se los merezca la calidad de la película, que es una película estupenda -aunque para mí sea un poco dos películas distintas en una- sino porque no se ajusta al hecho de que otras también lo son. Con un reparto al estilo Feroz (película As bestas, actor Nacho, dirección Carla y guion Alauda) estaría contentísimo, pero claro, a les crítiques y comunicadores les pagan por ver cine, a les actores no.

    Y cerrando la referencia a Aitor Alman, soy muchísimo más del genial entretenimiento que es Los renglones… que de esa cosa casposa dirigida por Alberto Rodríguez.

    Aikugur, agradeciéndote el análisis creo que te centras en hipótesis y lo que yo digo no lo son: son datos.
    14 a 3. Ese es un dato. INNEGABLE.

    A la hora de elegir ganador -ni tú ni yo sabemos hasta qué punto no a la hora de nominar- se vota a bloque. INNEGABLE.

    Por mucho que su contenido no esté relacionado con las categorías en las que se la ha premiado, es también INNEGABLE que Modelo 77 es una película, insisto porque nadie dice nada de esto y de verdad que flipo, con UNA mujer que SÓLO sirve para que el prota se haga pajas en su celda y con unos “malos” que o son todos homosexuales o dan pistas de que podrían serlo. Y cuanto más homosexuales más malos. Eso sí, le ponen un datito al personaje de Xavi Sáez para quedar bien y arreglao.

    Que en la Academia hay 581 mujeres y 1.367 hombres es un dato que existe, que es del CIMA, que NO SÉ HASTA QUÉ PUNTO SERÁ INNEGABLE -entiendo que no tendría por qué no serlo- PERO… es el que hay, o al menos es el que yo tengo. Si alguien me da otro dato (no suposición personal sino dato, apoyado por alguna institución) que lo contradiga entonces encantado de ponerlo en valor, pero mientras tanto invito a dejar de hacer cábalas y a reconocer que no llegamos, que no damos pasos adelante.

    Para acabar reincido en que quien crea que Sorogoyen, feminista y proLGBTIQ+ declarado, se fue contento a casa y con la sensación de que los premios incluían a todo el mundo, no prestó mucha atención a la gala.

  25. Tenerle inquina a una película tan buena y robusta como “Modelo 77” por motivaciones políticas o ideológicas sólo habla mal de quien se la tiene. Y por favor, respetemos el idioma, que nadie aquí es ministre.

  26. Jorgito, de acuerdo de nuevo contigo. Ciertamente, estoy especulando. Y sí, aunque no creo que podamos darlo por hecho (ya que matemáticamente es posible alcanzar este resultado sin necesidad de que sea así), sí que sospecho que hay mucha gente que vota en bloque, todo a su peli favorita.
    Mi comentario no iba tan encaminado a intentar adivinar lo que creo que ha pasado, ya que no creo que sea el caso. Lo que quiero decir es que, incluso con unos académicos que vean cosas y tengan diversidad en el gusto, podría darse un resultado parecido. Lo que intento decir es que cuando en una votación hay muchos votantes y muchas opciones legítimas, a veces, en lugar de repartirse el voto, se diluye tanto que ocurren cosas como estas. Sin embargo, en un año “más pobre” en el que parezca que solo está la opción A y la opción B, es más posible que los votos se repartan.
    Y nada que objetar a los datos sobre cómo están repartidos los asientos en la Academia. Esa es la verdad y siempre la hemos sabido (aunque parezca que algunos se siguen empeñando en negar la evidencia). Ahora bien, el problema viene fundamentalmente de que históricamente la industria ha sido reacia a dar las mismas oportunidades a las mujeres o a las minorías y eso ha dado como resultado su menor integración en la Academia. Ahora se puede hacer frente a este problema de varias maneras diferentes.
    Primera: Ir admitiendo a más personas, especialmente de colectivos infrarrepresentados, tal y como vayan haciendo méritos que justifiquen su pertenencia a la Academia. El problema de este méetodo es que es muy lento, porque además, como un criterio que se suele tener en cuenta es el de nominaciones y premios, mientras sus colectivos estén infrarrepresentados en la Academia, es más difícil que los Académicos les voten y, por tanto, se retrasa mucho la cuestión.
    Segunda: Ir admitiendo a más personas y, en el caso de colectivos infrarrepresentados, ser algo más laxos a la hora de gestionar las admisiones hasta que se alcance una situación de equilibrio e igualdad en la Academia. Aquí el problema es que podría deslegitimarse (¿pero acaso ahora la Academia goza de alguna legitimación?) la pertenencia. Si ya criticamos que algunos académicos no hayan hecho nada de valor en décadas, todavía podrían darse más casos si admitimos en la Academia nombres que apenas han demostrado merecerlo, solo por la promesa de que parece que van por buen camino.
    Tercera: Esta es la más polémica, pero la que resolvería de un plumazo los problemas de las dos anteriores, más la del problema de que las votaciones dependan de un número tan abultado de gente. Que los Goya (o al menos, alguna nominación, como sucede en los BAFTA) dependan de pequeñas comisiones, con nombres y apellidos, en las que se pueda debatir, consensuar, etc…

    Jorgito, entiendo tus quejas, pero al final, habría que ofrecer soluciones particulares. Porque repito, si lo único que pides es que la gente no vote en bloque, pues unos votarían como director a Vermut, otros a Palomero, otros a Rodríguez y otros a Simón… y quizá seguiría ganando Sorogoyen. Lo de dividir el voto solo funciona si la gente se pone de acuerdo en cómo dividirlo. Por eso, o se cambia el sistema para que que no suceda esto o hay que hacer algo.

    Ahora bien, con el tema de la representación en la Academia sí que se puede hacer algo y, posiblemente, esto fuera acompañado de cambios en las votaciones. Ahora bien, habría que decidir qué es lo que se hace. Yo, por ejemplo, he ofrecido 3 alternativas (las 3 con antecedentes en cómo se ha gestionado esta cuestión en asociaciones y academias de diferentes países del mundo), pero habría que decidir por cuál se apuesta y, de algún modo, asumir los problemas que se generan con cada modelo (y, con suerte, pensar una manera de limarlos).

    Y bueno, en lo referido a “Modelo 77” por parte de Don Rigoberto, en mi opinión también tiene importantes problemas narrativos (entiendo que por no quererse separar demasiado de la historia real, pero esto hace que después de 2 horas de una peli que cuenta una historia, la resolución tenga poco o nada que ver con lo que hemos visto anteriormente, sencillamente porque “ocurrió así”, que bien… pero que para eso se está haciendo una ficción, para que narrativamente la cosa funcione), pero aparte de que se pueda estar de acuerdo o no en la calidad de la película, decir que un enfoque misógino u homófobo es una “motivación ideológica o política” se las trae un poco. Quiero decir, que si consideramos que cuestiones tan básicas son “posiciones ideológicas”, ya queda poco que discutir. Otra cosa que vería más razonable sería discutir si realmente la peli es misógina y homófoba o no (quizá por cuestiones de lo que se sabe de la historia real, por la idiosincrasia del entorno carcelario que se representa o qué se yo), pero no discutir este hecho y considerar que las quejas son “ideológicas y políticas” me parece un poco fuerte. El cine, como el arte, nos habla mediante a las conexiones que genera este (y nosotros) con el mundo. Una película conecta o no con el espectador según la representación de la realidad y según cómo esta conecte a nivel sentimental con el que ve la peli. Pedirle al espectador que no tenga en cuenta la representación positiva o negativa de cuestiones que son importantes para él es pedir demasiado, pienso.

  27. Otra cuestión a tener en cuenta sobre la representación en los Goya, es que pienso que en muchos casos la falta de representación (me refiero ahora a el caso de la representación LGTBI) no se debe solo a una situación de discriminación, sino a que muchos votantes relacionan la calidad de una película con su acabado técnico, con lo que se suele decir “una película grande”. Esto hace que muchas veces, el cine LGTBI, que se diga lo que se diga, a día de hoy, se sigue haciendo desde los márgenes con propuestas muy modestas en lo económico y muy arriesgadas en lo formal, se escapen directamente del punto de vista de los académicos.
    Al final, ¿de qué títulos estamos hablando este año? Títulos que podamos llamar “películas LGTBI” quizá solo tuviéramos “Mi vacío y yo” y “La amiga de mi amiga”. Quizá con la etiqueta de lo “queer” también podríamos tener en cuenta “La piedad”. Y, a modo de subtrama y forzándolo mucho, quizá también “Pacifiction”. No creo que deba justificarme, ya que como he dicho, 3 de esas pelis figuran en mi Top 4 del año, pero el caso es que son propuestas que formalmente están en las antípodas de los gustos de la Academia (de la nuestra y de casi cualquiera, pese al éxito de “Pacifiction” en los César). A lo que voy, es que, aunque estas pelis habrán tenido cierto rechazo por su temática LGTBI, creo que su principal rechazo viene de su estética y su acabado “demasiado indie” (especialmente, en el caso de las 2 primeras, que por otra parte son las más abiertamente LGTBI).
    Y no estoy exculpando a la Academia, que creo que debería cambiar esta forma de pensar tan de “si hay huele a dinero, es que es mejor”, pero también creo que el problema es de producción (o social). Y es que, pese a que los de siempre no paren de predicar lo de “nos meten lo LGTBI hasta en la sopa”, la realidad es la contraria y es que para ver pelis que tuvieran en su centro un grupo de amigas lesbianas o los altibajos de una joven trans con sus relaciones amorosas, hemos tenido que ir a ver películas hechas con dos duros, en uno de los casos literalmente “juntándose un grupo de amigas” para poder hacerlo.
    Y claro, si la gente no responde a estas historias, los productores no hacen más y las pocas que hacen, las hacen con inversiones muy bajas. Y las pelis de bajo presupuesto… pues no llaman la atención de los votantes.
    Como digo, no exculpo a los Goya de esta falta de atención. Lo que pasa es que al final es una culpa compartida entre muchos: la gente que pasa de pagar entradas por ver estas historias, los productores que no se animan a invertir en estos títulos, los exhibidores que las relegan a 4 salas y les dan una semana de exhibición, los académicos que pasan de ellas bien sea por su temática o su modesta propuesta en lo económico…
    Es verdad que muchas propuestas LGTBI son obviadas por la Academia, pero cuando observo mis títulos favoritos de cada año que se van a casa con 0 nominaciones, el factor predominante en todos ellos, no es tanto de contenido, sino de forma. Todo lo que huele a proyecto pequeñísimo, hecho con 2 duros, nunca goza del reconocimiento de la Academia, pese a que puedan ser propuestas originales, memorabes y únicas.

  28. aikugur, cariño, permíteme el apelativo afectivo, pero de verdad me sale solo y con toda honestidad. Muchísimas gracias, de verdad, por tus palabras. Es precioso que dos personas con un enfoque formal un poco distinto -aunque tampoco tanto- se encuentren para ser constructivas con algo que ambas aman y que, entiendo, ambas consideran que no es más que una metonimia de la vida misma. Perdóname la ñoñería, pero de verdad muchísimas gracias y créeme que me encantaría tener un encuentro en persona contigo para hablar de todas estas cuestiones porque me pareces una persona muy luminosa y que creo que enriquecería mucho a quien estuviera cerca.
    Me gustaría, respecto a lo que le has dicho a Don Rigoberto, añadir sólo un matiz: defender que la mujer tenga los mismos derechos que el hombre y no sea entendido como algo para que aquél se divierta o se desfogue o que las personas homosexuales, bisexuales y transgénero (incluidas por supuesto las no binarias) tengan el mismo acceso a la visibilidad que la que ha tenido el hombre heterosexual a lo largo de la historia… Defender todo esto sí es un posicionamiento ideológico o político, pero como lo es -como tú bien dices- la manera de hacer o de observar una película.
    Si defender los derechos humanos es un posicionamiento ideológico, estoy encantado de estar ahí y de visibilizarlo en la medida que pueda TAMBIÉN DESDE EL LENGUAJE -y a muchísima honra-. El problema está en que hemos aceptado como “ideología” la negación absoluta de las ideologías del resto y eso no es una ideología: a eso se le llama intolerancia.

    Dicho lo cual, de las tres opciones que planteas para una representación más plural, yo en la que he pensado estos días sinceramente, aunque sí que sería la más polémica, es en la tercera.

    Me parece que un jurado con una representación equitativa, que hubiera visto sí o sí todas las películas y en la que apareciera integrada también gente externa a la Academia, sería muy conveniente, visto lo visto, para crecer como expresión social y como industria.

    ¿Cuál sería el reparto exacto por perfiles? ¿En qué consistiría ese filtro? ¿En qué fases estaría presente?

    Desde luego esas son preguntas que me asaltarían y que habría que ir respondiendo en varias reuniones, pero creo que ese es el camino.

    Hay mucho que mejorar. Ahí siguen el apartheid de la edad o lo laxo de las etiquetas “de reparto” que hacen que Zahera -“secundario” como poco- y Susi Sánchez -en mi opinión protagonista porque la película va del protagonismo de las dos ante los hombres, por mucho que Laia tenga más tiempo en pantalla- les quiten espacio a interpretaciones mucho más “de reparto” como la de Josep Abad en Alcarràs o la de Emma Suárez en La consagración de la primavera.

    Lo dicho, que muchas gracias. Ojalá, de verdad hubiera una opción de proponerte un café sin estar tan expuesto. A ver si le damos una vuelta a eso…

    Un saludo muy cariñoso en especial a ti, aiukugur, y un saludo a todes, incluides aquelles a les que les escuezan ciertas cosas que no digo por destruir y punto sino por replantearnos sobre qué estamos construyendo.

    Besotes.

  29. Jorgito, gracias a ti por tus comentarios afectuosos. Ahora bien, soy una persona muy amante de mi privacidad, así que siento declinar tu invitación. No es nada contra ti, sino una posición de vida. En todo caso, como he comentado otras veces (de ahí que siempre vea los títulos tan tarde), vivo en el extranjero, por lo que igualmente sería difícil.

    La propuesta de las comisiones estaría bien, pero creo que tendría poca respuesta. Lo que sí que podrían hacer es dar otros premios paralelos u organizar un pequeño festical a final de año, cuyos premios fuesen paralelos a los Goya, de manera que compitiesen 20-24 pelis de las más celebradas del año y que el jurado (formado por 7-9 personas) repartiese los premios entre ellas (por ejemplo, con una normativa similar a la de Cannes). De esta manera, ya pasar el corte de la selección (que podría hacerse mediante el consenso de los directores de los más importantes festivales en España, lo que también los pondría de relieve) sería poner en valor las pelis. Y luego, debido a la dinámica de los premios, siempre habría 5-6 películas mínimo que se visibilizarían con premios grandes.

    En todo caso, quizá esto es pedir peras al olmo. Pero lo que sí que se podría hacer es dedicarse un poco más a las pelis en la gala. Claro, la mayoría podéis decir “pero si se habló de muchas”. Bueno, pues aparte de que discrepo, lo que se hizo fue eso: “hablar”. Es decir, que si ya has visto las pelis, pues sigues los comentarios, pero si no lo has hecho, al final lo que ves es que le dicen alguna tontería a la estrella de alguna peli y le dicen “qué gran trabajo”, que es lo que dicen a todos los demás. Realmente, no sirve de mucho para que un espectador diga “anda, le han dicho que lo ha hecho muy bien… ¡tengo que ver esa peli!”. Quizá un pequeño corte, un clip de 20 segundos, introducido por alguien conocido que adore la peli en cuestión sería mucho más fuerte como “anuncio” del cine español.

    Respecto a lo de los actores principales/secundarios, yo muchas veces he estado a la contra de lo que tú comentas, aunque entiendo tu perspectiva. Mi lógica es porque vengo un poco del análisis literario, por decirlo de algún modo, del comentario de texto. Y, analizando “textualmente” las pelis que dices, pues los personajes de Zahera o de Susi Sánchez, sí que pienso que son secundarios, en el sentido de que pese a que tengan gran peso en la trama e incluso arco propio o incluso que ellos por sí solos lideren alguno de los subtemas de sus pelis, al final, son personajes cuya importancia radica en su relación con el personaje principal, que es el principal conductor de la trama. Ahora bien… no se trata de un análisis de texto, sino de la contribución personal de actores en particular. Y por eso, no vería mal, que se tenga más en cuenta el tiempo que están en pantalla o el arco que tienen, ya que es lo que de alguna manera les hace competir “de igual a igual” (cualquiera de los dos puede ser secundario desde un punto de vista narrativo, pero esto es solo porque hay otro personaje que es el conductor de la trama, ahora bien, las posibilidades que tienen para lucirse y construir su personaje, teniendo en cuenta el arco y desarrollo que tienen así como la cantidad de minutos en pantalla, los ponen más al nivel de poder competir de tú a tú con los actores que figuran como protagonistas). Quizá lo más justo, aunque resulte demasiado técnico e impersonal, sería decidir las categorías según el tiempo en pantalla de cada personaje. No lo sé.

    Dicho todo esto, vamos a mirar todo el tema de los Goya bajo otra perspectiva. Nosotros, los que andamos por aquí, podemos estar discutiendo sobre la idoneidad o no de las nominaciones y los premiados y sobre si no habría sido mejor repartir un poco más la cosa para poner en valor más títulos del año que merecían atención. Y, por un lado, no nos falta razón, pero por otro… los que lo estamos diciendo, vamos a ver todas esas pelis igualmente, ¿no? Ahora bien, mi compañero de trabajo, que ve mucho cine, pero poco cine español, ayer me suelta que si sé dónde se puede ver “As bestas”. Y claro… me pregunto… ¿habría hecho la misma pregunta si la peli no hubiera arrasado en los Goya? Quizá al concentrarse el voto, aquellos que nunca ven cine español, decidan darle una oportunidad a UNA película. Pensamos que si se hubiera repartido el voto, le darían la oportunidad a más de una, pero pensando en este compañero en particular, creo que esto es improbable (aunque por otro lado, me da la impresión de que si la que hubiese triunfado hubiese sido “Alcarràs”, “Cinco lobitos” o “La maternal”, tampoco habría mostrado demasiado interés…).

    La verdad es que, fuera de los seguidores del cine español, el mercado parece que solo da para resaltar algunos taquillazos y, como mucho, 3 títulos de prestigio al año, que este año han sido “As bestas”, “Alcarrás” y “Cinco lobitos”. Dentro de unos años, escucharéis a gente redescubriendo “La maternal” o “Un año, una noche” o “Mantícora” o “El agua” o “Suro” o incluso “Pacifiction” (por hablar solo de las pelis “grandes”), como una película muy buena que “no fue apreciada en su momento” y pensaréis que eso no es verdad, que fueron muy apreciadas, solo que no entraron en ese Top 3 de consenso. Pero esto es lo que hay. Ahora bien, al menos hay mucha gente que ha oído hablar (¡o incluso visto!) esas 3 pelis de las que estamos hablando y… bueno, sé que es conformarse con poco, pero quizá sirvan de puerta a que más gente vea cine español.

    Si entráis en redes, obviamente sigue habiendo mucho cazurro que sigue riéndose del cine español o utilizando los tópicos despectivos de siempre, pero por otro lado, también vais a encontrar una defensa del cine español actual más numerosa de la que nunca había habido. Y esto, si bien aún queda mucho camino por recorrer, por lo menos suena esperanzador.

    Me gusta el pensamiento optimista y de voluntad de cambio de Jorgito, pero por otra parte, yo ya estoy cansado de llevarme un chasco cada año. De ahí que rebaje mis expectativas. Y aun así (para las nominaciones las rebajé a que cierta peli que considero mediocre -siendo generosos, pues no creo que merezca ni estar en el Top 30 del año- no se colase en las nominaciones y me llevé cierta decepción… pero aparentemente otras personas como Don Rigoberto quedaron satisfechas con esta, así que hay que entender que nunca llueve a gusto de todos) siempre me llevo alguna decepción. Lo que quiero decir es que ya de antemano, cuando miro los títulos que saldrán en 2023 o que se están rodando que más me apetecen, ya anticipo que no estarán nominadas, y no por eso las voy a disfrutar menos. Por ejemplo, si me preguntan qué título español de los que se están preparando me apetece más ver, casi seguro que el primer título que nombraré será “Woman Bites Dog” de Armand Rovira. ¿Qué expectativas le espero de cara a premios? Ninguna. Pero ya ocurrió así con el debut de Rovira en la dirección, que para mí es de lo mejorcísimo que ha dado nuestro cine en años.

    Lo que quiero decir es que está muy bien luchar por una mejoría en los premios, en sus sistemas de votación, en la representación de minorías entre los académicos y los nominados… pero por favor, que todo esto no eclipse la conversación, porque ya que ellos no lo hacen, al menos nosotros sí podemos poner en el foco a las pelis que pensamos que de verdad valen la pena. Que sí, que estas líneas las leerán 4 y los Goya los ven millones de espectadores, pero mira, ya serán 4 personas más a los que convencer y, por otro lado, si están leyendo esta página, pues es probable que estén más abiertos a ver las pelis que recomendamos que alguien que solo hizo zapping porque sabía que su influencer favorito iba a estar en la gala.

  30. aikugur, precisamente desde el análisis literario me parece que es notable la diferencia entre “secundario” y “de reparto” y es ahí donde quería incidir. En la Unión de Actores por ejemplo creo recordar que sí existe esa diferencia y me parece muy acertado porque como bien comentas es algo desafortunado que en una categoría que desde su nomenclatura no debería estar basada en una cantidad mínima de tiempo en pantalla si se esté ganando en parte “al peso”.

    En cuanto al resto, creo que seguir defendiendo los criterios individuales de cada une no es incompatible con poner en cuestión tanto los criterios colectivos como la manera de llegar al espectador más alejado desde una industria plural y rica en valores.

  31. Ah, si se trata de separar lo de “secundario” y “de reparto”, entonces sí. Muy a favor. Estaría solo la cuestión de si no se están dando ya demasiados premios a los actores (con esta división serían ya 8), mientras que a los especialistas de otras especialidades se les da solo uno. Ahora bien, la interpretación es la especialidad en la que conocemos más caras y yo soy el primero al que me hace ilusión ver los rostros conocidos del cine español siendo premiados y celebrados. Así que, si bien no sé si es justo del todo, al final los intérpretes son los abanderados de la imagen del cine español, por lo que personalmente no estaría en contra.

    Ahora bien, habría que repasar un poco el tema de las categorías revelación, también.

    Y luego, se decida lo que se decida, abrir dentro de la Academia el debate sobre la categorización de las personas de género no binario. Diferentes organismos han optado por soluciones diferentes y, si bien ninguna es óptima y todas tienen sus problemas, solamente el hecho de que se evaluase y trascendiera que se está planteando este debate, ya tendría repercusiones de representación. Al menos serviría para mandar el mensaje de “sabemos que existís y os tenemos en cuenta”, fuera ya de que se alcance una solución más o menos satisfactoria.
    En general, ha habido 4 aproximaciones a esta cuestión:
    1. Pasar del tema y que esta cuestión permanezca invisible en el seno del organismo en cuestión.
    2. Dejar de separar las categorías de “actriz” y “actor” para unificarlas en una sola categoría interpretativa que no tiene en lugar el género. Dentro de esta solución se han ofrecido dos variantes:
    a) De dos premios, se pasa a uno.
    b) Para que no haya menos premiados, se siguen dando dos premios, a los dos mejores trabajos (independientemente de su género).
    c) Considerar que la palabra “actor” funciona como masculino, pero también como género neutro y, por tanto, alojar en esta categoría a las personas no binarias.
    d) Permitir a los intérpretes de género no binario decidir en cuál de las categorías quieren registrarse.

    A nivel teórico, también se ha tenido en cuenta una opción e) de considerar una categoría aparte, pero dado el contado número de intérpretes que es abiertamente no binarie, es una opción que no ha cristalizado todavía en ningún organismo importante.

    Los problemas con cada opción son los siguientes:
    a) La intolerancia y falta de empatía que supone.
    b) Se teme que, dado que los roles tradicionalmente “más potentes” se los siguen llevando los hombres, esto conlleve una invisibilización de las mujeres a nivel de palmarés.
    c) Cuando el “masculino” se utiliza como “neutro” puede parecer que se está identificando el género no binario con el masculino (no solo en lo lingüístico).
    d) El mensaje que parece estarse ofreciendo es “muy bien, no binarie, lo que tú digas… ¿pero hombre o mujer?”.
    e) Como decíamos antes, por ahora la categoría quedaría bastante vacía.
    Yo creo que, independientemente de si hay suficientes intérpretes no binaries o deja de haberlos, la imagen de que las nominaciones se presenten de manera completamente binaria sí que refleja una posición ideológica por parte de la Academia y, por eso pienso que, si no corrige o cambia, al menos sí que sería bueno mandar el mensaje de que se ha pensado en ello y que, si no hay cambios, es porque todavía no se ha dado con una solución buena.

    A mí, como amante del cine, me gusta como está ahora, de algún modo. Pero anteponer mi interés por los premios del cine al derecho de miles de personas a no sentirse discriminadas, a sentirse representadas o, por lo menos, a observar que desde los organismos de la cultura se tiene en cuenta su derecho a existir y a no tener que aceptar por el artículo 33 que tengan que ser hombres o mujeres, me parece más importante. De ahí, que me guste el resultado al que se llegue o no, creo que sería bastante sano que se abra este debate.

    ¿Que habrá gente a la que le hervirá la sangre y le explotará la cabeza? El 90% de esa gente ya tiene en el punto de mira al cine español por diversas razones, así que poco se perdería…

  32. Muy de acuerdo con uno de los comentarios de aikugur, en las nominaciones con votos de tanta gente, y gustos tan variados; las pelis de consenso son las que se llevan el gato al agua. Ya está

  33. Me disgusta llevar la razón a veces. Y esta vez, más. Veo con cierto desagrado que la gente ya no quiere hablar, debatir, departir. Sólo quiere que le den la razón. No se invita a tomar café a aquel con quien podrías intercambiar opinión y enriquecerse mutuamente. Frente a eso nos va más el debate tipo “Intereconomía”, donde lo que dice uno lo aplaude el de al lado. Si piensas como yo, quiero conocerte. Si no, de partida te pongo en el montón de los que me asquean.

    Mal vamos. Todos debemos convivir, y para eso hay que dialogar. Los extremismos, eso tan horrible.

  34. Los Goya, como los Bafta deberían hacer una shortlist de cada categoría con al menos 25-30 seleccionables

  35. Don Rigoberto, mis dieses por tu sentido del humor.

    Nacho, quédate con el 5% de lo que ha dicho aikugur; a mí me parece más relevante el otro 95. Nuevamente cuestión de porcentajes y de representatividad…

  36. Nacho, si bien creo que esa idea es buena (sobre todo porque al acotar la lista, hay menos excusas para dejar de ver las cosas), creo que dada la dimensión de nuestro cine, habría que reducir algo más el número de candidatas o en algunas categorías, con 25 candidatas, todavía se meterían opciones algo ridículas, incluso en un año tan granado como este. Pero la idea puede ser buena. Lo que pasa es que en este país de envidias y suspicacias, no sé cómo la gente se tomaría lo que decida la comisión seleccionadora (aunque vamos, en los BAFTA se critican constantemente sus decisiones igualmente, pues nunca llueva a gusto de todos).

    Don Rigoberto, no creo que no se esté debatiendo. Lo que pasa es que en algunos casos, no tiene sentido intentar entrar en un debate si una mínima base necesaria para comenzar la discusión no se comparte. Por ejemplo, en tu caso, te he explicado por qué discrepo sobre la calidad de “Modelo 77”, que tú pareces tomar como axiomática e indiscutible. No me parece mal que te guste, que la defiendas y que te quedes con sus virtudes, pero creo que todas las películas pueden ser debatibles y, en su caso, aunque hubo otras cosas que no me gustaron, la estructura narrativa que se emplea para justificar el final “real”, me pareció decepcionante y, sobre todo, anticlimática y mal anticipada en el guion. Lo que ya desde tiempo de Aristóteles se criticaba en una obra: el uso de una especie de “Deus Ex Machina” para resolver la cuestión sin que tenga auténticas raíces en lo que se ha estado desarrollando durante la mayor parte de la película. ¿Real? Sí, mucho, vamos, que es lo que pasó. Pero dentro del aparato narrativo está un poco de sopetón. Obviamente, esta es mi humilde opinión, que puede ser compartida o no. Así que no, no estoy echando a nadie de este posible debate. Solo comparto mi opinión y lo siento si discrepo, pero eso es lo que hay y eso no significa que eche a nadie del debate.
    Respecto a la otra mención, pues sí, considero que decirle a alguien que no debe juzgar negativamente una película (o cualquier otra obra de arte) porque perciba misoginia u homofobia, como he dicho antes, es mucho pedir. A la vez que puedo entender que a alguien no le guste un libro porque le parezca que hace apología de la pedofilia o del terrorismo. El tema, la trama y las subtramas de una película están en su núcleo y pueden ser tan esenciales en que abracemos o rechacemos el resultado final como su lenguaje o el uso de sus recursos. Veo diferente la gente que rechaza una peli por su temática sin haberla visto antes, pues no es posible entonces entender el verdadero trato que se da al tema, su especificidad, la delicadeza con la que se trata, etc… Pero después de verla, no se le puede decir a alguien lo que debe sentir o asentarse en un “si es que ves eso es que lo has entendido mal” ni nada así. Cada espectador percibe lo que percibe y siente lo que siente y creo que es normal que algunas personas no se sientan cómodas con el trato que se da a algunos materiales, personajes y tramas. Creo que rechazar esto es precisamente lo que desalienta el debate. Por ejemplo, dentro de que no me gustó “Modelo 77”, en mi caso fue por motivos más cinematográficos, relacionados sobre todo con el montaje, el guion y la estructura narrativa (así como que sus muchas virtudes nunca fueron suficientes para interesarme lo suficiente). Observé los problemas que menciona Jorgito y me hicieron arquear un poco las cejas, pero no hasta el punto de rechazar la peli de lleno por esto.
    Y, solo en caso de que el comentario no fuera por mí y fuese más por Jorgito, pues aquí hay varias cuestiones. Desde fuera, y creo que todos los lectores de esta página estarán de acuerdo, percibo hostilidad del uno hacia el otro y del otro hacia el uno. Está claro que no os soportáis, pues ya está. Pienso que si te hubiera ofrecido el café a ti te lo habrías tomado como un comentario irónico, más que como una invitación sincera. Y lo mismo habría sucedido de ser al revés. Sé que sigues este blog con frecuencia, porque eres uno de los habituales. De ser así, sabrás que muchas veces he discrepado mucho con Jorgito, así como con todos los demás, incluyéndote a ti, a Nacho, a Ralph y a todo el largo etcétera de gente que se pasea por aquí. E igualmente, también os he dado la razón a todos cuando estaba de acuerdo con vosotros. Incluso con frecuencia me he desdicho de algunas opiniones tras una explicación mejor o más desarrollada (como me ha ocurrido hoy en un par de cuestiones por parte de Jorgito). Por eso, lo de decir “no se puede discutir” sencillamente porque hoy no estemos de acuerdo, me parece trivializar la discusión. A veces estamos de acuerdo y otras veces no.
    En mi caso en particular, no creo que mi tono haya sido nunca, ni contigo ni con nadie más en esta página, agresivo (de hecho, lo que muchas veces me han afeado varios usuarios es que siempre intente acercar posturas y “ponerme de perfil”). Ahora bien, sí que ataco las ideas cuando me parecen fuera de lugar.
    Debo decir que muchas veces me quito de comentar por aquí durante un tiempo porque creo que con frecuencia se cae en riñas algo feas y alusiones que terminan cayendo en lo personal sin necesidad, algo que no pasa tanto en otros foros en los que participo y en los que el trabajo de los moderadores es algo más activo para cortar de raíz cualquier comentario inapropiado (bien sea alusiones personales a otros usuarios o comentarios que dejen entrever un poso de misoginia, homofobia, transfobia, racismo, …).
    Dicho esto, da la impresión de que piensas que hay una conspiración por el hecho de que dos usuarios estemos coincidiendo en algunas cuestiones (cuando la mayoría de comentarios de Jorgito y míos nacen de la discrepancia, si bien reconociendo aquellas aportaciones en las que estamos de acuerdo y desarrollando las cosas que dice uno que el otro quiere puntualizar). En realidad, prácticamente solo hemos coincidido en cuestiones que para ambos son de base e irrenunciables y creo que ahí es donde tú consideras que no dejamos espacio para el debate. Esas cosas a las que te has referido como cuestiones ideológicas o políticas. Pero es que, para mí la ideología y la política es otra cosa. Por ejemplo, podríamos debatir sobre el sentido de “La consagración de la primavera” y sí que ahí podría abrirse un debate político o ideológico, porque creo que la película habla de cuestiones complicadas que, abrazando ambas partes el respeto, pueden ofrecer diferentes miradas (e incluso opuestas) sobre el tema tratado. Lo mismo sucedería con la disyuntiva que se plantea en “As bestas”, por ejemplo. Ahora bien, si alguien ve una peli y siente su sensibilidad dañada, no se puede discrepar. Se puede tener otra visión del asunto, pero no negarle su derecho a indignarse, se comparta el sentimiento o no. Y si no me equivoco, es en esto en lo único que he chocado contigo. Porque repito, yo no me sentí indignado o atacado al ver “Modelo 77”, pero no le voy a decir a Jorgito que no pudiera estarlo si se sintió así.

  37. Ríete del lenguaje no binario y llámame “maricón” si quieres como algo negativo… o “ridículo” como el otro y luego vuelve a decir que quieres dialogar. Sabemos de sobra que los que “no queréis extremismos” en realidad mientras lo decís estáis estirando el brazo. Ya sabemos quiénes sois y no nos vais a callar.

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