Divertida comedia que nadie esperaba y que se destapa como un pasatiempo más que digno. Ideal para reanimar la vuelta a nuestros cines en esta temporada estival tan rara que estamos viviendo.
Pablo y Blanca llevan años en una relación que no va a ninguna parte y deciden iniciarse en el intercambio de parejas. Pero incumplen una de las normas: deciden hacerlo con dos amigos solteros.
Como el argumento deja adivinar, son muchos los líos, los diálogos ingeniosos y las ocurrencias que se pasean por pantalla. Sí, presenciamos todos los tópicos que se esperan en este tipo de comedias, pero es cierto que “Amor en polvo” lo hace con gracia y sin complejos. Da igual que el guion parta de lugares comunes, el ritmo frenético del montaje guía al espectador entre risas y chascarrillos hasta un final que, no por típico, es menos emocionante.
Habrá quien eche en falta un toque más gamberro, pero los directores Suso Imbernón y Juan Moscardó Rius saben en qué liga juegan; el de la comedia romántica. Y lo consiguen, vaya si lo consiguen. “Amor en polvo” es una de esas películas encantadoras y con encanto. No solo por un guion que no concede un respiro, también por una puesta en escena más que correcta al servicio de la historia y cuatro actores en estado de gracia.
Tratándose de una película que se sustenta principalmente en sus personajes, el elenco se luce en cada una de las escenas. Lorena López está divertida; se lo pasa bien y consigue hacerlo pasar bien (hecho importante y que no siempre se ve en la comedia). Enrique Arce quizá no se muestra del todo cómodo en los momentos más desenfrenados pero sí que sabe defender el fuerte cuando su personaje se ha de mostrar vulnerable y derrotado. Luis Miguel Seguí es tal vez la sorpresa de la película: ¡menudo galán con corazón! Es un deleite verlo ligando con su partenaire en la historia, Macarena Gómez, que estando más que correcta, es la que menos brilla de todos. Aunque para ser sinceros, la culpa es de su personaje, que es el menos complejo; la actriz simplemente no puede sacar petróleo de donde no lo hay.
De tener que hallar un punto débil a la película, se podría hablar de su estética anodina y televisiva, y el uso casi constante de la música; que se encarga de remarcar hasta la saciedad los momentos cómicos. Aunque de forma eficiente, eso hay que reconocerlo.
Realmente cuesta encontrar un solo elemento que no funcione en el conjunto de la obra. “Amor en polvo” no engaña y está hecha sin pretensiones. Simplemente quiere que te olvides de tu vida durante hora y media, ¿acaso no es de alabar una película que da lo que promete?
Si estás buscando una excusa con la que refugiarte del calor en el aire acondicionado de una sala de cine, “Amor en polvo” es la película que estabas esperando. Te lo hará pasar bien -de eso no hay duda-, pero eso sí, siéntate en la butaca sin exigencias, estás avisado.
Nota El Blog de Cine Español: 6,5.
Una crítica de Toni Sánchez Bernal