Seguimos con nuestras entrevistas en cuarentena y hoy tengo el gusto de entrevistar al conocido cómico Berto Romero, al que la pandemia le cogió grabando el programa “Late Motiv” y con la gira de su obra “Mucha tontería”. Sin embargo, si ha podido estar al tanto de las postproducción de la tercera temporada de su serie “Mira lo que has hecho” que se estrenará muy pronto en Movistar+. De todo esto, y de mucho cine español hablamos en esta pequeña tertulia.
Os dejo con mi entrevista a Berto Romero:
– Iniciamos con nuestra primera pregunta clásica en esta serie de entrevistas, ¿cómo está siendo el día a día en confinamiento y creo que ya en Fase 1 de Berto Romero?
– Pues adaptándonos como podemos a la nueva situación, como todo el mundo. Esto nos ha arrollado a todos por igual y cada uno busca su nuevo espacio. De momento, para los que tenemos niños en casa, nuestra lucha es intentar conciliar el trabajo y la vida familiar, cosa bastante difícil de conseguir, por no decir imposible. Intento centrarme en el día a día, e intentar mantener a raya la ansiedad que esta situación produce.
– Debido a la pandemia y al Estado de Alarma, ¿cómo fue el protocolo de trabajar en el programa “Late Motiv”?, ¿cuándo se decidió grabar el programa con videollamadas cada uno desde su casa?
– Fue una decisión motivada por la necesidad. Nos mandaron a casa y la única manera posible de hacerlo era de este modo. No tiene mucho más secreto. Una vez en esa situación, hemos intentado sacarle todo el partido posible, dentro de las limitaciones.
– También estabas con la obra “Mucha tontería”, ¿cuándo crees que podrás volver a subirte al escenario para hacer reír a los espectadores?, ¿te imaginas en un teatro con sólo un tercio del aforo?
– Este tema es uno de los que más nos preocupa a los que trabajamos en teatros y la verdad es que no tenemos nada claro cuando podremos volver, y en qué forma. Para la comedia es verdaderamente complicado la dispersión del aforo. Te diré que hasta los temas de los que hablo me hacen dudar ahora. ¿Para qué mundo haremos comedia cuando esto acabe? ¿Querremos hablar de esto? ¿Nos olvidaremos de la noche a la mañana del mismo modo que nos hemos acostumbrado de un día para otro? Iremos viendo. De momento, lo único que sé es que vamos a ser de los últimos en volver a poder hacer nuestro trabajo con normalidad. Y me preocupa el sector, claro, y cómo va a poder sobrevivir a este parón.
– Empezaste a estudiar la carrera de Periodismo pero lo dejaste imagino que porque empezaste a trabajar, ¿cómo fueron tus inicios en la interpretación y qué te llevó a querer dedicarte a esta profesión?
– No había vocación. Escogí Periodismo por eliminación, pero no me interesaba. No tenía claro qué iba a hacer con mi vida hasta muy tarde. Lo dejé no solo por desidia sino por cuestiones económicas. Tuve que ponerme a trabajar para mantenerme porque en casa iban mal de dinero y ahí ya no tuve energía para continuar con los estudios. Por otro lado, mi afición, los monólogos cómicos, cada vez me funcionaba mejor, y empezaba a ganar algo de dinero por ahí. Finalmente se juntaron ambas cosas, porque, aunque la carrera no me interesó, sí me sirvió para conocer a gente clave en mi carrera, como Rafel Barceló, mi compañero guionista de siempre y gran amigo. Gracias a él metí un
pie en Radio 4, y ahí empezó todo. Una cosa fue llevando a la otra, y siempre ha sido así para mí. Lo de la interpretación surgió al hacer sketches con Buenafuente, y fue Javier Ruiz Caldera quien los vio y percibió que había un actor ahí. Esa es su opinión, y yo le creí, y he intentado ir desarrollando esa parte también. Hasta hoy.
– Como cómico, creo que habrás notado en la última década que el humor vive tiempos complicados en nuestro país al tener temor de recibir las críticas de algún colectivo social, ¿crees que hoy día serían posibles películas como “Airbag” o “Torrente, el brazo tonto de la ley”, entre otras?
– Yo creo que el humor nunca ha vivido momentos fáciles. Visto con la perspectiva del tiempo te das cuenta de que siempre han existido polémicas, críticas, boicots e “incendios” de este tipo con las actividades de los cómicos. Hoy vemos La vida de Brian y nos embelesamos contemplando su arrojo y su valentía abordando la religión y la política desde la comedia, pero no recordamos cómo fue de complicado su estreno, la polémica en que sumergió a sus autores, por no decir que estuvo prohibida en muchos países. La frase recurrente hoy es “esto no se podría hacer en nuestros días”, porque nos desayunamos a diario con una polémica en redes sobre tal o cual asunto. Sin embargo,
con frecuencia se producen películas polémicas, me viene a la cabeza ahora mismo Four Lions, De Chris Morris, un filme de 2010 sobre una célula terrorista en Reino Unido. Y hace muy poco Netflix estrenó una comedia brasileña llamada La primera tentación de Cristo en que se abordaba la figura de un Jesucristo homosexual. Se siguen haciendo, y siguen levantando ampollas. Creo que lo que ha cambiado es el nivel de ruido y que hay una mayor hipersensibilidad hacia cualquier tema polémico, llegando al paroxismo de que cualquier asunto es susceptible de ser objeto de polémica. Pero sí que creo que esto hace que la producción evite apostar por cualquier contenido “peligroso”, impera el miedo, y en nuestro país, con un mercado pequeño y en muy pocas manos, hace que se arriesgue poco, eso sí es verdad, y se ha acabado con el espacio que podían ocupar comedias más arriesgadas. Coincido contigo en que películas como Torrente o Airbag, con presupuestos grandes, pasarían muchos más filtros y acabarían mucho más estandarizadas y menos libres.
– Has trabajado en casi todas las películas del director Javier Ruiz Caldera como “Spanish Movie”, “3 bodas de más” y “Anacleto”, y conseguiste una nominación al Goya a mejor interpretación novel en 2004 por “3 bodas de más”, ¿qué recuerdas de aquella noche de los Goya?, ¿tenías preparado un discurso por si sonaba tu nombre y te llevabas el “cabezón” para casa?
– Bueno, algo tenía preparado, más que nada por no quedarme en blanco si sonaba la flauta, aunque tenía muy claro que, en mi caso particular, la nominación ya era el premio. Recuerdo estar muy nervioso, sentir un alto grado de parálisis facial en el momento en que me enfocaban cuando repasaban los nominados (realmente es muy difícil en ese momento controlar los músculos de tu cara) y pasar mucha hambre, porque la gala es muy larga. Cuando acabó, la gente salió en estampida hacia el cátering olvidando el glamour por los pasillos.
– ¿Es verdad que al inicio de la segunda temporada de “Mira lo que has hecho”, al enterarte que tu compañera de reparto, Eva Ugarte, cobraba mucho menos que tú, solicitaste que el sueldo de ambos fuera el mismo al aparecer en la serie ambos prácticamente el mismo tiempo? Y, siguiendo con tu serie, ¿cómo se te ocurrió transformar tu vida privada familiar en un guion de serie?
– Bueno, tampoco fue tan épico. En la primera temporada no me enteré de los honorarios de nadie, bastante lío era para mí arrancar una serie. En la segunda sí que me informé y me pareció que Eva y yo debíamos cobrar lo mismo en el apartado de interpretación porque entendía que nuestra serie, en ese particular, era un mano a mano. En la primera temporada, Eva era una actriz prácticamente desconocida y, por mucho que también el trabajo fuera el mismo, no me parece mal que cobrara menos por una cuestión de estatus, pero como te digo, entendí que tras su trabajo en la temporada uno, en la segunda esto debía corregirse, y así lo hicimos. Fue una decisión que me pareció justa y lógica. Y tampoco tenía ninguna intención de publicitarlo, era una decisión interna. Sin embargo, Eva quiso hablar de esto en una entrevista en La Resistencia, para visibilizar de este modo la realidad laboral de las mujeres, y así lo hizo. Esto es lo que ocurrió, pero tampoco es que quiera yo hacer bandera de esto ni nada. Me parece que lo que sí es bueno de todo este asunto es que nos lleve a reflexionar, si sirve para que algunos hombres nos planteemos este tipo de cuestiones me parece que es bueno.
Lo de transformar mi vida privada en un guion de serie también es matizable. Mi serie no es una traslación literal de mi vida privada, de hecho, es bastante diferente. Pero es un vehículo potentísimo para hablar con honestidad de mi vida, aún sin ser sincero sobre ella. Me explico: creo que en ficción es más importante ser honesto que sincero.
Lo que hago es usar mi vida como material de trabajo, uso el marco, el paisaje, para crear sobre él. Lo que cuento en la serie es una mezcla de lo que me ha pasado, lo que me podría haber pasado, lo que les ha pasado a otros compañeros, etcétera. Me quedo con lo que pueda ser gracioso, o emocionante, y lo mezclo con invenciones. Sí que me interesa que parezca lo más realista posible. Y qué mejor para hacer eso que usarme a mí mismo, no solo mi imagen, también mi propio nombre, mi trabajo, todos los datos que el público cree que sabe de mí, al servicio de una ficción. Al final, lo único que importa es que te llegue la historia, y te rías, o te emociones, o te identifiques.
– Si no cuento mal, has trabajado en 11 largometrajes y una de ellas es “Ocho apellidos catalanes”, la tercera película española más taquillera de todos los tiempos tras “Ocho apellidos catalanes” y “Lo imposible”, ¿qué recuerdas de aquel rodaje y qué crees que tenía el guion de Cobeaga y Diego San José para enganchar masívamente al público?
– Ese tren no se podía dejar pasar. La taquilla, el impacto social de Ocho Apellidos Vascos es un hito en la historia del cine español. Cuando eso pasa, significa que estás ante un fenómeno que trasciende el mero hecho cinematográfico. Esa película conectó con el público de una manera increíble y cuando me propusieron estar en la secuela ni me lo pensé. No sé cuando tendré la oportunidad de participar en algo tan grande otra vez. Y, a nivel personal, la posibilidad de trabajar con esos actores, y en especial con Rosa María Sardà, era algo que no podía ni quería dejar pasar. Cobeaga y San José tienen mucho talento, eso es incuestionable, son los guionistas de comedia más grandes de este país, tienen ideas buenísimas y son impecables ejecutándolas. Pero creo que incluso a ellos les sorprendió el éxito desmesurado de Ocho apellidos. Nadie sabe por qué pasan estas cosas, esa es la magia.
– A pesar de ser una figura muy conocida has colaborado en varias producciones independientes como “Losers”, comedia no-cost, que desde aquí reivindico; “Barcelona, noche de verano”; “Como todas las mañanas”, de Toni Nievas, que no ha vuelto a dirigir desde entonces; y “Algo muy gordo”, de Carlo Padial, ¿qué tiene que tener un guion, una película para acertar querer realizarla?
– No lo sé, que lea el guion y vea en él algo que me interese hacer, que sea algo nuevo para mí, o que suponga un reto, o que venga de alguna persona con la que tengo ganas de trabajar porque me interese su trabajo, o que simplemente me apetezca. No hay más reglas que esas.
– En tu filmografía nos encontramos con la comedia “El pregón”, que no funcionó mal en taquilla pero mereció mejor suerte en los cines, donde compartías protagonismo con tu inseparable “Boss” Andreu Buenafuente, ¿no tenéis pensado repetir como pareja protagonista en otro largometraje?
– Nosotros sí. Claro que nos gustaría hacer otra película, pero no hemos encontrado la historia adecuada, hemos intentado arrancar alguna vez con alguna idea, pero por una razón u otra no han conseguido tirar adelante, pero seguimos dándole vueltas a eso.
– Hace muy poco nos dejó el productor, director y guionista José Luis Cuerda – qué buen guion habría escrito Cuerda con todo lo vivido durante la pandemia tanto a nivel social como político -, y tuviste el honor de trabajar en su última película “Tiempo después”, ¿eres de los que se saben diálogos de memoria de “Amanece que no es poco?, ¿cómo fue trabajar con Cuerda en esta película que reunió al mayor número de cómicos de nuestro país que se recuerda?
– Cuerda era un creador con una personalidad arrolladora, una persona fascinante, y la experiencia de contribuir en el proceso que llevó a rodar Tiempo después es uno de los regalos que me voy a llevar sin duda de mi experiencia en el cine. Como casi todo el mundo en mi generación puedo recitar diálogos de Amanece de memoria, es una de las
películas más queridas de nuestro cine, y te diré que rodar Tiempo después tuvo algo de mágico, fue muy especial. Se podía sentir con toda claridad como una generación de trabajadores del cine daban lo mejor de ellos para hacerle un regalo a Cuerda, para devolverle de algún modo lo que todos sentíamos haber recibido de él. Desde la forma
de interpretar de los actores, que constantemente buscábamos rendir homenaje a los actores de las generaciones anteriores, hasta el último de los departamentos, haciendo un trabajo precioso para que Cuerda pudiera vivir una bonita experiencia rodando la que, al final, resultó ser su última película. Es una película extraña, algo desconectada ya del mundo, sabia y amarga, poética y ácida, una hermosa carta de despedida de un creador libre, distinto y genial.
– Pocos saben que eres un gran cinéfilo por lo que imagino que sería un gustazo presentar el programa Movie Berto que tuviste en Paramount pero, barriendo para casa, hablabas poco o nada de películas españolas (risas).
– No me considero un cinéfilo, pero me gusta mucho ver películas, eso no te lo niego. Movie Berto fue un gustazo, sí, porque nos permitía a Rafel Barceló y a mí poner en imágenes todas las conversaciones que habíamos mantenido durante años sobre las películas que nos gustaban. Es cierto que no hablábamos de cine español, pero es que trabajábamos sobre un listado de películas que nos pasaba Paramount y no había cine español allí. A veces las decisiones que tomamos los creadores tienen poco que ver con lo que queremos hacer y más con lo que podemos hacer.
– Aprovechando tu gusto por el cine, aunque era tendrás poco tiempo para ver pelis teniendo 3 vástagos, te pido que ofrezcas una pequeña lista de comedias españolas imprescindibles y, por otra parte, ¿cuál es la película española que más veces has visto?
– Aquí te dejo algunas, pero la lista es interminable: Bienvenido Mister Marshall, El milagro de P. Tinto, Amanece que no es poco, Acción mutante, Promoción fantasma, El cochecito, etc…
* Foto que encabeza la entrevista de Miquel Company Costa.