Estaba tan feliz durmiendo el sueño de los justos, es decir soñando con tiernas ovejitas, cuando unos golpes en la puerta de mi caverna me despertaron de golpe y porrazo. El conocido conejo de Alicia (ya saben Tim Burton, Johnny Deep y, claro, también Lewis Carroll) venía desencajado, suduroso y molido con una noticia que me despertó de golpe:
“”El director del ICAA había sido cesado por la ministra de Cultura. Ni en mis sueños más valientes me hubiera atrevido a soñar que en 18 meses (¿no es el tiempo del embarazo de los elefantes?) el señor Ignasi Guardans sería botado por la señora ministra de Cultura, en otros tiempos aceptable guionista y mediana directora. Cuando en su momento se le nombró, buena parte de la profesión se quedó boquiabierta, porque no era, precisamente, un hombre de la profesión si no más bien un político. Pero claro, han tenido que pasar 18 meses para poner de manifiesto lo que se podía suponer desde sus inicios.
Ahora parece que, insatisfecha de su labor al frente del ICAA y atendiendo al descontento con su gestión por parte del sector del cine, la ministra de Cultura lo ha despedido olímpicamente, que es como se dice en estos casos.
Y lo que vendrá puede ser de todos los colores. ¿Volverá la señora ministra a poner un político al frente del ICAA? o ¿Será consecuente con su condición de profesional del cine y pondrá a alguien entendido en la materia? Es la pregunta del millón de piastras que se sabrá en pocas horas. Mientras tanto se pueden hacer quinielas, que yo volveré a mis dulces sueños de tiernas ovejitas y de viejas películas.
El lobo vanidoso
Su sustituto es Carlos Cuadros director de la academia del cine cuando la presidía González-Sinde