Ramón Colom Esmatges (Barcelona, 27 de agosto de 1952) es licenciado en periodismo. Fue uno de los impulsores del programa de TVE “Informe semanal” y llegó a ser Director General de TVE (1990-1996), en TV3 ha dirigido los programas “El món d´Ariadna” y “Millenium”. Hace 12 años creó Sagrera Audiovisual, productora y punta de lanza de documentales y de cine culto, de autor y arriesgado.
Ramón Colom me recibe en las oficinas de Sagrera Audiovisual en Barcelona, en la Meridiana. Es un gran cinéfilo y tiene una sensibilidad exquisita, estos dos hechos hacen que la charla sea fluida. Actualmente, en Sagrera Audiovisual hay una plantilla que supera las 20 personas.
Gracias a Sagrera Audiovisual pudimos ver los extraordinarios documentales “La pesadilla de Darwin” y “Cineastas en acción”, de Carles Benpar. Films de ficción como “Cuando naces ya no puedes esconderte” de Marco Tulio Giordana, el autor de una de mis películas favoritas (“La mejor juventud”), o “El Dios de madera”, de Vicente Molina Foix, protagonizada por Marisa Paredes y que se estrenará en Julio.
J.L.P. Si te parece, vamos a comenzar hablando de la nueva ley del cine español.
Ramón Colom: Esta nueva ley, como muchas otras leyes, tiene un problema, no ha previsto factores cambiantes, sociales, de mercado, etc y de hecho ya se ha visto alterada por la ley del audiovisual. En segundo lugar se ha visto alterada por la crisis económica. La ley está tocada por la situación del mercado. La ley lo que viene a decir, es que en España se deben hacer películas grandes (de alto presupuesto), y claro, lo de las películas grandes está muy bien en un periodo económico de bonanza, pero en un ciclo económico como el que tenemos ahora, hay que hacer películas no tan grandes, pero que sean rentables y que interesen a los espectadores. Yo creo que aunque el ICAA diga lo contrario, la ley olvida demasiado un tipo de cine independiente, un tipo de cine culto, que no se dirige a los mercados, es un tipo de cine que se dirige más a los artistas, o a la gente interesada en el arte, cinéfila. La ley busca películas que incidan muy claramente en el mercado y por lo general ese cine es de alto presupuesto, y yo creo que ese tipo de cine habrá que hacerlo en co-producción con otros países, y desde mi punto de vista, la coproducción sale malparada en la nueva ley del cine.
J.L.P. ¿Por qué?
R.C. Por que a la gente de la administración no le gusta dejar abiertas puertas donde se le puedan colar cosas, y entonces la formula más cómoda es cerrar. Esto demuestra un desconocimiento del mercado. En Francia, por ejemplo, hay producciones cultas financiadas de otros lugares del mundo, incluso la cadena de TV Arte, tiene una apuesta en este sentido. Y para ellos es una producción francesa, ya que está financiada con dinero francés.
J.L.P. Hablando de la crisis de nuevo, ¿no crees que esto afectará a la cantidad de películas que se hacen en España?
R.C. Sin duda, hasta ahora se hacían demasiadas, por eso a muchas les costaba mucho conseguir distribución, otras era casi imposible poder verlas. Creo que ahora se van a hacer menos películas, pero es que además, en este sector muchas empresas siguen pensando que tienen que tener la misma rentabilidad que antes y en el contexto de la crisis ya se ve en todos los sectores que esto no puede ser así. Ayer, por ejemplo, paseé por la Diagonal y vi varios locales cerrados, en alquiler, seguro que si les hubieran bajado el precio sustancialmente, como se ha reducido la economía, seguirían en esa ubicación. Mucha gente se ha tenido que trasladar a sitios más baratos. En las salas de exhibición de cine se quiere que la rentabilidad sea una y determinada, y el índice de películas que llegan a las salas, sigue siendo muy alto. Las cadenas de televisión siguen completamente enloquecidas por el cine norteamericano, y este es un ecosistema donde todo está relacionado con todo.
J.L.P. Vamos a hablar ahora de Sagrera Audiovisual.
R.C. En el año 97 decidí crear una pequeña empresa como Sagrera Audiovisual, ya que antes yo era funcionario en TVE y no me pareció digno, continuar allí en aquellas circunstancias, puesto que anteriormente había sido Director General.
J.L.P. Recuerdo “La pesadilla de Darwin”, era un documental excelente, que denunciaba la explotación en África.
R.C. Era el primer documental que distribuíamos, tuvo un lado bueno y un lado malo.
J.L.P. ¿Cuál fue el malo?
R.C. Después, trajimos otros documentales que no fue nadie a verlos y creo que eran igual de buenos, como “Mondovino” que fue un éxito en todas partes, menos en España. El problemas de los documentales es que hay muchos, y los exhibidores que se atreven a proyectarlos tienen un aluvión de ofertas, y en general, no suelen ir muy bien en taquilla. Otros exhibidores ya te dicen directamente que no trabajan los documentales. Incluso se da el caso de que algunos se proyectan para cubrir huecos, en fechas concretas. Muchos documentales se estrenan sin ningún lanzamiento. Todo esto va en detrimento del documental. En España se hacen muchos documentales, los hay buenos, regulares y malos, pero el hecho de que se tengan que exhibir en salas para cumplir las órdenes ministeriales y los contratos con las televisiones hace que exista una avalancha de documentales. A mí, me han gustado mucho siempre los documentales.
J.L.P. Sagrera tiene varias apuestas ¿de cuales estás más satisfecho?
R.C. Sí, Sagrera Audiovisual tiene varias patas, por el tema de la diversificación. Hacemos pProducción y cosas como “Spanish Hollywood” que creo que está muy bien. En distribución hay un documental “Workingsman´s death” que posiblemente es todavía mejor que “La pesadilla de Darwin” y que no fue nadie a verlo al cine. “Tropical Malady”, la única película estrenada en España, del reciente ganador en Cannes, Apichatong Weerasethakul, y que tampoco vio nadie.
J.L.P. ¿En qué proyectos estáis trabajando ahora en Sagrera Audiovisual?
R.C. En estos momentos Sagrera Audiovisual está intentando superar la crisis. En ese marco tenemos toda una serie de proyectos, hay una película que vamos a producir con Isaki Lacuesta “La próxima piel”. Vamos a hacer un documental en el que tengo mucho interés, sobre canciones prohibidas, en la dictadura española, en los años 40 y 50 donde no se podía hablar de amores adulteros, lésbicos, gays, etc, y hay canciones que a través de medias palabras, de músicas, se hicieron en ese momento y queremos recuperar. Lo dirige un periodista valenciano que se llama Carles Gámez, que escribe en Babelia, el suplemento cultural del diario El País, que es un experto en temas musicales. Tenemos, también un proyecto documental ligado a la televisión sobre Leonardo Da Vinci.
J.L.P. ¿Cómo ves el tema de las subvenciones?
R.C. Creo que en Europa hay muchos sectores que reciben ayudas del Estado y creo que en el campo de la cultura son necesarias, a mí lo que me preocupa es que estas ayudas, en el caso de nuestro país, son tan procelosas, tan cambiantes, que en algunas ocasiones se sientan 4 productores para analizar de algún punto concreto de una ley o una orden ministerial, y los 4 lo entienden de un modo distinto. Eso provoca complicaciones con posterioridad. Estoy seguro de que en 2011 y 2012 habrá un bajón de proyectos de cine brutal, eso traerá complicaciones. Por eso me gustaría que hubiera el mejor reparto posible de estas ayudas, yo prefiero que se hagan 50 películas que den trabajo a 50 equipos, que no que se hagan 7 películas carísimas que den trabajo a 7 equipos.
J.L.P. Eso es crear industria.
R.C. Sí, pero además ahora hay problemas para financiar las obras, ya que los bancos no están por la labor.
J.L.P. ¿Cómo ves la exhibición?
R.C. En este aspecto hay una gran contradicción. El público del fin de semana es mayoritariamente de adolescentes y postadolescentes.
J.L.P. Sí, pero también hay un público urbano que llena salas en fin de semana en circuitos de Versión Original, de cine español menos comercial.
R.C. Sí, tienes razón, pero el mayoritario, al que acude más gente es el que yo te decía al principio. La gran contradicción es que los fines de semana llenan con ese cine para adolescentes, pero por nada del mundo permiten que una película se pueda exhibir unos días si, y otros no. La película se proyecta los 7 días y las 4 sesiones de rigor. Eso empobrece el panorama, y yo diría incluso que es malo para su propio business.
J.L.P. Centrando esto en Sagrera Audiovisual, ¿qué problemas tiene para exhibir?
R.C. Yo creo que a día de hoy el 95 % de nuestra industria está sufriendo graves problemas. Yo me pregunto porqué algún circuito que va muy bien, todavía no nos han pagado, y estamos en junio de 2010, películas que se estrenaron en octubre de 2009. Hay circuitos como Renoir que siempre pagan puntual y religiosamente, pero hay otros que no. Ahora mismo no quiero estrenar más cine en esas condiciones que te comentaba. No se puede estrenar cine en España mientras las televisiones públicas dan la espalda al cine independiente, de los distribuidores independientes. El cine se financia en las salas, en lo que queda del video, en las televisiones y en el futuro en plataformas como Filmin. Me gustaría llegar a un acuerdo global con alguno de los exhibidores que hay, pero no es fácil.
J.L.P. Dime alguna película española que te haya gustado últimamente.
R.C. Hay una que todavía no se ha estrenado, pero que nos han ofrecido que la distribuyamos, un documental magnífico, durísimo, mejor, mira lo que te digo, que “La pesadilla de Darwin”, que se llama “Los olvidados de los olvidados”, de Carles Caparrós y Obiols, y que es de aquí, de Barcelona, y que cuenta como tratan a los enfermos mentales en determinados países de África. Me gustó mucho “Celda 211”, que reúne muchos elementos interesantes, es comercial y tiene calidad.
Artículo: José López Pérez
Muy bien la entrevista del maestro Colom.Solo por distribuir “La pesadilla de Darwin” se justificaría la creación de SAGRERA.
En cuanto al futuro negro que R.C. predice para el cine español tiene mucha razón.
A lo mejor tienen razón los que hablan de exceso de producciones españolas pero ¿quien decide que peliculas hay que producir? ¿Volveremos a una politica de intervención del estado? Los que hemos vivido, por edad, la epoca de Franco sabemos que la primera pregunta del guionista al Productor era ¿Con quien tenemos que quedar bien?¿A quien tenemos que “alabar”? Asi salieron las películas de los años 50 que hablaban de la España feliz,mientras seguian las cartillas de racionamiento y las ejecuciones.En epocas más recientes los gionistas y losproductores piensabn en las fglorias nacionales de España o catalunya para optar a las grandes subvenciones, o derechos televisivos, que han recibido , por ejemplo, “El 2 de Mayo” “la Conjura de El Escorial” “El tambor del bruc” etc..etc…
Pérez Giner