Al inicio de la proyección aparece una frase del escritor mexicano Carlos Fuentes, que es premonitoria: “Vengo de una familia en la que cada miembro dañaba a los demás. Luego, arrepentido, se dañaba a sí mismo”.
El sexto largometraje del tándem formado por Dunia Ayaso y Félix Sabroso es un drama duro, sin concesiones, en el que no hay ninguna escena, ninguna imagen, superflua. “La isla interior” tiene un ritmo poderoso. Se alejan de las comedias con las que debutaron, aunque ya en su anterior trabajo, la interesante, “Los años desnudos: Clasificada S”, contenía elementos dramáticos.
La historia nos presenta a una familia que debe sobrellevar las consecuencias de la esquizofrenia del padre, así, poco a poco, conocemos a los tres hermanos, en los que sólo la mayor ha heredado la enfermedad, personaje que interpreta con maestría Cristina Marcos, y que es precisamente la única que parece vivir con aparente normalidad. Es la crónica de un fracaso familiar y de la lucha por vivir con normalidad. Cada escena aporta elementos que amplían y modelan el relato. Nos muestra una realidad que en ocasiones nuestra sociedad no quiere ver, uocultar. En todo momento nos muestra la delgada línea que separa, por momentos, la normalidad de la locura. Cada secuencia aporta elementos y datos al espectador para compartir la historia.
Hay, también, elementos cómicos, al estilo de los hermanos Cohen, en la reciente “Un tipo serio”, sobretodo en tres escenas protagonizadas por Alberto Sanjuan: en la agencia de Viajes, en el parking y en el aeropuerto.
La película “La isla interior” es cine para pensar, para reflexionar, cine necesario. El film está muy bien documentado y no se apega a ningún tipo de coyuntura.
Rodada entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, “La isla interior” ha costado 1.400.000 €. Producida por Mecanismo Films, Ayaso y Sabroso P.C. y Oberón Cinematográfica. Se estrena este viernes, distribuida por Alta Films. Presentada oficialmente el pasado mes de octubre de 2009, en el Festival de Cine de Valladolid (Seminci).
Destacan las actuaciones extraordinarias, en personajes muy difíciles y que presentan cada uno varios registros: Alberto Sanjuan, Cristina Marcos y Candela Peña, que interpretan a los tres hermanos. Todo en los tres parece real, auténtico. También rayan a gran altura Antonio de la Torre, Geraldine Chaplin y Celso Bugallo, que interpreta al padre esquizofrénico, en una composición sutil.
“La isla interior” ha costado casi cinco años de trabajo pero ha merecido la pena. La honestidad de la propuesta perdura tras su visionado.
En taquilla el boca a boca puede ser una de sus bazas.
En definitiva, como dice Alberto Sanjuan, uno de los protagonistas, esta película puede ser muy útil, para que comprendamos el drama cotidiano de vivir con miedos ante esa herencia (la posible esquizofrenia), pero nos muestra una esperanza. Los hermanos finalmente deberán unirse para ser más fuertes.
Artículo: José López Pérez
Para el reparto que tiene, tiene un presupuesto bajo.
Despues de tu crítica tengo muchas ganas de verla,ya que vi el trailer y me atrajo mucho la peli.A demás a mi los años desnudos me gustó y mucho.A ver si sale con copias suficiente para que la pongan cerquita de mi casa.
Sé que no tiene nada que ver con la noticia. Pero lo veo importante, es posible que en la nueva película de Almodóvar, cuyo título será La piel del hábito, aparecerían Penélope Cruz y Antonio Banderas.
Magnífica película. Lo mejor de Ayaso y Sabroso.
Alberto San Juan, nunca estuvo mejor.
También produce La Mirada, única de las empresas productoras que es de Canarias. La película es fantástica, ayer estuve en el estreno en Tenerife y salí con el corazón encogido por la fuerza de la historia y la credibilidad de las interpretaciones. Si conoces de cerca el tema de la esquizofrenia esta película te toca mucho, hay mucha verdad en la historia. Una vez superado el sock emocional me di cuenta de que además estaba muy contento porque se haya hecho una película tan buena en Canarias. Felicitaciones a Dunia y Félix por el cambio de registro. Y a La Mirada por creer en el buen cine.
Bipolar